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LaLiga Santander jornada 24
Barcelona
Barcelona
Messi 31'
1 1
Finalizado
Cádiz
Cádiz
Álex Fernández 88'

El Barça también se va de la Liga

El Cádiz sorprende a última hora a un conjunto azulgrana triste y torpe en el Camp Nou

Alex Fernández logra el gol del empate de penalti del Cádiz ante el Barça este domingo en el Camp Nou.
Alex Fernández logra el gol del empate de penalti del Cádiz ante el Barça este domingo en el Camp Nou.ALBERT GEA (Reuters)
Ramon Besa

El Barça se va también de la Liga después de extraviarse en la Champions y en la Copa. A veces le ganan, muy justito o por goleada, y en ocasiones se vence, solo y sin necesidad de rival, errático también ante el Cádiz. No disputa el Barcelona ningún torneo sino que juega contra sí mismo, sin expectativas, aburrido de la vida en febrero, paralizado a la espera de presidente y de la decisión de Messi. No encuentra una hoja de ruta ni siquiera en los partidos sencillos, a favor de marcador y con futbolistas capaces de decidir por su cuenta como Messi y Pedri. Koeman, sin embargo, retiró al canario y empató el Cádiz en su único tiro al arco de Ter Stegen.

BCNBarcelona
Barcelona
1
Ter Stegen, Alba, Piqué, Clement Lenglet, Sergiño Dest (Óscar Mingueza, min. 80), Frenkie De Jong, Pedri (Trincão, min. 73), Busquets (Pjanić, min. 64), Messi, Ousmane Dembélé (Riqui Puig, min. 80) y Griezmann (Braithwaite, min. 64)
CAD Cádiz
1
Cádiz
Jeremias Ledesma, Luis Espino, Fali, Marcos Mauro, Iza, Perea (Jens Jonsson, min. 75), Salvi (Iván Alejo, min. 62), Garrido (José Mari, min. 58), Jairo Izquierdo (Álex Fernández, min. 58), Rubén Sobrino y Negredo (Lozano, min. 58)
Goles 1-0 min. 31: Messi. 1-1 min. 88: Álex Fernández.
Árbitro Juan Martínez Munuera
Tarjetas amarillas Iván Alejo (min. 82) y José Mari (min. 85)

El mismo equipo que salió empequeñecido del inmenso Camp Nou por el PSG en la Champions no pasó del empate con el Cádiz. A pesar de que las dos competiciones son opuestas y la diferencia entre los rivales es abismal, el Barça es el mismo equipo insípido e inanimado, incapaz de distinguir entre jornadas y situaciones, expuesto a cualquier adversidad, igual de temeroso ante el PSG que frente al Cádiz. Los azulgrana regresaron desde el Camp Nou al Carranza cuando se suponía que se habían corregido a partir del 2-1 de diciembre que marcó un punto de inflexión: 10 victorias y tres empates en la Liga.

El marcador y el encuentro resultaron tan melancólicos para los barcelonistas que a nadie se le ocurrió hablar de aspiraciones sino de lamentos y estadísticas: marcó Messi, que ya ha batido a 38 equipos distintos después de vestir en 506 partidos la zamarra azulgrana en el torneo. El rosarino no para de batir récords para su frustración y la del Barça. Las marcas de hoy caen por inercia y solo sirven para subrayar la grandeza que tuvo ayer el equipo de Messi. “La tristeza no tiene fin”, dice la canción de Vinícius de Moraes, y el Barça no se saca la pena de encima ni siquiera en jornadas para animarse en el Camp Nou.

A partir de la misma alineación, el equipo barcelonista se aplicó en la cancha como si hubiera repasado el vídeo del partido contra el PSG y la charla posterior de Koeman. Los azulgrana se esmeraron en largas posesiones y se esforzaron en la presión aun cuando el viento limitaba la velocidad y la precisión, y por tanto favorecía la defensa del Cádiz. El ritmo del partido, sin embargo, era más lento que rápido, la pelota estaba muy quieta y las faltas tácticas y sobre todo los saques de esquina superaban a las ocasiones en la portería de Ledesma.

Los rivales saben que el Barça solo ha marcado un gol de córner desde el 8 de agosto de 2020. Ya van 242 y solo Braithwaite pudo poner el lazo a un centro de Messi y peinada de Mingueza ante el Dinamo de Kiev. No mejoró la estadística y por contra recurrió más que nunca al disparo desde la media distancia mientras que el Cádiz se estiraba de forma selectiva en las transiciones, consciente de la dificultad de los azulgrana para el repliegue, reincidentes en los fallos defensivos por impaciencia o falta de organización, a menudo muy expuestos en el área de Ter Stegen. Al equipo de Koeman le faltaba desborde y desequilibrio, demasiado pendiente de Messi.

No había juego por los costados y el fútbol se centrifugaba alrededor del 10. El gol no llegaría por las bandas, tampoco desde la elaboración, sino que marcarían los azulgrana después de que Alba recuperara el esférico y Pedri forzara un penalti por la entrada de Iza y Salvi. El canario se mostró tan clarividente como pícaro y Messi transformó la pena máxima con una serenidad y dulzura sorprendentes después de sus últimos tiros duros y certeros: 1-0. La agresividad de Pedri marcó la diferencia hasta el descanso sin más noticia del Cádiz que un remate con el muslo de Sobrino.

El cambio de Pedri

No acertó a puerta vacía el delantero y no atinaron por falta de puntería los azulgrana ante el desespero de Koeman. El equipo se abandonó, somnoliento y sin sentido colectivo del juego, entregado a los regates de Dembélé, al toque de Messi y al esfuerzo de Pedri. No encontraba la manera de penetrar en el bloque del Cádiz. Torpes como estaban los delanteros en la definición, sin poder concretar sus tiros a gol, Koeman optó por sustituir a Busquets y Griezmann. Nada nuevo cuando no funciona el fútbol del Barça. El partido entró en vía muerta por la impotencia azulgrana y por la resistencia del Cádiz.

La sorpresa fue que el técnico azulgrana también prescindió de Pedri, el único punto de luz en el Camp Nou, en un momento en que la victoria no estaba precisamente asegurada para el Barcelona. La contienda quedó a expensas del error habitual del Barça y de Lenglet, que como ya es su costumbre tumbó al delantero con el que se cruzó: Sobrino. El árbitro pitó penalti, el primero a favor del Cádiz durante la temporada, y empató Álex Fernández.

Nadie apostó por un remonte en la prolongación después de haber perdido el tiempo y equivocarse los jugadores y el técnico del Barça. A los muchachos de Álvaro Cervera les alcanzó con un bufido para tumbar el castillo de naipes del Barcelona. Los andaluces rompieron su racha de cuatro derrotas a costa de un rival que sumaba siete victorias, invicto desde su paso precisamente por Cádiz. No mezclan jóvenes y veteranos en el desconcentrado Barça, la pasividad se impone a la rebeldía y la Liga va camino de Madrid.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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