Kimmich: “Guardiola me enseñó espacios que no existían para mí”
El volante alemán del Bayern conversa con EL PAÍS antes del estreno en la Champions frente al Barcelona en el Camp Nou
Tiene 26 años y cara de niño. Y de entrada, cuando sonríe, hasta parece más pequeño. Pero cuando comienza a hablar todo cambia. Si hasta su hermana se lo dice: “Joshua, tienes la vida de un hombre mayor”, cuenta Joshua Kimmich, volante de la selección alemana y del Bayern Múnich, rival del Barcelona este martes en la Champions. “Me dice eso porque me acuesto muy temprano y me gusta estar en mi casa”, justifica Kimmich, entre risas, vestido con el chándal de la Mannschaft, en la concentración del equipo de Hans-Dieter Flick en Stuttgart. “Me gusta ir a la montaña y hago senderismo. Me ayuda a despejar la mente. A ver las cosas con claridad”. Kimmich necesita pensar, siempre lo ha necesitado: “Nunca fui el más rápido ni el más fuerte en el campo. Tampoco el más talentoso. Para cumplir con mis objetivos tenía que hacerlo un poco mejor que los demás”.
Pregunta. Entonces, ¿qué fue lo que hizo mejor?
Respuesta. Mi infancia la pasé entre el colegio y el fútbol, como todos los niños que jugaban a la pelota conmigo. Jugaba bien, pero no sé si era consciente de que era el mejor. Todo fue diferente cuando llegué a la cantera del Stuttgart. Me di cuenta de que había niños muchos más talentosos. Entonces, yo tenía que trabajar más y mejor. Eso fue lo que hice.
P. ¿Solo eso?
R. Y pensar más rápido. Si no eres fuerte o talentoso, tienes que ir más rápido con la cabeza. Es clave disfrutar del juego, que te haga feliz estar con el balón y que no te moleste entrenar. Tuve que mejorar mucho y sin amor por el juego no lo hubiese conseguido.
P. Parece muy ambicioso.
R. Para jugar en el Bayern y la selección alemana, debes tener ese nivel de ambición. Las expectativas en el entorno son siempre muy altas, pero a mí me gusta la presión. Me gusta esa sensación de tener que ganar. Y siempre hay que ganar en el Bayern y en la selección alemana. Pero la expectativa que tengo sobre mí mismo siempre es mayor que lo que viene de afuera. La presión que me autoimpongo es más fuerte que la del entorno.
P. La tenista Naomi Osaka dijo en el último US Open que no le hacía feliz ganar, que solo le generaba alivio.
R. Creo que tiene que ser muy difícil cuando estás solo. El tenis es un deporte individual, mientras que yo tengo a compañeros a mi lado. También es importante distinguir entre los diferentes tipos de presión a los que está expuesto un atleta profesional. Está la presión del público, por un lado. Pero también está la de tu equipo y tus propias expectativas.
P. ¿Cómo se lidia con la presión del entorno?
R. En todos los deportes hay que aprender a convivir con la presión. El problema es que, en el mundo del fútbol, cuando se habla de que una persona siente la presión, se interpreta como una debilidad. Yo no lo veo así. Por eso celebro cuando la gente habla de estas cosas. Se normaliza. Y está bien que eso suceda porque es algo normal. Pero como no se habla del tema, la gente piensa que hay que ser fuerte y seguro todo el tiempo.
P. ¿Ser o mostrarse?
R. Ambas. Para mí también es importante ser así. Creer en ti mismo te ayuda a desarrollarte, especialmente cuando las cosas van mal. Yo, por ejemplo, puedo contactar a mis compañeros de equipo en cualquier momento. Puedo llamar a Leon [Goretzka] o Serge [Gnabry] y hablar con ellos sobre mis miedos.
P. ¿Lo hace?
R. Naturalmente. Esa es también una de las claves para un equipo fuerte y funcional. Son mis compañeros de equipo, pero también mis amigos. Es importante luchar codo con codo con tus amigos, para luchar en equipo. Pero hay que diferenciar.
P. ¿Qué hay que diferenciar?
R. Bueno, no soy un goleador. No pienso en marcar goles todo el tiempo. Para mí, hay otros estándares cuentan. Que funcione el equipo. Me gusta hacer un buen pase, claro. Pero yo disfruto de ganar y para eso tiene que funcionar el equipo. Especialmente ahora, que ha regresado el público.
