Zidane: “No ha sido un partido de fútbol”
El técnico se queja del campo y dice que el encuentro debería haberse suspendido, mientras Kroos opina: “No hay excusas”
Los rescoldos del enfado del Real Madrid que comenzó a cocinarse durante las casi cuatro horas que permanecieron bloqueados en un avión en Barajas no se habían apagado después del encuentro. “Para mí esto no ha sido un partido de fútbol. Se tendría que haber suspendido. Todo el mundo quiere ver fútbol y esto no lo ha sido”, se quejó Zidane, muy enfadado después del encuentro. El entrenador no se refería solo al complicado viaje, bajo lo peor del paso del temporal Filomena por Madrid, sino al estado del campo, que no consideró adecuado: “Las condiciones eran muy complicadas y ya está, y en estas condiciones hemos visto lo que hemos visto y no ha sido un partido de fútbol”, insistió. Lo repitió en todas sus intervenciones, aunque no todos en el equipo se agarraron a eso. Kroos, por ejemplo: “No hay excusas del campo, hemos jugado los dos”.
Sin embargo, no hay duda de que el partido en Pamplona encendió otra pequeña guerra subterránea entre LaLiga y el Real Madrid, indignado por las condiciones del viaje. Desde que subió al avión, sobre las pistas heladas de Barajas mientras la nieve sepultaba Madrid, cayó en un enredo difícil de deshacer.
A medida que pasaba el tiempo, las condiciones empeoraban, con lo que el aeropuerto perdía capacidad para tramitar vuelos. El ministro Ábalos llegó a darlo por cerrado. También aumentaba el malestar de la expedición blanca, que atribuía a LaLiga haberles obligado a viajar en aquel momento. “Desde LaLiga, ha sido lamentable lo que han hecho. Somos personas, no somos un espectáculo. No somos marionetas que tenemos que jugar siempre”, se quejó Courtois tras la cita en El Sadar.
Otro horario
Ayer fuentes próximas a la patronal explicaban que habían pedido que viajaran el viernes en lugar del día del partido, pero que no habían fijado la hora. En el momento del bloqueo la marcha atrás era compleja. También a medida que avanzaba la noche había ido quedando claro que quedaban pocas oportunidades para despegar y llegar a tiempo a la hora fijada para el encuentro, que seguía vigente. O aguantaban, o no llegaban, con el riesgo que suponía de que les dieran el partido por perdido. Y el comandante del avión aún pensaba que era posible despegar.
El aeropuerto se clausuró para los aterrizajes, pero quedaba un pequeño margen para salir. Aunque la situación era límite. Mientras el vuelo del Athletic, que debía haber jugado ayer contra el Atlético en el Wanda, daba la vuelta a Bilbao, la tripulación al cargo del Madrid decidió salir, tal como contaron ayer los controladores aéreos en Twitter: “Es quien decide si en determinadas condiciones de pista puede o no despegar. En ese momento, sólo estaban restringidas las operaciones de aterrizaje, no las de despegue. Por tanto, despegó después de realizar el deicing”.
La de la tripulación, que es quien decide si en determinadas condiciones de pista puede o no despegar. En ese momento, sólo estaban restringidas las operaciones de aterrizaje, no las de despegue. Por tanto, despegó después de realizar el deicing. Salu2
— 😉Controladores Aéreos 🇪🇸 (@controladores) January 9, 2021
El deicing es el deshielo del aparato, necesario cuando se acumula hielo en la aeronave, sobre todo en las alas y en el timón de cola. Por eso, en estos casos los fumigan con una mezcla de agua y glicol disparada a presión a más de 80 grados centígrados. El agua caliente derrite el hielo y el glicol previene de que vuelva a formarse, en particular durante la maniobra de despegue, la más delicada.
La protección dura apenas unos minutos, así que en cuanto los fumigaron, la expedición del Madrid despegó hacia Pamplona, donde aterrizó a las 23.12, más cansada y enfadada de lo que preveía de un viaje que habitualmente es un pestañeo. Tomaron tierra en Navarra con la certeza de que pasarían allí al menos dos noches: Barajas quedó cerrado a sus espaldas. Fueron los últimos en salir. Ayer no admitió vuelos en todo el día. “Ahora no sabemos cuándo vamos a poder volver a Madrid. Igual tenemos que ir directamente a Málaga [para la Supercopa de España, el jueves]”, lamentó ayer Courtois.
La contrariedad de la expedición la alimentó también el fracaso de los intentos informales del club de adelantar la hora del encuentro el propio sábado. Fuentes próximas a LaLiga sostienen que no es tan sencillo modificar un horario, por compromisos contractuales, el rival... En el alto mando blanco hay algo más de comprensión de estos condicionantes que entre la plantilla, después del encierro y con dos noches más de las previstas fuera de casa. Con pocas pistas de en qué condiciones podrían regresar, a la espera de cómo evoluciona el estado de las carreteras y las pistas de aterrizaje en Madrid después de la histórica nevada. “No sabemos ahora lo que vamos a hacer, si mañana vamos a viajar, el lunes...”, lamentó Zidane.
El entrenador francés quiso que fuera una queja sobre el funcionamiento del negocio, como la de Courtois, y matizó que no deseaba que se tomara como una excusa: “Nosotros jugamos el partido porque nos dijeron de jugar el partido, y al final hemos visto lo que hemos visto”.
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