Luis Enrique: “Adama fue Adama”
Nueve de los once titulares de la Roja no pasaban de 10 internacionalidades
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El goteo de los 2.500 aficionados portugueses que acudieron al fútbol por primera vez desde el estallido de la pandemia se difuminaba con el colorido diseño de las butacas del estadio José Alvalade. Pero se quedaron de inicio sin ver ese triple duelo en el que Cristiano apadrinaba a João Félix y Ansu Fati.
No tuvo enfrente Cristiano a Sergio Ramos, suplente porque para conformar la alineación Luis Enrique tiró en parte de partidos y minutos jugados por los internacionales en sus clubes. El once fue construido con una rigurosa medición de los esfuerzos ante el cargado calendario. La pareja de centrales la conformaron Diego Llorente y Eric García, cinco internacionalidades el primero y una el segundo. Un dato en consonancia con la mayoría de los escogidos por el técnico asturiano. Excepto Sergio Busquets y Rodrigo Moreno, del resto de los españoles ninguno pasaba de las 10 internacionalidades. “Puffff, hay veces que yo también me sobrecojo al verlo, pero luego ves la primera media hora que hemos hecho”, expresó Luis Enrique, que elevó el tono para resaltar que “España no especula”.
El central de la Real y el del City marcaron la línea defensiva a la altura del centro del campo. Unos metros más atrás y muy por delante de la media luna, Kepa sellaba la intención de esa atrevida línea defensiva. La novata pareja de centrales era la primera línea de un equipo muy corto, que ahogó a Portugal media hora larga. “Han estado los dos soberbios, no hay que olvidar que Eric es un jugador de 18 años, pero con mucha personalidad. Llorente ha estado bien saliendo con el balón y muy efectivo en las acciones defensivas. Para hacer esa presión era importante que los dos centrales jugaran así. También han influido los más veteranos. Yo veo a Busquets en el campo y me siento tranquilo”, elogió Luis Enrique.
La asfixia local tuvo como principal víctima a Cristiano. Ni caído a la izquierda ni por el centro, donde le anticiparon bien Llorente y Eric García, el capitán portugués apenas entró en acción. Inhabilitado, se dedicó más a abroncar y arengar a sus compañeros. Solo al final del primer acto pudo emerger. Primero en el segundo palo para dejarle de cabeza un remate franco a Renato Sánchez y después para conectar un cabezazo picado en un saque lateral de falta.
El ciclón Adama
Ese despertar de Cristiano tuvo su continuidad en el segundo tiempo. Primero con un violento disparo que estalló en la parte baja del larguero y rebotó unos centímetros por delante de la línea de gol. Kepa, al que Luis Enrique reconfortó con la titularidad en medio del bache que atraviesa en el Chelsea, solo pudo escuchar el cimbreo del travesaño tras el pelotazo. El mismo ruido que escuchó poco después de que CR se sacara un pase con el exterior que Renato Sánchez también estampó en el larguero.
Esa fue la última acción de Cristiano antes de ser reemplazado por João Félix. Para entonces, ya se había producido el esperado estreno de Adama Traoré. A la tercera fue la vencida. Poco tardó el extremo del Wolverhampton en poner a funcionar ese cuerpo mezcla de velocista y halterófilo. La primera de esas conducciones a todo tren en las que no conoce a nadie hasta que gana la línea de fondo reventó a Semedo. “Adama ha sido Adama en estado puro. Ha sido lo que es y lo que queremos que sea, con una capacidad enorme para superar contrarios. Hemos cambiado para generar más situaciones de pase para él. Es un especialista del uno contra uno, da igual que tenga delante uno, dos o tres rivales, va a ser capaz de sacar los centros y de generarnos superioridad”, dijo el seleccionador.
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