Dustin Johnson gana la final de la FedEx Cup y un cheque de 15 millones de dólares

Hubo intigra, no tanto emoción, en la última jornada del Tour Championship. Parecía cantada la victoria de Dustin Johnson, finalmente campeón de la FedEx Cup como mejor golfista del circuito americano y dueño del cheque de 15 millones de dólares para el ganador. La intriga llegó a finales de la primera vuelta, cuando el número uno mundial enlazó dos bogeys en el 7 y el 8 y su ventaja se recortó ligeramente en un pestañeo. Y otro pellizco más de dudas cuando Justin Thomas y Xander Schauffele se situaron a dos golpes de la cabeza con un par de hoyos por jugarse. Sin alardes es esos segundos nueve, Dustin Johnson hizo valer la renta con la que partía en la jornada (cinco impactos) para sumar su primera FedEx Cup a un palmarés que a los 36 años ya contaba con 22 victorias en el circuito y un grande, el US Open de 2016. El estadounidense se consagró con una tarjeta de -21, tres golpes de ventaja sobre Thomas y Schauffele, y cuatro sobre Jon Rahm. El hombretón de Barrika superó así su mejor clasificación en la FedEX, el quinto puesto de 2017.

Johnson apenas dejó fisuras por las que pudiera abrirse una esperanza para sus rivales, sino que cuando llevaba seis hoyos ya había atrapado tres birdies. Apretaban los lobos por detrás, Thomas, Schauffele (de tratarse de un torneo regular habitual, sin clasificación previa, hubiera ganado), Morikawa y Rahm, pero si no flaqueaba el primero, no había historia más que descontar los hoyos que faltaban por jugarse. Hasta que ocurrió lo imprevisto. Hoyo 7. Con -22 en el marcador y el turbo puesto, Johnson se fue a los árboles en una mala salida, un frenazo porque perdió un golpe al devolver la bola a la calle y acabó con bogey. Thomas se aupaba a tres golpes y se abría un pequeño resquicio. Y en el 8 de nuevo en problemas el número uno por un tibio golpe desde la calle que se quedó en el collar del green y le obligó a tres putts, para otro bogey, el segundo seguido. A partir de ahí se arremangó para salvar el par en dos situaciones comprometidas en el 9 y en el 13, y enlazó nueve pares seguidos hasta ponerle el lazo al triunfo con el birdie del 18. Hasta esos dos golpes de desventaja habían remado Thomas y Schauffele, con Rahm en el siguiente escalón. Claro que Johnson no es de los que se pone nervioso. Apenas se le mueve un pelo de la barba, ni en las buenas ni en las malas, de modo que se guardó el cheque de los 15 millones como si fuera otro día en la oficina.

A Rahm se le habían esfumado casi las opciones cuando en el hoyo 4 se fue al búnker y al intentar salir su bola dio en el talud y volvió burlona casi a la misma altura; no llegó a green hasta el cuarto golpes y aún necesitó dos putts. Ese doble bogey lo tapó con un birdie en el 5 y un eagle (gran golpe desde la calle y un putt largo) en el 6. Respuesta de campeón. Pese al bogey del 10, el vasco volvió a firmar uno de esos finales de menos a más que reflejan su dureza mental y su hambre de gloria. Recuperó todo lo recuperable desde los búnkers, y con los birdies en el 12, el 13 (con el segundo golpe se quedó a una pulgada de embocar otro eagle) y el 18 puso el broche a una temporada en el circuito americano en la que ha ratificado su condición de aspirante a todo y que concluye como número dos mundial. Ahora sueña con el US Open, dentro de 10 días, y el Masters de Augusta, en noviembre.

Clasificación final del Tour Championship.