Carreño, de la gloria olímpica al chasco
El asturiano, doble semifinalista en Nueva York, cae en el debut ante Cressy tras desperdiciar dos sets de ventaja y cuatro bolas de partido: 5-7, 4-6, 6-1, 6-4 y 7-6. Badosa celebra su primera victoria en el torneo
Si hay un escenario en el que Pablo Carreño encuentre inspiración, ese es Nueva York. Doble semifinalista del torneo (2017 y 2020), el asturiano aterrizaba además con la aureola del bronce olímpico obtenido en Tokio, donde batió a Novak Djokovic y Daniil Medvedev. Nada hacía sospechar un tropiezo en el debut frente al local Maxime Cressy. Tras dos pasos aceptables por Cintinnati y Winston-Salem en la preparación, el grande neoyorquino suponía otra oportunidad para seguir dejando brillos, pero el debut fue complicándose y definitivamente se torció en el tie-break final: 5-7, 4-6, 6-1, 6-4 y 7-6(7), después de 3h 33m.
“Quizá, la temporada va pensando un poco ya. Han sido muchas semanas y muchas emociones hasta llegar aquí”, indicó el gijonés, fulminado en un duelo en el que lo tuvo todo a su favor: dos sets por encima, dispuso de cuatro opciones para cerrar, pero no atinó y el estadounidense, un bombardero que sirvió constantemente por encima de los 200 kilómetros por hora y firmó 46 aces, acabó derrotándole. “Ni antes era el mejor, ni ahora el peor”, concluyó el 12º del mundo antes de hacer las maletas.
Su adiós significó la pérdida de la referencia española en el cuadro masculino, puesto que hoy día Carreño es el segundo mejor jugador nacional tras Rafael Nadal (5º). Junto a él se despidió el balear Jaume Munar, eliminado por Aslan Karatsev (7-5, 1-6, 6-3 y 6-2), aunque como contrapartida, la segunda jornada deparó los avances de Albert Ramos (6-1, 5-7, 5-7, 7-5 y 6-4 a Lucas Pouille) y Roberto Carballés (7-6(5), 6-2, 1-6 y 6-3 a Tommy Paul).
El primero chocará con el alemán Alexander Zverev, uno de los favoritos para el triunfo final. El jugador de Hamburgo, oro en los Juegos de Tokio y reciente ganador en el Masters de Cincinnati, superó sin contratiempos al estadounidense Sam Querrey por 6-4, 7-5 y 6-2. Mientras, en la sesión nocturna Novak Djokovic se deshizo de Holger Rune, que le arañó un set al rey del circuito y acabó mermado por los calambres (6-1, 6-7(5), 6-2 y 6-1).
En el cuadro femenino, Paula Badosa, neoyorquina de nacimiento, festejó su primer triunfo en el major norteamericano. Pese a los problemas físicos que la obligaron a retirarse recientemente en Cincinnati, la catalana (23 años y 26ª en la lista mundial) emprendió con buen pie su primera andadura en el US Open, firme contra la belga Alison Van Uytvanck: 6-4 y 6-3, en 80 minutos. En la segunda escala se encontrará con Varvara Gracheva, que apeó a la granadina Nuria Parrizas (5-7, 6-0 y 6-2). A sus 30 años, la andaluza debutaba en el cuadro final de un Grand Slam.
De la mano progresó la valenciana Sara Sorribes, que mantuvo la buena dinámica de la temporada y venció a Karolina Muchova por 6-2 y 7-6(3).
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