Nadal enfoca a Thiem, Tsitsipas y Rublev en el Masters

Con el curso a punto de bajar la persiana, el calendario tenístico ofrece a partir del domingo el jugoso carpetazo del Masters, que concluirá el próximo día 22. Se trata de la última edición en el O2 de Londres, escenario atractivo donde los haya. Por allí desfilará por última vez Rafael Nadal, que aterrizó el miércoles en la capital inglesa y este jueves se ejercitó en el marco que dirimirá quién es el próximo maestro. El balear, de 34 años, debutará el domingo (no antes de las 21.00, Movistar+ Deportes) y forma parte del grupo que completan Dominic Thiem, Stefanos Tsitsipas y Andrey Rublev. El ruso será su primer rival.

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Por el otro lado, Novak Djokovic encabeza una nómina en la que figura al lado de Alexander Zverev, Daniil Medvedev y Diego Schwartzman. El torneo celebra sus 50 años (arrancó en Tokio, 1970) y el formato seguirá siendo el tradicional: los integrantes de cada bloque se batirán entre ellos (round robin) y los dos primeros de cada uno obtendrán el acceso directo a las semifinales. El campeón se embolsará 1.500 puntos y, en este sentido, cabe recordar que Nole cerrará la temporada como número uno; tiene el aliciente el serbio, también, de igualar las seis coronas logradas por el ausente Roger Federer.

Nadal, mientras, asiste con la posibilidad de engarzar la primera. Disputó las finales de 2010 y 2013, pero cedió en ambas, ante Federer y Djokovic respectivamente. Hace un año aterrizó tocado (lesión abdominal) y no superó la liguilla, pero en esta ocasión llega más fresco que nunca, puesto que solo ha podido jugar 30 partidos; el último de ellos en París-Bercy, donde cayó en las semifinales contra Zverev. De eso no hace ni una semana, y allí las sensaciones no terminaron de ser del todo positivas. Remontó en el estreno contra Feliciano y tras una ronda de transición frente a Jordan Thompson también fue exigido por Pablo Carreño, perdiendo al día siguiente ante el alemán.

En todo caso, se marchó con el buen sabor de boca que le dejó su victoria 1.000 en la élite y la cita le sirvió, al fin y al cabo, para aclimatarse al difícil contexto indoor. Ahora tiene de nuevo un extraordinario aliciente, el de obtener el único gran título que le falta en su palmarés, y para ello tendrá que abordar en la liguilla a un tridente que no llega en su mejor momento.

Thiem, por ejemplo, no pudo competir en Bercy debido a unas molestias físicas. El austriaco intervendrá por quinta vez en el Masters, después de haber alcanzado la final el año pasado y de haber elevado este curso su primer grande, en Nueva York; sin embargo, decepcionó en Roland Garros y a continuación se quedó en los cuartos de Viena, renunciando luego al Masters 1000 de París. No obstante, su progresión en superficie rápida es más que palpable —cuatro de sus seis últimos trofeos se produjeron en pista dura— y obliga siempre a estar a alerta, instalado firme como número tres de la ATP.

Abrirá el torneo el domingo (no antes de las 15.00, Movistar+ Deportes) frente a Tsitsipas, el último maestro. Ganó en su primera participación, perdiendo solo contra Nadal, precisamente. Esta vez, el griego no afronta la cita demasiado fino. Cayó en la primera ronda de Bercy, frente al local Ugo Humbert, y su rendimiento anual ha sido bajo, sin llegar a cumplir las expectativas que suscita uno de los juegos más sugerentes del circuito. Con una tendencia diametralmente opuesta irrumpirá Rublev, ganador en San Petersburgo y Viena, y el tenista más triunfos (40) y títulos (5) ha logrado en 2020; eso sí, la única vez que se midió a Nadal, en el US Open de hace tres años, el balear le redujo en tres sets.