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LaLiga Santander jornada 26
Sevilla
Sevilla
En-Nesyri 12'Lucas Ocampos 45'En-Nesyri 93'
3 2
Finalizado
Osasuna
Osasuna
Aridane 64'Roberto Torres 73'

El Sevilla tira de épica para batir a un bravo Osasuna

Los de Arrasate empataron tras un 2-0 en contra y con un futbolista menos hasta que En-Nesyri hizo el 3-2 en el minuto 93

Rafael Pineda
En-Nesyri celebra el gol del triunfo del Sevilla.
En-Nesyri celebra el gol del triunfo del Sevilla.CRISTINA QUICLER (AFP)

El Sevilla tiró de épica para batir a un bravo Osasuna. Dentro de los miles de partidos que se vivieron en la matinal sevillana, acabó triunfando el conjunto de Lopetegui con un afortunado gol en el minuto 93. Se había desatado un estado de nervios tremendo en el Sevilla porque Osasuna, con uno menos, había igualado un 2-0 en contra. La desaparición de los andaluces en el segundo tiempo fue un auténtico misterio. Una fuga muy bien aprovechada por los futbolistas de Osasuna, que solo se rindieron en el alargue con un gol de En-Nesyri después de que el central Koundé, como Alexanco en los tiempos del Barcelona de Cruyff, actuara de delantero centro y sirviera el balón de cabeza a su compañero. Ahí dobló las rodillas este valiente Osasuna, que supo jugar con las dudas de un Sevilla que jugó un aceptable primer tiempo y se vino abajo en un segundo donde su juego fue de un discretísimo nivel. Lo curioso del caso es que el Sevilla alcanza unos excelentes 46 puntos, que no deben tener mucha continuidad si el grupo sigue desprendiendo tan malas sensaciones. El resultado no debe taparlo todo. Es un defecto imperdonable en las alturas que un equipo que aspire a la Liga de Campeones se deje empatar por un Osasuna en inferioridad por la expulsión de su portero Herrera. En la grada de Nervión se percibe, además, una gran animadversión contra Lopetegui a pesar de que los resultados mantienen al Sevilla en todo lo alto de la clasificación y una semana más en puestos de Liga de Campeones.

El Sánchez Pizjuán ya fue una hoguera el pasado jueves. El Sevilla había pasado de manera milagrosa a los octavos de la Liga Europa frente al débil Cluj. La afición del Sevilla protestó de manera airada. La bronca se incrustó en la mente de Lopetegui. Decidido a cambiar los ritmos de un equipo que parecía cascado, el técnico ejerció de entrenador y revolucionó la alineación del Sevilla en busca de aire fresco y talento. Hasta seis cambios introdujo y el conjunto andaluz pareció otro. No es que fuera un ciclón, pero los cambios dieron aire. Un soplo necesario ahora que la competición entra en su fase decisiva y la Roma aparece en la Liga Europa. Arrasate también lo intentó. Pero Osasuna no tiene la amplitud de plantilla del Sevilla y está herido en ataque con la grave lesión de Ávila.

Del torbellino de cambios realizado por Lopetegui apareció un fantástico Óliver Torres. Es posible que al centrocampista le falta carácter para ser un futbolista de época, pero también es cierto que tiene lo que le faltaba a este Sevilla tan rocoso: desborde, riesgo, visión de juego y pase al hueco. Óliver volvió a lo grande, con un robo de balón y un pase de gol a En-Nesyri que el marroquí convirtió de manera estupenda. El delantero, con espacios, es otro. El tanto tranquilizó al Sevilla y fue una carga pesada para un Osasuna que jugó con un doble lateral en la parte izquierda y donde solo destacaba Roberto Torres. Poco para hacer daño al Sevilla. En el equipo andaluz, jugadores como Escudero parecían resucitados, el inédito Rony Lopes no desentonaba y solo Vázquez era incapaz de reivindicarse. Por momentos se vio a un gran Sevilla, como en un jugadón entre Navas y Ocampos (otra vez en la derecha) que el argentino no convirtió en gol de milagro. No obstante, Ocampos golpeó de cabeza justo al filo del descanso. El córner lo sacó Óliver Torres con un golpeo preciso para que llegara el segundo tanto del Sevilla.

Nadie podía esperar lo que ocurrió a continuación. Sobre todo después de que el meta Herrera viera la roja en una acción que Del Cerro Grande tuvo que ver varias veces en el monitor. Osasuna, con todo perdido, se tiró hacia arriba. Le metió presión en inferioridad a un Sevilla demasiado ansioso, que desapareció hasta el punto de conceder dos goles a balón parado. Primero en un remate de Aridane tras una buena falta de Roberto Torres. Luego, después de un penalti de Escudero por mano que también tuvo que ver Del Cerro en el monitor. Marcó Roberto Torres y el pánico se desató en Nervión. El Sevilla, al menos, tuvo fuerzas para meter a Osasuna en su área en el tramo final del choque. Más bien Navas, incansable en la banda. Su centro en el minuto 93 encontró a Koundé después de un impresionante salto del defensa. El balón correteó por el área pequeña hasta que En-Nesyri lo metió en la portería por debajo de las piernas de David García. ¿Cómo es posible que el tercer clasificado de LaLiga juegue tan mal al fútbol? Para colmo, puede perder por varias semanas a un futbolista clave, Fernando, lesionado en el aductor en la primera mitad.

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