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El Camp Nou pide la cabeza del presidente

La grada evidencia con una pañolada, pitos y gritos de “dimisión” la crisis institucional que ha puesto en jaque a la junta directiva del Barcelona

El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, en el campo.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, en el campo.Joan Monfort (AP)

La crisis institucional que acecha a la junta directiva del FC Barcelona y, en especial, a su presidente, Josep Maria Bartomeu, se dejó notar ayer en el Camp Nou. El público que asistió al estadio recibió al máximo dirigente azulgrana con una evidente pañolada y una sonora pitada. Ambas, además, vinieron acompañadas de gritos de “Bartomeu, dimisión”.

Después de una semana convulsa, en la que se conoció que el club azulgrana tenía contratada a una empresa, I3 Ventures, para monitorizar las redes sociales y mejorar la imagen de Bartomeu aunque para ello se divulgaran mensajes en los que se ataca a terceros, entre ellos los propios futbolistas, empresarios y el entorno azulgrana, los seguidores culés respondieron desde las gradas del Camp Nou.

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Sucedió poco antes de que comenzara a rodar el balón. Había finalizado el himno y los jugadores se hacían la foto de rigor. Fue entonces cuando los pañuelos blancos y los silbidos asomaron a las tribunas justo en el momento en que el presidente aparecía por el palco para tomar asiento. El encuentro debía haber comenzado a las cuatro en punto, pero el inicio se retrasó unos siete minutos por un fallo técnico —los árbitros tenían problemas con el audio, lo que dificultaba la comunicación con la sala del VAR—, lo que dio todavía más minutos y más cancha a los críticos con la gestión del presidente.

Además, cuando apenas cuatro minutos después del pitido inicial se detuvo el partido para dilucidar si hubo fuera de juego en el gol de Sergi Enrich (y lo hubo), los más críticos volvieron a la carga con su mensaje: “¡Bartomeu, dimisión!”, lema que se vio escrito en alguna pancarta, una de ellas —“Bartomeu, out”, podía leerse— muy visible y bien cerca del palco de autoridades desde el que el presidente siguió el encuentro.

Desde Rijkaard

Desde tiempos de Rijkaard (hace más de 12 años) no se veía una reacción tan clara y estruendosa por parte del Camp Nou a la actividad de la junta directiva.

Los aficionados, críticos en su mayoría, respetaron, eso sí, los tiempos para el juego. Y aplaudieron y animaron al equipo como en la mejor de las jornadas. Solo unos pocos se concedieron un par de paréntesis, como aquel a los cuatro minutos de partido, o cuando Bartomeu volvió a aparecer por el palco presidencial después del descanso. Lo hizo con el encuentro ya empezado, de manera que pudiera advertirse menos su presencia. Pero hubo unos pocos que no perdonaron.

“Cada uno es libre de decir lo que le apetezca. Lo importante es que nosotros hemos sentido el apoyo de la afición, que ha disfrutado de un gran equipo. Queremos disfrutar juntos”, declaró Rakitic al terminar el partido. Los goles de Messi, madrugadores y abundantes, ayudaron al público y a los dirigentes azulgrana a sobrellevar la tarde. También al equipo, que no es ajeno al escándalo, por mucho que lograra imponer el fútbol a los negocios que se dilucidan en los despachos.

Por eso cree el técnico, Quique Setién, que sus futbolistas no sucumbieron a esa presión, la de sentirse responsables de aliviar a la junta con una victoria. Básicamente porque lo suyo es la pelota y el márketing. “Este es un equipo con unos jugadores, que, como a mí, lo que les interesa es competir, jugar, el fútbol. Obviamente, eres consciente de lo que puede pasar, pero esta gente se aísla y la realidad es que lo que les interesa de verdad es preparar los partidos bien, trabajar durante la semana, salir al campo… Todo el ruido mediático que tenemos alrededor no lo podemos controlar; lo importante es aislarse y centrarse en lo que te tienes que centrar”, añadió Setién.

Fue Guillermo Amor, como siempre, y en tanto que responsable de Relaciones Institucionales del Barcelona, el responsable del club que habló a los micrófonos de Movistar Fútbol antes de que comenzara el encuentro. Y antes, por ende, de que sonaran los silbidos y el descontento de la afición con la junta directiva presidida por Bartomeu. Aunque ya entonces exhortó a centrarse en el fútbol y dejar de lado el escándalo en torno a la contratación de I3 Ventures.

Era clave, dijo, llevarse los tres puntos ante el Eibar y poner presión al Madrid. Y era, también, muy importante poner la atención en los partidos que vienen, ante el Nápoles y el Madrid. “Está claro que es una semana importantísima”.

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