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A España le queda grande Noruega y cae en semifinales del Mundial

La selección se agota en la segunda parte ante la variedad de recursos de las nórdicas y el domingo se jugará el bronce contra Dinamarca. La final: Noruega-Francia

Lorenzo Calonge
Oftedal agarrada por Gassama en la semifinal.
Oftedal agarrada por Gassama en la semifinal.AFP7 vía Europa Press (Europa Press)

A golpe de riñón no basta contra Noruega. La empresa de España en las semifinales del Mundial era de aúpa, el motor debía ir a todas las revoluciones posibles durante 60 minutos, tenía que minimizar los errores y esperar a que las nórdicas se fueran consumiendo en su propio jugo en la sopera del pabellón de Granollers. Pero la selección solo tuvo argumentos durante 40, y con el gancho. Insuficiente contra uno de los equipos de la alta aristocracia. Ahí estaban la menuda Oftedal dirigiendo el cotarro, la efervescente Reistad, el martillo Brattset, la portera Lunde y la reina Nora Mork. Entre las dos últimas terminaron de arruinar a las Guerreras.

La primera, una cuarentona como Silvia Navarro, alzó el cartel de MVP tras 13 intervenciones. Y la segunda acabó con ocho goles. La zurda, castigada en la vida de mil maneras, víctima de unas rodillas malditas que le han llevado una decena de veces al quirófano y de otros sinsabores personales (le piratearon el móvil y difundieron fotos suyas íntimas), no quiso sorpresas y el domingo se las verá en la final contra Francia (17.30). En la lucha por el bronce, a España, unas horas antes (14.30, Teledeporte ambos), le queda otro rival tremendo, Dinamarca, abrasada por las galas a media tarde.

Los 10 tantos que anotó la selección en la segunda mitad, una cifra en realidad maquillada en el tramo final, definieron el transcurso del duelo en un recinto que recibió a las españolas con bengalas. La defensa, la portería, el arrojo de las jóvenes y el martillo de Shandy (cinco goles) se presentaban como las armas que podían sostener a las Guerreras, y a ello se encomendaron hasta que todo se quebró tras el descanso, ahogadas definitivamente por sus fallos. Las paradas de Lunde, los tantos de Mork, el martirio en el pivote de Brattset Dale (siete dianas sin fallo) y, en general, la gran variedad de recursos de Noruega redujeron el desenlace en a cuenta atrás sin intriga. A las muchachas de Prades no les quedaron fuerzas para litigar con las nórdicas hasta el final.

La primera misión de España era no verse congelada a las primeras de cambio por el ventilador de Noruega, que se plantó en la semifinal con 63 goles más que la anfitriona. “Hay que picar en defensa, primero una y luego otra”, reclamaba en la previa Eli Cesáreo, que se siente encantada cuanto más barro haya atrás. Y a ese plan se aferraron las Guerreras, que sufren en ataque pero se agarran atrás como pocas.

Las nórdicas empezaron marcando el ritmo. No se esperaba otra cosa. El riesgo era que demarraran más de la cuenta, y a punto estuvieron: 7-3 en el minuto 18 con el tanto de una de sus mejores promesas (Reistad) en un equipo con muchos matasellos en el pasaporte. Nueve minutos se pasó España a oscuras en ataque desde el empate a tres de Shandy Barbosa. No había manera en encontrar rendijas y, además, se vio pronto sin el brazo zurdo de Almudena Rodríguez por un fuerte golpe. A cambio, la defensa y Silvia Navarro, que nada más empezar ya se había apuntado tres paradas, la mantenían en pie. Noruega no abrumaba, pero España necesitaba un despertador porque con ese guion estaba condenada a morir más pronto que tarde.

Esta vez, la agarradera la halló en Silvia Arderius, una de las avispitas que maneja Prades. Contra Alemania se quedó casi inédita y en la semifinal fue reclutada de urgencia porque el equipo necesitaba su riesgo. El efecto resultó inmediato. Un gol suyo y un siete metros provocado tras una asistencia suya aliviaron a la selección (7-5). Ese fue el comienzo de la escalada hasta el descanso: 11-11 tras la diana sobre la bocina de Jennifer Gutiérrez.

Cumplido el primer objetivo de trastabillar a Noruega en ataque, se había producido la activación ofensiva de la mano de esta madrileña que casi siempre ha vivido a la sombra en la selección, reclutada en los peores escenarios en busca de una solución. Contra las germanas fueron Carmen Campos y Paula Arcos, y esta vez fue ella la primera en rebelarse. Con la colaboración también de Arcos, 19 años de irreverencia, y tal vez de inconsciencia.

Después de arrancar una igualada al intermedio a golpe de riñón, España de nuevo se vio condenada pronto remar a la contra en la segunda mitad: 15-12 en el minuto 36. Otra vez con el gancho y otra vez la réplica con los mismos ingredientes: el empuje de Arcos, una contra rubricada por Shandy después de un robo y una parada de Silvia Navarro (11 en total). Pero ya. Ahí se agotó la selección, frenada por Lunde, condenada por sus fallos y sobrepasada por las arremetidas noruegas. En el último cuarto del choque, nadie fue capaz de taponar unas grietas que se hicieron gigantes.

Lo que había evitado en la primera mitad, no pudo hacerlo en la segunda. En 15 minutos de la reanudación, las nórdicas habían metido los mismos goles que en todo el primer acto. Y a los mandos, Nora Mork, que empezó sumando desde el punto de penalti y acabó percutiendo con un amplio catálogo. Lo intentó ya sin éxito Arcos, recurrió Prades a Alicia Fernández en la dirección y Sole López movía los brazos en busca de una respuesta agónica que no llegó. Hacía falta que ocurriera algo extraordinario para que España cazara a Noruega, como lo hizo hace dos años en Japón, y no ocurrió. Le queda el objetivo del bronce contra Dinamarca, otro hueso.

