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La histórica escudería Williams está en venta

El segundo equipo con más Mundiales de constructores, tras Ferrari, paga su mal momento deportivo y sus pérdidas millonarias

El piloto de Williams George Russell, en Montmeló, durante unos entrenamientos de pretemporada el pasado febrero.
El piloto de Williams George Russell, en Montmeló, durante unos entrenamientos de pretemporada el pasado febrero.Albert Gea (Reuters)
Oriol Puigdemont

Lo avisó Zak Brown, consejero delegado de la división de Fórmula 1 de McLaren, hace poco menos de dos meses: “La covid-19 puede tener efectos devastadores para el campeonato. Veo cuatro equipos en situación de desaparecer”. Los malos presagios del ejecutivo norteamericano pueden hacerse realidad si se atiende a los recortes en algunas escuderías. Este viernes, Williams, la segunda escudería más laureada de la historia en títulos de constructores (nueve, tras los 16 de Ferrari) y la cuarta en Mundiales de pilotos (siete) anunció que está en venta.

La crisis del coronavirus ha apuntillado a una de las escuderías de referencia en los años ochenta y noventa, que ahora agoniza para mantenerse en pie. En las dos últimas temporadas terminó como el farolillo rojo, con un mísero punto en su casillero en 2019, conseguido por Robert Kubica. Sobre la pista es la sombra de lo que fue, y fuera el curso pasado ingresó 40 millones de euros menos que en 2018.

Williams espera una inyección de capital o “la venta parcial, mayoritaria o total de las acciones”, se lee en el comunicado emitido este viernes. “Los resultados financieros de 2019 reflejan el descenso en la competitividad del equipo, y la consiguiente disminución de los ingresos derivados de los derechos comerciales. Además, la covid-19 tendrá un impacto en nuestros ingresos este año”, desgrana Mike O’Driscoll, director ejecutivo de la escudería.

Reducir plantillas

La noticia del inicio del proceso de venta de Williams llega días después de que los distintos actores que cohabitan en el Mundial acordaran las medidas de sostenibilidad que teóricamente deben revitalizar un certamen demasiado condicionado por sus escalofriantes costes. Sin embargo, este nuevo escenario, marcado sobre todo por el límite presupuestario que arrancará en 130 millones de euros (2021) y que decrecerá hasta llegar a los 123 millones en 2023, llevará consigo una reorganización de todos los equipos, que en la mayoría de casos recolocarán o reducirán considerablemente su plantilla.

Ferrari, por ejemplo, destinará a muchos de sus técnicos a otras competiciones en las que está involucrada la marca, mientras que McLaren ya ha anunciado el despido de alrededor de 1.200 empleados, 70 de ellos de su proyecto de F-1.

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