El Valencia se anuda la soga al cuello
Gayà rescata a los de Gracia ante el Alavés, en otro partido decepcionante
El Valencia se anuda la soga al cuello. No quiere mirar abajo, pero está a siete puntos de la cola de la tabla. Cerquita de certificar una permanencia que suena insultante para un equipo de su categoría. El grupo de Javi Gracia se arrastró ante el Alavés, vitaminado y pacificado desde la llegada al banquillo de Javi Calleja, un técnico al que el club de Mestalla sondeó cuando valoraba destituir a su entrenador. El horizonte del Valencia, a una semana de recibir al Barça, es preocupante y desolador. En un partido calificado como vital por Gracia, su equipo se pegó otro tortazo salvando un punto sobre la bocina ante otro equipo amenazado por el descenso como el vasco. El Alavés ha sumado ocho puntos de los 12 últimos en su carrera desesperada para salvar la categoría.
Gracia, bien por rotación, bien por agitar el once a ver si caía una victoria después de cinco jornadas sin hacerlo, planteó un ataque ofensivo con Guedes, Gameiro y Maxi López amenazando a Pacheco. Tras el fiasco de Pamplona, el técnico cerró el lateral derecho con Wass y se olvidó del niño Guillem Molina. Diakhaby, frágil ante Osasuna, dejó paso a Guillamón. El resultado fue decepcionante. El Valencia apenas compitió.
Entró con ritmo en el partido, pero pronto se estrelló con el muro de ladrillos del conjunto babazorro. Calleja, con la calculadora en la mano y favorecido por los resultados de la jornada, extremó las precauciones para sumar en Mestalla. Ritmo lento de partido, cerrar espacios y explotar las carencias locales, que son numerosas. Aprovechar un error y transitar rápido en el despliegue ofensivo. Le salió bien en el minuto 9. Marcó el barbudo Jota Peleteiro, pero la jugada se anuló por fuera de juego de Edgar Méndez.
Pese a su tripleta ofensiva, el once el murciélago solo disparó una vez a puerta en todo el partido. Laguardia sujetó en el cuerpeo a Maxi y Guedes, dinámico y bullicioso como en los últimos partidos, no pudo armar su pierna derecha. El portugués, retrasado a la izquierda para aprovechar la dinámica goleadora de Gameiro y encajar a Maxi en el once, era el chófer que transportaba el balón hacia la portería de Pacheco; hizo su trabajo, pero no encontró rematador hasta el minuto 56, cuando asistió a Gameiro, que embocó. La jugada también fue anulada por fuera de juego de Maxi. El 7 lleva varios partidos llevando la bandera de su equipo. Por el contrario, el uruguayo está negado ante el gol.
El once de Gracia, una lágrima en el juego posicional y en el repliegue defensivo, perdió el dominio del balón cuando el Alavés dio un paso adelante. Los visitantes, viendo la escasa resistencia de los locales, se desplegaron con descaro en Mestalla. Una falta lejos del área la ganó Laguardia frente a Paulista, la pelota rebotó en Tomás Pina y le cayó a Guidetti, que estiró su pierna izquierda para romper el marcador. El sueco llevaba más de dos años sin marcar un gol.
Con el miedo en el cuerpo, Gayà igualó cerca de llegar al 90. Un centro de Wass lo remató Maxi a portería, Pacheco desvió pero el capitán, tristón como su equipo, cazó el balón y marcó su primer gol de esta temporada salvando un punto.
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