Noruega, 27 - España, 21

Noruega: Lunde y Solberg (p); Mork (8), Oftedal (1), Jacobsen (1), Herrem, Aardahl (1), Breistol, Hovden, Solberg-Isaksen (3), Reinstad (3), Hegh Arntzen, Kristiansen (3), Aune, Brattset Dale (7), Ingstad y Hogdahl.

España: Silvia Navarro y Mercedes Castellanos, en portería; Carmen Martín (2), Carmen Campos (1), Silvia Arderius (1), Eli Cesareo (2), Jennifer Gutiérrez (3), Maitane Echeverría (1), Soledad López (1), Kaba Gassama, Alicia Fernández (1), Almudena Rodríguez, Ainhoa Hernández (1), Paula Arcos (3), Shandy Barbosa (5).

Parciales cada cinco minutos: 1-1, 3-3, 6-3, 7-5, 9-7, 11-11 --descanso-- 14-12, 16-14, 20-16, 22-16, 24-17, 27-21.

Árbitros: Merz y Kuttler. Excluyeron dos minutos a Herrem, Brattset, Aardahl en Noruega y a Eli Cesareo en España.

Palau d’Esports de Granollers. 3.150 espectadores

Francia abrasa a Dinamarca

Percutían las francesas una contra la otra en el calentamiento, hombro con hombro como si fueran jugadoras de rugby. Y acabaron saltando y aporreando el parqué de Granollers con sus zapatillas. Fuerza bruta. No hay quien pueda con ellas este 2021, ganadoras del oro olímpico y supervivientes de una semifinal del Mundial contra Dinamarca que la tuvieron más que cruda. Se vieron vulnerables durante gran parte del choque, apretaron hasta el extremo en defensa y, al fin, encontraron a su poderosa pivote, Pauletta Foppa, autora de cuatro tantos sin fallo en la segunda parte, incontenible para una defensa nórdica que durante tres cuartas partes del choque le había marcado el territorio.

Pero las cosas con Francia duran demasiado. Tornillo a tornillo van estrujando a su rival hasta extenuarlo. Dos tantos anotó Dinamarca en los últimos 10 minutos. Se hizo muy grande su guardameta Sandra Toft que relevó a una más que estimable Reinhardt, sin embargo, no pudo evitar que la fuerza de la gravedad que ahora mismo es la selección gala hiciera su efecto. Hasta el minuto 57 no cogieron la delantera las francesas (22-21). Suficiente.

A la exuberante campeona olímpica se le puso la tarde a la contra desde primera hora. El reloj lo tenía Dinamarca, que defendía con las tuercas bien ajustadas y no le iba mal en ataque. Las galas no lo veían claro ante la portera Reinhardt, que cuando más amenazada se vio en el arranque fue por un pelotazo en la cara que la dejó grogui. Fue el único momento de la primera parte en que las danesas se cayeron porque se juego se mostraba sólido, especialmente con una defensa, en estático y repliegue, que dejaba tuerta a Francia.

Las pérdidas eran continuas en las muchachas de Olivier Krumbholz, que pronto relevó a la portera (Glauser por Darleux). Por ahí encontró alguna solución después de verse 4-8 por detrás en el minuto 16. Ni Zaadi Deuna, ni Flippes ni Foppa le sacaban de pobres. En el otro lado, la sonrisa era de Line Haugsted, tres goles sin fallo y un tajo defensivo más que apreciable. 10-12 al descanso para Dinamarca y gracias porque Glauser detuvo un siete metros con el tiempo cumplido.

Nada cambió tras el intermedio. Transcurrieron muchos minutos para que el choque empezara a girar. Pareció, de hecho, que la tarde se iba a decantar a favor de Dinamarca cuando se apuntó un gran golpe de efecto: 17-20 con dos jugadoras menos. Se trató, en realidad, del despertador francés, que aceleró definitivamente el ritmo y encontró los caminos a Foppa. Ella igualó el encuentro (20-20) en el minuto 21 y, si las galas no tomaron antes la delantera, fue por una actuación sobresaliente de Toft. Le detuvo un penalti a Pineau y luego dos acciones consecutivas que impidieron el estirón rival.

A esas alturas, la mayor certeza de las nórdicas era su guardameta porque en ataque lo veía todo muy nublado pese a la gran actuación de Haugsted (cinco dianas sin error) y el empeño de Hojlund. Del lazo se encargó Darleaux con una parada al ángulo corto a Pedersen. Las danesas terminaron quemadas en el fuego francés.

Francia, 23 - Dinamarca, 22

Francia: Glauser (Darleux); Toublanc (3), Lassourde (1) , Kanor, Edwige, Foppa (4), Nze Minko (3); Nocandy (3), Pineau (3 p), Zaadi (3) , Valentini (1), Flippes (1) , Granier (1), Secien Ugolin .

Dinamarca: Reinhardt (Toft); Pedersen (1) , Hansen (4, 3p), Heindahl (2) , Ostergaard (2) , Burgaard (1) , Hojlund (2); Haugsted (5) , Tranborg, Jorgensen (2) , Iversen (1) , Friis, Bohme, Petersen (2 p.)

Marcador cada cinco minutos: 1-1, 2-5, 4-7, 6-10, 9-11, 10-12; 13-15, 14-17, 15-18, 19-20, 21-21, 23-22.

Árbitros: Javier Álvarez y Ion Bustamante. Excluyeron dos minutos a Edwige, Pedersen, Hansen, Tranborg y Jensen.

Palau d’Esports de Granollers. 3.150 espectadores

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