Combate nulo entre Granada y Celta
El punto satisface a los andaluces, pendientes de la Copa, y alivia a los gallegos, con cuatro partidos seguidos sin perder
Combate nulo entre el Granada y el Celta. La cercanía de la vuelta de la semifinal de la Copa, que mide a los andaluces ante el Athletic el próximo jueves, tuvo un influjo decisivo en el Granada. Su entrenador reservó hasta a seis titulares y era lógico que la mente de los futbolistas estuviera en el choque ante los vascos. El punto, no obstante, satisface a los andaluces, que mostraron su alto nivel competitivo y guardaron fuerzas para la batalla copera acumulando 37 puntos. Además, gozaron de la única ocasión clara de peligro en todo el partido. Fue un gran remate de Puertas que dio en los dos palos y no entró de milagro en la meta de Rubén. El Celta, por su parte, se alivia con un empate que le separa tres puntos del descenso y, al mismo tiempo, confirma su tendencia al alza al acumular cuatro partidos seguidos sin perder.
El Granada ha llegado a un nivel muy alto. Su técnico, Diego Martínez, dio descanso a seis titulares como son Víctor Díaz, Germán, Gonalons, Machís, Carlos Fernández y Puertas. El motivo, obviamente, es el partido que quita el sueño a la afición del equipo andaluz, la semifinal de Copa del próximo jueves ante el Athletic. Pues incluso con tan notables ausencias, el Granada compitió con una gran dignidad ante un Celta que se jugaba la vida. La conclusión es que juegue quien juegue en el Granada el equipo apenas se resiente. Lo demostró Vallejo, con una aseada actuación. Además, con guerreros como Soldado todo siempre es más fácil. A los locales, no obstante, les faltó pegada en un primer tiempo donde los dos equipos se impusieron claramente en defensa. También fue encomiable el espíritu del Celta, que se plantó con tres delanteros y un aire de equipo que quiere jugar bien al fútbol a pesar de sus apuros clasificatorios. Los futbolistas de Óscar García tocaron muy bien la pelota en el primer acto.
El Granada, con la Copa metida en su mente, apenas llegó en el primer tiempo a la meta de Rubén. Solo en la última jugada de este periodo, un remate de Soldado salió algo desviado. Las buenas prestaciones defensivas de ambos equipos se impusieron con solvencia a los ataques. Apenas se concretaron las llegadas ni hubo disparos entre los tres palos.
El partido tomó cierta velocidad en los primeros compases de la segunda mitad. Foulquier, pletórico en sus arrancadas, disparó fuera. Poco después, Vico resbaló con todo a favor. El Celta bajó sus prestaciones en este segundo curso, donde solo llamó la atención un disparo de Sisto bien resuelto por Rui Silva. Rafinha apenas tuvo el protagonismo de otros choques, como en el Santiago Bernabéu, donde dio una lección de cómo conducir a su equipo. No es cómodo jugar ante el Granada, un equipo que le complica mucho la vida al rival y que jamás se rinde. De hecho, el cuadro andaluz llegó mucho mejor al tramo final del choque. El Celta había perdido el balón y, de paso, estuvo a punto de perder el partido. Foulquier, incansable, centró al área, donde emergió Puertas para realizar un fantástico remate de cabeza. El balón dio a los dos palos después de superar a Rubén. Se salvó el Celta. No así Aspas, que vio la quinta amarilla y no podrá jugar el próximo encuentro frente al Getafe. El punto, en definitiva, satisfizo a ambos equipos, aunque quizás el Celta perdió una buena oportunidad para ganar a un rival con la mente puesta en su sueño copero. Granada vive por y para esa semifinal copera que el próximo jueves disputará ante el Athletic con la desventaja del 1-0 de la ida. La capital andaluza ya está hasta engalanada para la ocasión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.