Chimy Ávila corona la obra colectiva de Osasuna
Los navarros son el conjunto de la Liga que más balones recupera y con más goleadores diferentes, 10
Osasuna se movió en el mercado el pasado verano y fichó a Kike García, recién renovado por el Eibar, pero con una cláusula que le liberaba a coste cero en caso de descenso. Jagoba Arrasate necesitaba un delantero. Desde su llegada, el futbolista manchego ha gozado de la confianza del entrenador, y se ha acoplado de maravilla a la forma de jugar que predica el técnico vizcaíno, pero no ha hecho olvidar a Ezequiel Ávila (Rosario, Argentina; 27 años), Chimy, el héroe de Osasuna antes del confinamiento, que ha tenido que superar dos graves lesiones de ligamento de la rodilla, y que regresó en los últimos partidos de la temporada pasada.
Arrasate, sin embargo, ha relegado al futbolista argentino al banquillo. Sólo ha jugado un partido como titular, en la victoria frente al Mallorca (2-3). Ha tenido presencia en todos los encuentros, aunque sólo suma 219 minutos de juego. Pero en La Cerámica volvió a ser fundamental para Osasuna. En el minuto 81, Kike García se lesionó en un tobillo y pidió el cambio. En su lugar entró Chimy Ávila. Con el Villarreal buscando el segundo gol, apenas tocó balones, pero convirtió en un tesoro el único que le llegó con claridad. Su equipo presionó arriba, la pelota le llegó a Mandi que, como en el Metropolitano, le hizo una cesión mortal a Rulli. Allí estaba Ávila para aprovechar el regalo y batir al guardameta colándole la pelota entre las piernas.
Habían pasado 651 días desde el anterior gol de Chimy Ávila; 93 semanas de ansiedad para un goleador. Desde el 5 de enero de 2020, todavía con las gradas llenas. Fue en Balaídos, y consiguió en el minuto 83 el gol del empate para su equipo, en un remate en plancha. Dos semanas después se lesionó de gravedad en la rodilla izquierda, frente al Levante. En septiembre, en un entrenamiento en Tajonar, sufrió la misma lesión pero en la pierna derecha. Volvió a jugar el pasado 3 de abril, frente al Getafe, y Arrasate le dio minutos en siete partidos más de la pasada temporada, pero no consiguió marcar. Hasta el domingo.
El gol del Chimy supuso la cuarta victoria seguida de Osasuna como visitante en la Liga en cuatro desplazamientos: Cádiz (2-3), Alavés (0-2), Mallorca (2-3) y Villarreal (1-2). En las cinco grandes ligas, solo el Nápoles presenta un registro igual cuando deja su estadio. Doce de los 17 puntos de los rojillos los han sumado fuera de casa, con 10 goles a favor en esos desplazamientos, solo uno menos que el Madrid. Quintos, en puestos europeos. “Se nota el trabajo colectivo de los compañeros”, explica Chimy. “Se pueden estar acalambrando, le puede doler la oreja, pero en el equipo que se formó corren todos iguales. Vamos paso a paso saltando obstáculos”. Lo demuestran los números. Osasuna es el equipo de la Liga que más balones ha recuperado (589, por delante del Celta), el que más pelotas recobra en campo contrario (165) y el conjunto con más goleadores diferentes en el campeonato, 10.
“Se juntan muchas emociones, se te vienen en la cabeza y sólo tengo palabras de agradecimientos para los que confiaron en mí, con mis errores y aciertos”, apuntaba el futbolista argentino al acabar el partido en Vila-real; “el gol me hace sentir de vuelta al comandante”, comentó Ávila, un referencia al apodo que le puso su hija Eluney. “Tú eres el comandante de la casa y ahora debes festejar así los goles”, le requirió, mientras hacía ante él un saludo militar. “Me hace feliz por los osasunistas que ya no están por la pandemia. Por los seres queridos míos que ya no están. Todo lo que me ha pasado me ha hecho más fuerte”, apuntaba.
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