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El desencanto de Morata y Simeone

El Atlético acepta la petición del delantero de marcharse a la Juventus ante la falta de confianza mutua con el técnico

Simeone y Morata, tras la victoria del Atlético en Anfield. Getty
Simeone y Morata, tras la victoria del Atlético en Anfield. GettyMichael Regan (UEFA via Getty Images)
Ladislao J. Moñino

La insistencia de Álvaro Morata por abandonar el Atlético de Madrid está a punto de fructificar. Durante las dos últimas semanas el delantero, de 27 años, no ha dejado de transmitir a la dirigencia rojiblanca su deseo de marcharse a la Juventus de Turín, club en el que jugó cedido de 2014 a 2016. Fuentes de la directiva aseguran que Diego Pablo Simeone ha dado el visto bueno a la marcha de Morata al considerar que, si a falta de una semana para que inicie la Liga no se ve capacitado para competir por la titularidad con Diego Costa, lo mejor es que se marche. La intención del club era deshacerse de Costa, pero no ha encontrado un club para este que se acerque a la mitad de los 10 millones de euros netos que percibe por temporada. Morata ya no se entrenó este lunes con el Atlético, rumbo a Turín.

De concretarse la operación que lleve a Morata a la Juventus, una cesión con opción de compra, esta sería la dovela para que Luis Suárez, ya desvinculado del Barça, se ponga a las órdenes de Simeone. El único impedimento que impone el Atlético a Morata para poder irse es que antes debe cerrar a un delantero. La exigencia de Simeone es que este sea un goleador hecho y contrastado y su preferido es Suárez, al que ha señalado en varias ocasiones como el mejor nueve del mundo. Desde el club también deslizan como alternativas los nombres de Edin Dzeko, Edinson Cavani e incluso de otro Luis Suárez, el colombiano del Watford que la temporada pasada jugó cedido en el Zaragoza.

El fin de Morata en el Atlético responde al distanciamiento con Simeone. Ya no se fían el uno del otro. El futbolista piensa que durante este año y medio que lleva en el club el Cholo ha estado entregado a Diego Costa. Su suplencia en los cuartos de final de la Champions ante el Leipzig, después de presentarse a la cita como el máximo goleador del equipo con 16 tantos, fue una constatación de la preferencia del técnico por el delantero hispanobrasileño. Por encima de las raquíticas cifras de Costa desde que regresó en enero de 2018, Simeone nunca ha visto en Morata al guerrillero que ve en el hispanobrasileño. Cada vez que este último ha estado en condiciones de jugar, la titularidad ha sido para él. Siempre bajo el argumento principal de que el delantero de Lagarto insufla al equipo el carácter y la agresividad que le echa en falta a Morata.

Tras pagar 55 millones

Entre las lesiones de ambos y los estados de forma, Simeone tampoco ha apostado mucho por una delantera formada por ambos, pese a que en alguna ocasión intentara publicitarla como la gran solución para la falta de gol del equipo, el principal lastre del Atlético por encima del mal juego desarrollado en multitud de encuentros.

La salida de Morata se produce apenas 10 días después de que el Atlético acabe de abonar al Chelsea los 55 millones de euros que faltaban para cerrar el acuerdo al que ambos clubes llegaron a finales de enero de 2019. Durante el primer año y medio estuvo en vigencia un contrato de cesión y ahora que ya es propiedad del club, el jugador precipita su salida. El Atlético se negaba a ello hace una semana y difundía que era un futbolista que formaba parte del presente y del futuro de la entidad. Se interpretaba más su intención de marcharse como un intento de presionar a Simeone para ser el nueve titular que a una verdadera intención de salir.

La realidad, sin embargo, ha sido otra. Morata ya no se veía como jugador de la plena confianza de Simeone. El intento de barnizar de rojiblanco su pasado madridista y de presentarle como un Atlético de cuna para evitar los reproches de la hinchada han quedado enterrados. El desencanto ha sido mutuo.

La titularidad que no acaba de encontrar

Pocos jugadores tienen el currículum de Álvaro Morata en cuanto a la nómina de clubes por los que ha pasado. Real Madrid, Juventus, Chelsea y Atlético han contado con los servicios del delantero, que en ninguno de esos cuatro grandes clubes ha logrado afianzarse como el delantero centro titular. Al Atlético llegó con la misión de ser el goleador que Simeone no encuentra desde que Diego Costa contribuyera con 28 goles al título liguero de la temporada 2013-14. “Necesitaba un club y un entrenador que confiaran en mí”, dijo Morata al poco de llegar al Atlético. Un año y medio después nada de eso existe.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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