Zidane: “No nos hemos asustado”
El técnico blanco valora la reacción de su equipo en un duelo definido, hasta la aparición de Casemiro, por la actividad de Asensio y Thuram
Hasta la aparición milagrera de Casemiro, todo sucedió entre Marco y Marcus. Ellos dos ilustraron el partido de sus equipos en Mönchengladbach, al lado de la frontera de Alemania con los Países Bajos. El primero, Marco Asensio, amenazó. El segundo, Marcus Thuram, mató.
En una puesta en escena lustrosa de los blancos, el balear chispeaba por la izquierda, trazaba un eslalon, llegaba al área y hasta probaba a Sommer con la pierna derecha. En el otro fondo, Thuram corría, perseguía rivales sin mucho éxito, pero en la primera que le llegó en condiciones, fulminó a Courtois. El Madrid la había perdido en el centro del campo, Plea conectó con el francés y este se la colocó por la escuadra al meta belga. Se trató del primer tiro de los locales. Los visitantes ya habían hecho diez, dos entre los tres palos, aunque ninguna ocasión flagrante. Fogueo contra dinamita.
A la vuelta del descanso se añadieron más detalles a la trama. Asensio siguió maniobrando en el ataque blanco, mandó una al palo cuando los telespectadores —ya no hay aficionados— aún estaban dejando la cena en la cocina y participó en otra acción peligrosa medio minuto después. Sin embargo, en un nuevo relámpago teutón, Thuram recogió un rechace de Courtois a un tiro de Plea y embocó el segundo. El Madrid de Asensio lo intentaba, el Gladbach de Thuram ejecutaba.
Los mejores minutos del curso del balear, que enlazó su tercera titularidad consecutiva, los chafó un chico de 23 años, nacido en Parma (Italia), hijo de un campeón del mundo, que debuta esta temporada en Champions. Él, en alianza con su compinche Plea, expresó bien el credo de su entrenador, Marco Rose, heredero de Klopp. Es el nuevo dictado del fútbol: velocidad e intensidad. A los 70 minutos, este francés que debe su nombre a un líder jamaicano referente a principios del siglo XX de la lucha por los derechos de los ciudadanos negros enfiló el camino al banquillo tras la gran noche de su carrera. Así seguro que lo habrá comentado esta madrugada con su padre en la conversación habitual de después de cada encuentro.
Asensio continuó en el campo diez minutos más, frustrado con el 2-0. Desde el banquillo, dolorido por un golpe, contempló la aparición salvadora de Casemiro. El brasileño asistió primero desde la línea de fondo de cabeza a Benzema en el 87 y recogió un balón dentro del área en el 93 para igualar un encuentro que apuntaba a siniestro. “Han llegado dos veces y nos han metido dos goles”, resumió resignado el mediocentro. “Es verdad que no estamos en una zona confortable y tenemos que mejorar, pero hoy hemos trabajado mucho. Si hay una forma de jugar, es esta. Volvimos a pelear, es el camino”, valoró.
Carácter
El análisis de Zidane abundó en el esfuerzo de los suyos con todo perdido, tras esquivar una derrota que les hubiera dejado en una posición muy delicada en el grupo. “El contenido general ha sido muy bueno. Demostramos carácter y estoy orgulloso de mis jugadores. Merecimos el empate y, a lo mejor, un poquito más. Me quedo con la reacción”, subrayó el técnico francés.
“La primera parte fue muy buena. En un error encajamos el primero y seguimos. También con el 2-0. Con dos goles abajo, es complicado volver en Champions y nosotros no nos hemos asustado. Estoy tranquilo porque, si veo así al equipo, seguro que haremos cosas”, explicó.
“Nos faltó meter primero. Ellos aciertan en una pérdida nuestra y la ponen en la escuadra. Son buenos. Lo que me interesa es la reacción”, enfatizó. “Vamos a pasar de fase. Al final, estamos en la misma posición que el año pasado”, dijo el entrenador blanco sobre el punto acumulado después de dos duelos. Entonces, el Madrid salvó el match ball con dos victorias seguidas ante el Galatasaray. Ahora, el rival en los dos próximos compromisos será un Inter nada sobrado (dos puntos). Los blancos enlazan cuatro encuentros sin ganar en Europa y a punto estuvieron de sumar cuatro derrotas consecutivas, lo que hubiera sido lo nunca visto en Chamartín.
El técnico, que por primera vez desde hace mucho tiempo no sorprendió en la alineación, dio carrete a falta de 20 minutos a Hazard, que dispuso de una clara nada más salir. “Acaba de empezar, poco a poco”, dijo tras 81 días sin ver al belga sobre un campo. Más expresivo se mostró con Asensio: “Hizo un buen partido. Es muy dinámico y en conducción tiene peligro”, analizó. Entre Marco y Marcus anduvo el juego hasta que Casemiro surgió de la oscuridad.
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