España cae, Muguruza fluye

El extraño batiburrillo en que se ha convertido la antesala de este Open de Australia, con un programa repleto de partidos, torneos en paralelo y haciéndose todo a la carrera después del complejo desembarco de los tenistas en el país, el amanecer de este sábado deparó una jornada de contrastes. El equipo español que competía en la ATP Cup se destensó y cedió en las semifinales contra Italia, mientras que Garbiñe Muguruza, inspirada como ninguna en esta semana preparatoria, ofreció otra muestra de que está fina y de que como ya ocurriera hace un año, cuando alcanzó la final de Melbourne, planea dar un golpe importante en el primer grande del curso.

Más información

Paula Badosa: “Me han tratado como a una delincuente”

“Hay pocos partidos tan cortos y en los que yo me haya sentido tan bien a lo largo de mi carrera, así que muy contenta por lo de hoy”, decía después de imponerse a Marketa Vondrousova por 6-1 y 6-0 (en 53 minutos), y lograr así un hueco en la final de este domingo (1.00) contra la australiana Ashleigh Barty. Va cargándose Muguruza de buenos argumentos para afrontar lo que viene, puesto que en esta semana de transición ha ido despachando rivales sin hacer ruido, pero con la determinación de los buenos días. La hispanovenezolana, de 27 años, sin expresarlo, lanza una advertencia: ha cedido únicamente 10 juegos en los cuatro partidos que ha disputado en 2021.

“Estoy jugando bien, pero el que esté jugando bien esta semana no quiere decir que la semana que viene, mágicamente, todo vaya a salir igual de bien. No me siento favorita. He entrenado duro y estoy contenta de que me estén saliendo las cosas; estoy acumulando todos los partidos posibles para ganar esa confianza que siempre ayuda, pero de ahí a decir que soy favorita para el Open… Hay rivales que están por encima de mí en el ranking, así que ellas son las favoritas”, contestó para contextualizar: las cosas marchan por el buen camino, pero nada de prisas. Partido a partido, la receta ideal para ella.

Mientras la organización hacer malabares para encajar todo el puzle y cuadrarlo todo, Muguruza aterrizará en el major inmediatamente después de medirse con Barty, la número uno. Se solapan los días y no hay tiempo para el respiro. Solo cabe cabalgar. Y así está haciéndolo ella, que deshilachó la oposición de Vondrousova en un abrir y cerrar de ojos, con un tenis punzante. En menos de una hora, la bicampeona de Grand Slam (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017) firmó una hoja de servicios inmaculada: cinco breaks, 10 errores, 19 ganadores. Solo perdió ocho puntos con el saque.

De esta forma, regresará un año después a una final. No pudo con Sofia Kenin en el pulso por el título del año pasado, pero el sol austral empieza a sentarle mejor que bien. Ella (15ª en la WTA) fue la nota alegre de un día en el que Italia le cerró el paso a España (3-0) en la ATP Cup. Sin fuelle, Pablo Carreño y Roberto Bautista perdieron frente a Fabio Fognini y Matteo Berrettini (6-2, 1-6 y 6-4, y 6-3 y 7-5 respectivamente; el dobles ni siquiera se jugó), por lo que los transalpinos se jugarán la próxima madrugada (01.00, #Dazn) la victoria final con la Rusia de Daniil Medvedev, superior a Alemania.

Le faltó chispa el conjunto español, que obviamente echó en falta a Rafael Nadal. El mallorquín arrastra unas molestias en la zona lumbar y pese a sus intentos por reengancharse a la causa de la competición, aterrizará directamente en el Open. No es una situación nueva. En 2018 y 2019 tampoco pudo guerrear en las semanas previas al grande australiano, y de nuevo su preparación se ciñe al rodaje de la pretemporada y las dos semanas de entrenamientos en la burbuja de Adelaida. Debutará el martes contra el serbio Laslo Djere (25 años, 56 del mundo), mientras Muguruza, lanzada, lo hará el mismo día ante la rusa Margarita Gasparyan (26/125ª).