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Los ERTE llegan también a la Fórmula 1

McLaren es el primer equipo del campeonato que aplica la medida; Sainz y Norris se bajan el sueldo voluntariamente

Oriol Puigdemont
El McLaren de Carlos Sainz, durante una sesión de entrenamiento a finales del año pasado.
El McLaren de Carlos Sainz, durante una sesión de entrenamiento a finales del año pasado.Zak Mauger (DIARIO AS)

McLaren ha sido la primera formación de entre las que compiten en el Mundial de Fórmula 1 en anunciar una medida equivalente a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El equipo británico lo anunció en un comunicado lanzado este miércoles a última hora de la noche, en el que no especificaba la cifra de trabajadores que deberán cesar en su actividad (en total cuenta con unos 750 empleados). En él sí argumentaba que la cúpula de la compañía había tomado esta decisión con la finalidad de “mantener los puestos de trabajo a corto plazo”, y como parte del “régimen de contención de costes aplicado para combatir los efectos de la crisis del COVID-19”. Todos aquellos empleados que mantengan sus puestos de trabajo verán reducido su salario –tampoco ha trascendido en qué proporciones–, un recorte al que voluntariamente también se han apuntado Carlos Sainz (con un contrato anual de unos cuatro millones de euros) y Lando Norris, los dos pilotos de la estructura.

Lo que ha hecho McLaren, escudería que tiene un presupuesto que ronda los 200 millones de euros, es acogerse al plan de contingencia aprobado recientemente por el gobierno británico para tratar de atenuar las consecuencias económicas provocadas por la propagación del coronavirus. Uno de los epígrafes estipula que aquellos trabajadores que pierdan temporalmente su puesto recibirán una subvención correspondiente al 80% de su sueldo, hasta un máximo de 2.800 euros al mes. La idea, siempre según la nota, es que todos aquellos afectados puedan reincorporarse a todos los efectos “en el momento en que la economía se recupere”.

Hasta la fecha se han aplazado o cancelado las ocho primeras citas del curso, y seguramente vendrán más, de modo que todo apunta a que ningún monoplaza saldrá a la pista antes de finales de junio o primeros de julio. No se descarta que la temporada pueda alargarse hasta enero del año que viene. Toda esa incertidumbre lleva a pensar que habrá más equipos que pongan en marcha un ERTE entre sus plantillas. Sobre todo si atendemos a que las principales fuentes de recaudación del promotor del campeonato (derechos de televisión, cánones por la celebración de las carreras e ingresos por patrocinio) corren serio peligro, y con ello también el dinero que reciben las escuderías.

Liberty Media, promotor del certamen, hace lo que puede para tratar de mantener a flote una nave que ya daba síntomas de zozobra antes incluso de que estallara este último trance. Para tratar de minimizar el gasto de los participantes, el organizador y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) han acordado posponer, al menos un año más, la mayor revolución en la normativa técnica que inicialmente se iba a aplicar en 2021 con la intención de igualar las fuerzas entre los distintos integrantes de la parrilla.

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