Los focos en Cristiano, el drama en un tal Antonio

Todos los focos estaban el sábado en Old Trafford para admirar el retorno del Hijo Pródigo, Cristiano Ronaldo, que marcó dos goles para la posteridad y para las fotos de la prensa dominical. Pero mientras Cristiano y los suyos levitaban en Mánchester, el verdadero drama de este sábado futbolero en la Premier se desarrollaba casi 400 kilómetros más al sur, en el estadio de Santa María, en Southampton, donde un jamaicano apellidado Antonio se dio de bruces con el mundo real después de un mes de ensueño.

Michail Gregory Antonio, nacido en Wandsworth (Londres) en 1990 en una familia jamaicana, es un jugador clave para el West Ham United pero nunca ha sido una de las grandes estrellas de la Premier. Casi todo le ha costado un poco más que a muchos. Incluso cosas como decidir para qué selección quería jugar: para su Inglaterra natal o para la Jamaica que lleva en la sangre. Fue convocado dos veces por Inglaterra, pero nunca debutó. Sam Allardyce, el más efímero de los seleccionadores ingleses (68 días), le convocó en 2016 para un partido de clasificación del Mundial de 2018 pero Antonio, que unos meses antes rechazó una oferta de Jamaica para jugar con ellos, se quedó en el banquillo. Al año siguiente, Gareth Southgate le convocó de nuevo, pero una lesión muscular le dejó fuera del equipo.

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Jamaica le insistió en febrero de este año y el jugador, que ya no es un chaval, aún dudó pero acabó dando el sí. Jamaica le incluyó en la lista para la Copa de Oro de la Concacaf en junio pero Antonio aún no había conseguido los papeles. Su debut quedó aplazado hasta este mes, para los partidos de clasificación del Mundial de Qatar ante México, Costa Rica y Panamá.

Antes de viajar al otro lado del charco, Antonio viviría el momento más dulce de su carrera. Sus inicios habían sido difíciles incluso de niño, cuando su madre rechazó la invitación del Tottenham para hacerle una prueba. Acabó en el Tooting & Mitcham United y en 2008 se fue al Reading, que al año siguiente le cedió al Cheltenham Town, luego el Southampton, después al Colchester United y finalmente al Sheffield Wednesday, que se lo acabó quedando. Pero su carrera no despegó hasta que en la temporada 2014-15 cayó en el Nottingham Forest. Ahí fue por fin titular indiscutible y llamó la atención del West Ham, que le abrió las puertas de la Premier en 2015.

Con 82 kilos y metro ochenta, es un jugador fuerte que se ha movido por diversas posiciones, siempre desde la zona derecha: ha sido lateral, centrocampista y extremo antes de que David Moyes le colocara definitivamente como su principal atacante. Y Antonio se lo ha agradecido con una explosión de juego y goles que han llevado al West Ham a la zona norte de la tabla. Antonio marcó un doblete el 23 de agosto que le convirtió en máximo anotador de la historia del club en partidos de la Premier, por delante de Paolo di Canio, con 49 goles. Pueden no parecer muchos, pero Antonio ya está en los libros de Historia del West Ham United. Para redondear un mes de ensueño, el ya por fin jamaicano ha sido elegido mejor jugador de la Premier en agosto gracias a sus cuatro goles y tres asistencias en tres partidos.

Pero el sueño ha durado poco. Su debut con Jamaica ha sido más bien desastroso: no pudo entrar en México y en Costa Rica debido a la covid y apenas recibió bola en la derrota en casa de Jamaica ante Panamá (0-3). El sábado ya todo se fue al garete: los cronistas se quejan del supino aburrimiento del partido entre el Southampton y el West Ham (0-0) y Antonio no solo no marcó sino que acabó siendo expulsado en el tiempo de descuento. Una doble amarilla que le impedirá el domingo hacerle sombra a Cristiano Ronaldo cuando el Manchester United visite el London Stadium.

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