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BREXIT FC
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mel Morris lleva al Derby County al borde del abismo

Todos los caminos llevan al equipo a Tercera: 11 puntos en 14 partidos, se ha declarado en suspensión de pagos y ha roto las normas del juego limpio financiero

Rooney (C) en su presentación con el Derby County, junto al propietario del equipo, Mel Morris (I), y al entrenador, Phillip Cocu
Rooney (C) en su presentación con el Derby County, junto al propietario del equipo, Mel Morris (I), y al entrenador, Phillip Cocu

Mel Morris tiene nombre de estrella de Hollywood de los años cincuenta pero es un millonario hecho a sí mismo que un día soñó con devolver al Derby County a la cima del fútbol inglés. En mayo de 2019 estuvo más cerca que nunca de conseguirlo y no pudo resistir la tentación de saltar al césped de Elland Road para celebrar con sus jugadores que el Derby acaba de eliminar al Leeds United en las semifinales del playoff para ascender de segunda a la Premier. Pero la final, en Wembley, se la llevó el Aston Villa y, desde entonces, todo le va mal a Morris y, sobre todo, al Derby.

El Derby County no es un cualquiera. Aunque nació relativamente tarde para los estándares ingleses (1884), es uno de los 12 fundadores de la liga de fútbol inglesa en 1888 y es uno de los tan solo 10 equipos que siempre han jugado en Primera o en Segunda, salvo en cuatro temporadas. Hoy sigue en Segunda, pero todos los caminos le llevan a Tercera. Primero, porque ha tenido un mal arranque de temporada (14 puntos en 11 partidos); segundo, porque acaba de declararse en suspensión de pagos, lo que implica una reducción automática de 12 puntos; y, tercero, porque se da por inevitable que pierda otros nueve puntos por haber roto las reglas del juego limpio financiero.

Nacido en los suburbios de Derby hace 65 años, Morris dejó pronto la escuela y se hizo rico primero vendiendo suelos de madera en España y luego invirtiendo en nuevas tecnologías y sobre todo en videojuegos como el muy adictivo Candy Crush Saga. El Sunday Times le atribuía en 2020 una fortuna de 515 millones de libras (casi 600 millones de euros al cambio actual).

En 2014 compró un 22% del Derby County y al año siguiente se hizo con el control total del club, en el que empezó a inyectar cantidades astronómicas de dinero, tanto en forma de fichajes como de sueldos y largos contratos. En lugar de cuidar la cantera, el equipo se llenó de veteranos que no siempre rindieron lo esperado y de entrenadores que duraban cuatro días: en concreto, nueve entre mayo de 2015 y mayo de 2021. Los tres últimos, exjugadores de gran renombre: Frank Lampard (que salió catapultado al Chelsea), el holandés Phillip Cocu (que duró 16 meses) y en la actualidad Wayne Rooney, que pasó a ser jugador-entrenador tras la marcha de Cocu.

Tras perder el playoff de 2019 contra el Villa, el proyecto de Morris empezó a tambalearse. Llegaron los recortes de gastos, salieron a flote los incumplimientos del fair play financiero y Morris puso el Derby en venta, sin éxito. Ahora, un acreedor que reclama cerca de 25 millones de euros ha instado la suspensión de pagos. El Derby ha perdido 12 puntos, Morris ha perdido 200 millones de su fortuna y 50 empleados han perdido el trabajo. Un aviso para quienes creen que la entrada de accionistas es el modelo que debería seguir el Barça en el futuro.

El Derby County tiene un punto de malaje. En las últimas ocho temporadas ha perdido dos finales y dos semifinales de los playoff. En 2008 igualó el récord establecido la temporada 1899-1900 por el Loughborough de acabar la temporada con una sola victoria y se quedó a tan solo cuatro días de cumplir un año natural completo sin ganar un partido.

Pero su mayor trauma fue ver cómo el legendario Brian Clough fichaba en 1975 como entrenador del Nottingham Forest, los vecinos y rivales de siempre. Clough había dirigido al Derby entre 1967 y 1973: lo ascendió a primera y le llevó a ganar su primera liga en 1972. Luego haría al Forest no solo campeón de liga, sino dos veces seguidas campeón de Europa. La rivalidad entre ambas aficiones es de las más calientes del fútbol inglés y en los derbis entre ellos se juega una copa simbólica: el Brian Clough Trophy.

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