El Valencia gana oxígeno ante el Elche
Wass protagoniza el sufrido triunfo del equipo de Javi Gracia ante un rival sin gol
En otro partido descolorido, sin brillo, y prácticamente hiperventilando durante todo el segundo acto, el Valencia hinchó sus pulmones de oxígeno y ganó una final ante un Elche menor y sin gol. El once de Almirón suma su decimocuarta jornada sin ganar y continúa anclado en el fondo de la tabla con siete derrotas y siete empates, aunque mantiene una desventaja de dos partidos de retraso con el resto de equipos del campeonato. Su última victoria fue precisamente ante el Valencia en el Martínez Valero el 23 de octubre.
Todo lo que pasó en la primera mitad lo protagonizó Daniel Wass. Las dos primeras ocasiones de gol fueron suyas. Instalado en la banda derecha, pero apareciendo muchas veces por dentro para liberar a Carlos Soler, dándole un punto de estudiado desorden a su equipo, el multiusos danés marró la primera opción de gol. Centró Gayà, Édgar Badía se comió el balón en su salida, Wass lo bajó al suelo, pero estrelló su lanzamiento en el estómago de Gonzalo Verdú. Su segunda aparición fue decisiva. Gonçalo Guedes centró combado desde la izquierda y el danés irrumpió en el área por detrás de Mojica para rematar picado con la frente y embocar el que fue el tanto del triunfo.
Mojica, una bala, el mejor efectivo en el ataque ilicitano, concedió en varias acciones defensivas como esa porque suele descuidar su espalda. Tras el gol se animó el Elche. Un lanzamiento de bolea del colombiano lo sacó Jaume, volando junto a su palo derecho; Morente bailó con Paulista y disparó alto después de dejar tirado en el suelo al central brasileño, desconocido en su regreso después de su lesión. Entre ambas acciones, el escurridizo Manu Vallejo recibió un codazo de Barragán dentro del área y provocó un penalti. El centro fue de Wass, que seguía estando en todas. Carlos Soler, infalible en los anteriores seis lanzamientos, falló la pena máxima ante el flaco Badía, que adivinó el tiro. El menudo Vallejo, combativo y agitador, porta la bandera en el ataque del Valencia ante el bajón de Maxi, que parece jugar a disgusto, y los problemas musculares de Gayà, que apenas se proyecta en ataque en su versión conservadora. Y sin las subidas del capitán y el físico del gigantón uruguayo, el Valencia está mermado y más chato.
El movimiento táctico de Almirón, cambiando el dibujo al 4-4-2, provocó que su equipo se estirara hasta meter al Valencia en su rincón en la segunda parte. El Elche dejó de esperar, propuso mejor fútbol, y sometió al grupo de Gracia, que sigue inseguro y sin confianza, pero arriba golpeó fofo, como todo el curso. La mejor ocasión del segundo acto, sin embargo, fue para Carlos Soler, que tras limpiarse con dos fintas a un par de rivales llevó el balón fuera.
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