David Castera: “En este Rally no hay nada conocido”
El director del Rally Dakar analiza en esta entrevista el aterrizaje de la carrera en Arabia Saudí, la enorme competitividad en motos y el impacto de la llegada de Alonso
David Castera (Sauveterre, Francia; 49 años), despeluchado, tocado por el sol saudí, tan lejos del frío invierno de la Andorra en la que vive desde 2015, supervisa desde el helicóptero cómo va la especial. Aparece por el vivac del Rally Dakar cuando cae el sol, recibe las consultas y las quejas de los participantes al final del día, en torno a una hoguera y una suerte de escenario en el que se levanta una pantalla gigante que va repasando la etapa. Y asume que ser el jefe no es lo mismo correr en moto.
Piloto de enduro y rallies, el francés compitió mucho antes de ser la mano derecha de Etienne Lavigne, a quien sustituye en esta edición como director del Dakar después de haber sido el responsable deportivo de la prueba durante diez años. Antes, eso sí, se permitió unos añitos más de enfundarse el mono. Volvió a la competición como copiloto de Cyril Despres —el tándem terminó tercero en el Dakar de 2017— y de Stéphane Peterhansel, el año pasado.
Pregunta. ¿Cómo es esto de volver a enfundarse la camiseta de ASO, empresa organizadora del Dakar?
Respuesta. No es fácil. Es más fácil estar del otro lado. Los pilotos también tenemos problemas, pero son más fáciles de soportar. Esto es difícil también porque hemos cambiado de país y de continente, porque tienes que organizarlo todo de cero, además teníamos un equipo nuevo. Hemos pasado un año un poco difícil, intenso. Yo estaba con Ettienne en 2009 cuando cambiamos a Sudamérica y también fue complicado.
P. ¿El Dakar dejó Sudamérica porque el modelo estaba agotado o por las dificultades económicas de los países en los que se corría, como Chile, Perú y Argentina?
R. En 11 años hemos hecho muchas cosas en América del Sur y es cierto que el modelo estaba agotado, pero teníamos un problema mayor. Con los problemas sociales y financieros de estos países era complicado ver un futuro para el Dakar. Cuando tuvimos que tomar la decisión, dudamos, y suerte que no nos quedamos allí, porque con todo lo que está pasando seguramente el Dakar se hubiera acabado. Ahora estaríamos en casa.
P. ¿Qué dificultades ha tenido diseñar este Dakar?
R. Es increíble, al final el diseño del recorrido ha sido la cosa más fácil de este año. Cuando vinimos a estudiar el terreno, llegamos con nada más que nuestras maletas. Pero solo con lo que tiene este país, con lo que hay ahí fuera, ya tienes un Dakar. Eso nos ha ayudado mucho. Hay pistas por todos lados, y muchas opciones.
P. ¿Qué peculiaridades se han encontrado por tratarse del país que es y qué dudas? Al final vienen a un lugar que trata de abrirse a occidente pero en el que persiste la falta de libertades.
R. Yo he venido aquí sobre todo para organizar una carrera deportiva, eso lo primero. Pero está claro que si hoy ellos quieren acoger el Dakar, que es una carrera que se ve en todo el mundo, es que están a favor de la apertura, si no estarían locos. Seguro que nada va a cambiar de un día para otro, eso no ha pasado nunca en ningún país.
P. ¿Garantizar la seguridad de los competidores y toda la gente que se enrola en el Dakar ha sido un dolor de cabeza, especialmente después de que días antes de arrancar saltara la crisis entre Irán y Estados Unidos?
R. No tanto. Ya habíamos dibujado el trazado un poco como en la época de África, donde había muchos lugares que había que evitar, por dónde no había que pasar. Aquí también hay sectores que sabemos que son más conflictivos, como Yemen, por eso hemos intentado quedarnos lejos de esa zona. Del conflicto entre Irán y Estados Unidos se habla más en otros países que aquí, aquí estamos tranquilos. Nosotros, como organizadores hablamos directamente con la policía y con nuestros interlocutores. Hablamos con las embajadas, con el ministerio y por el momento no hay nada en particular que tener en cuenta. Avanzamos tranquilos.
P. Volvamos a la competición. Hace años que no hay un claro dominador en la categoría de motos.
R. Hemos tenido diez años repartidos entre Despres y Coma, diez años en los que todo el mundo sabía que uno de los dos iba a ganar el Dakar. Hoy tenemos diez pilotos que pueden ganar y eso es increíble, es buenísimo para la carrera y para el deporte en general. El caso es que van muy rápido, mucho más que antes. Antes, con Cyril y Marc, si uno de los dos decidía no ir muy rápido, se seguían y no se molestaban en toda la carrera; no lo hablaban, pero lo hacían naturalmente, era un pacto tácito. Hoy eso no existe, con ocho o diez pilotos rápidos, cada día están todos obligados a dar gas al máximo. A mí me dan más miedo que otra cosa. No pueden ser tan estrategas, porque no puedes hacer una estrategia cuando siempre habrá al menos uno que decida atacar y acabe sacándote cinco o seis minutos. Ha cambiado mucho la filosofía de esta carrera. Además, son pilotos diferentes, no vienen tanto del enduro como antes; son más pilotos de motocross, pilotos de acción.
P. En coches, las leyendas siguen mandando.
R. En coches es verdad que estamos ahí un poco con los viejitos todavía. En la segunda etapa ganó un piloto prácticamente desconocido [el lituano Vaidotas Zala], y eso está muy bien para la carrera. Espero que encontremos más pilotos así para el futuro. Pero es verdad que hay pilotos que todavía marcan la diferencia, como Stéphane Peterhansel, que puede ganar cada año. Así que no se puede pelear contra eso, son pilotos muy buenos, como Nasser Al Attiyah o Carlos Sainz.
P. ¿Qué significa la presencia de Alonso para el Dakar, más allá de lo que pueda conseguir deportivamente?
R. Todo el mundo sabía que alguien que llega así, tratándose de un campeón del mundo de la fórmula 1, no puede ganar este rally. Eso no lo ha hecho nadie, bueno, el único que logró ganar el Dakar en su debut fue Ari Vatanen, que venía de los rallies. Pero aquí es muy diferente. Alonso está acostumbrado al asfalto y a un camino conocido. Y aquí no hay nada conocido. Pero, por otro lado, es muy interesante para nosotros tener a gente que viene de otras disciplinas, que viene a probar, es la fuerza del Dakar. Por eso estamos contentos de que Alonso esté aquí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.