A la Real Sociedad se le cierra la puerta
El conjunto de Imanol solo suma un punto de 12 y cede en sus aspiraciones europeas
La Real Sociedad fue el primer equipo de LaLiga que experimentó la sensación de la puerta cerrada, en la que ahora son catedráticos todos los clubes profesionales. Le tocó jugar en Ipurua contra el Eibar y ganó. Alargó una racha fantástica con 10 victorias en 12 partidos. Fue el 10 de marzo. Cuatro días después se decretó el estado de alarma y el fútbol se detuvo. La competición regresó el 11 de junio. Dos semanas más tarde, la Real sigue en la fase cero. Ha jugado cuatro partidos y sólo consiguió un punto en el primero, ante Osasuna en Anoeta (1-1), donde ha disputado tres choques (derrotas ante Real Madrid por 1-2 y Celta por 0-1). En su única salida, perdió contra el Alavés: 2-0. El sueño de la Champions se aleja, y hastas las plazas europeas están en peligro.
“Estamos haciendo muchos regalos y claro que estoy preocupado”, asegura Imanol Alguacil, su entrenador, aunque da la sensación de que lo que le ocurre a su equipo es algo más que regalar situaciones al rival. La Real se ha convertido en un combinado plomizo, al que le cuesta jugar al fútbol como lo hacía antes del parón. El guardameta, Alex Remiro, lo explica: “Estamos mal, hemos jugado cuatro partidos en los que no hemos sido nosotros. Tenemos chispa pero nos falta claridad. Nos está costando cuando llegamos a tres cuartos de campo”. El diagnóstico del portero navarro se completa: “Antes generábamos ocasiones con dos o tres pases, nos plantábamos delante del portero porque estábamos finos en el pase, en el centro, en el remate. Ahora nos está costando más”.
La Real fue el primer equipo que intentó volver a los entrenamientos durante el confinamiento. El Gobierno frenó sus planes, y en estos momentos no está en su mejor estado físico ni mental. No remonta el vuelo. “Debemos mostrar una imagen completamente diferente. Hay que darle la vuelta ya, hacer un lavado y pensar en los fallos que estamos cometiendo”, confiesa Remiro.
La falta de inspiración de Martin Odegaard, que fue durante la primera vuelta y el comienzo de la segunda el faro que guió a la Real Sociedad, puede ser una de las causas del bajón, aunque Imanol, el técnico, piensa que sólo es una consecuencia de la actitud grupal: “Creo que es algo general, no una situación particular. Cuando todo va bien parece que todos la tocan bien y es todo fluido. Y ahora es lo contrario y cuesta más”, afirma. “Los rivales nos estudian y tapan a los mejores jugadores de nuestro equipo, así que deben aparecer otros. Martin no está bien, es verdad; pero es algo general, porque Odegaard juega bien porque los demás juegan bien. Esto es un equipo”. El jugador noruego, que ha sido sustituido en tres de los cuatro partidos jugados tras el regreso de LaLiga, apenas aparece en la organización del juego.
El resto no acompaña. Merino está desconocido, Monreal ha perdido parte de su chispa, Isak tal como comenzó a brillar se apagó; Willian José ha extraviado su instinto, Portu no encuentra su lugar. Oyarzabal, que trató de mantener el tipo en los tres primeros partidos, parecía agotado mentalmente en el cuarto. Sólo el belga Januzaj parece enchufado, pero su presencia en la banda no es suficiente.
La Real no carbura. Durante el parón, muchos aficionados cuestionaron la determinación de su presidente, Jokin Aperribay, de aplazar la final de Copa a una fecha en la que puedan acudir las aficiones; la trayectoria anterior del equipo invitaba a polemizar sobre el asunto, que ahora nadie discute. “Ha llegado el coronavirus en el peor momento, en el mejor año, cuando más disfrutábamos en casa con un clima increíble en Anoeta, y se ha ido todo por la borda. Y lo estamos acusando”, repite Imanol Alguacil.
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