P. ¿Había algo positivo de jugar sin gente?
R. Creo que el partido era más justo. Era menos emocional. Todo era más tranquilo, no había esa fricción con el rival que puede existir cuando hay público en las gradas. Y para nosotros, que tenemos jugadores como Thomas [Müller] o yo, que nos gusta hablar, era más fácil para comunicarnos. Pero el fútbol es divertido con emociones y la gente es emoción.
P. Hablaba de la importancia del compañerismo. ¿Entiende que Ter Stegen se queje porque no juega en Alemania?
R. Por supuesto que lo puedo entender. Todos tienen esta ambición. Es un portero increíble. Ni siquiera sé cuánto tiempo lleva jugando en el Barça y cuántas veces ha ganado la Champions. El problema es que tenemos a Manu [Neuer], el mejor portero del mundo. Es la mala suerte del portero: es una posición en la que solo juega uno. Si hay un mediocampista que es mejor en el equipo que yo, entonces tengo la opción de jugar de central o de lateral. Cuando era joven fue una gran ventaja para mí jugar en diferentes posiciones. Me ayudó mucho.
P. ¿Por qué?
R. He jugado de interior, de lateral y de central. En cada posición necesitas diferentes habilidades y tienes que entender diferentes conceptos. Hoy, cuando estoy en el campo, puedo saber lo que necesitan cada uno de mis compañeros. Me ayudó a entender el juego de una manera más global. Pep [Guardiola] fue muy importante para mí en ese sentido. Me insistía mucho en que tenía que saber todo el tiempo dónde estaban mis compañeros. También, en ese proceso cuando llegué al Bayern, fue clave Xabi Alonso. Me enseñó a tener una mirada más periférica. Para eso necesitas la ayuda del entrenador y de tus compañeros.
P. ¿A qué se refiere?
R. Hay dos cosas que tienes que entender cuando juegas de mediocentro. Una es lo que quiere el entrenador del equipo y la otra es la orientación en el campo. Esto significa observar todo el tiempo dónde están sus compañeros y dónde están tus rivales; cuándo hay que regatear, cuándo hay dar un pase para adelante y cuándo para atrás. El gran reto es encontrar los espacios. Es lo que más me divierte, porque cuando lo haces bien, te conviertes en un buen jugador de equipo.
P. Para el aficionado alemán, ¿fue más importante el 1-7 a Brasil o el 2-8 al Barça?
R. Para el país, el 1-7 fue simplemente increíble, realmente espectacular. Pero para nosotros, para el Bayern, el 2-8 fue algo especial y no solo por el resultado. En Alemania, a menudo, solo hay blanco y negro: o amas al Bayern o estás en contra del Bayern. Pero ese día sucedió algo extraño e inesperado: creo que todo el mundo quería que ganáramos. Tanto en Alemania como en Europa.
P. ¿Y por qué que pasó?
R. Por el fútbol que jugábamos. El estilo, la presión alta y la intensidad. Marcábamos muchos goles. Era mejor ganar 4-3 que 1-0. Era bonito para ver y la gente se identificó.
P. Supongo que Flick tenía mucho que ver con eso.
R. Por supuesto.
P. Usted ha estado influenciado por entrenadores muy reconocidos como Guardiola, Flick, Ancelotti, y ahora Nagelsmann.
R. Y muy diferentes.
P. ¿Me podría hablar de ellos?
R. Era muy joven con Pep Guardiola. Tenía 20 años y venía de Segunda División. Me mostró posiciones en las que nunca había jugado antes y en las que ni siquiera sabía que podía jugar. Y me enseñó espacios en el campo que antes no existían para mí. Con Flick fue diferente. Estaba asentado en el once. Es una persona muy buena y respetuosa. Hablaba mucho con los jugadores y exigía que respetáramos también a todos los demás miembros del cuerpo técnico. Nagelsmann es muy joven, pero ya tiene mucha experiencia como entrenador.
P. ¿Cómo analiza al Barcelona sin Messi?
R. Cuando era pequeño miraba al Barça por Messi. Ahora, será interesante verlo ahora sin él. Tiene jugadores de muchísima calidad. Gente joven muy buena como Pedri y De Jong y también otros con más experiencia como Busquets, Depay y Marc. Quiero ir al Camp Nou, va a ser un partido duro.
P. ¿Le sorprendió la salida de Messi?
R. ¿A quién no le sorprendió? Ahora, el PSG tiene jugadores de primer nivel. Será interesante ver cómo funcionarán como equipo.
P. ¿Los últimos tres campeones de la Champions [Liverpool, Bayern y Chelsea] priorizaron el colectivo a las individualidades?
R. Por eso quiero jugar contra ellos. Quiero ganarles con nuestra fuerza de equipo.
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