Xiong resiste sin sufrir ante la roca Radyábov
La primera jornada de cuartos de final termina con cuatro empates en partidas muy complejas
Jeffery Xiong ha experimentado hoy por primera vez lo que significa enfrentarse a la famosa Roca de Bakú, Teimur Radyábov. El estadounidense, de 18 años, que parte como víctima en este duelo a pesar de haberse convertido en la gran sensación de la Copa del Mundo, ha jugado a ganar con las piezas blancas, pero no ha producido ni un arañazo en el pétreo caucásico. Las cuatro eliminatorias llegan empatadas a la segunda jornada de cuartos de final (al mejor de dos) en la ciudad siberiana de Janti Mansiisk (Rusia).
“Xiong, al igual que el iraní Alireza Firouzja [de 16 años, eliminado en dieciseisavos de final], ha demostrado ya un talento enorme y el potencial suficiente para llegar a la élite. Pero les falta lo más difícil, consolidar esa progresión para que un día estén a nuestra altura”. Son palabras de alguien instalado muy cerca de la cumbre de ajedrez desde hace años, el francés Maxime Vachier-Lagrave, de 28, tras hacer tablas con cierto sufrimiento frente al armenio Levón Aronián, con quien ya ha jugado casi cien partidas de balance muy equilibrado.
Una parte importante de ese potencial aludido por el galo es la seguridad en sí mismo que Xiong muestra todos los días. Por ejemplo, no pocos en su situación de hoy hubieran jugado descaradamente a empatar, bajo el argumento de que la probabilidad de que Radyábov se equivoque será siempre mayor en un desempate rápido que en partidas lentas. Pero el norteamericano de ancestros chinos no emite en esa onda, y ha introducido una interesante novedad en la jugada once cuyo fin era destrozar la estructura de peones negros y quedarse con una ventaja muy pequeña.
Pero esa es poca dinamita para romper una roca. Tras unos minutos de reflexión, Radyábov se ha metido en una posición donde su victoria era poco menos que imposible, pero con muchas probabilidades de tablas. Aún así, Xiong ha rechazado las continuaciones más rápidas que le hubieran permitido irse a descansar muy pronto, pero sus intentos apenas eran caricias a su pétreo rival, quien ha forzado el empate por jaque continuo en el movimiento 30.
Las otras dos partidas son de ajedrez muy complejo, difíciles de comprender para un aficionado de nivel medio o bajo salvo que las estudie lentamente y con la ayuda de un experto. Los dos chinos, Liren Ding y Yangzi Yu, han basado en su par de alfiles la resistencia con negras ante los rusos Alexánder Grischuk y Nikita Vitiugov, respectivamente. Pero con grandes diferencias: Ding estuvo cerca de montar un ataque ganador, pero no pudo calcular con la precisión de máquina que el éxito requería; por el contrario, Yu rozó el abismo, e incluso estaba en el borde cuando Vitiugov prefirió ahorrar energía y no arriesgarse en apuros de tiempo, y ofreció tablas.
El foco principal sigue centrado en Xiong, quien este martes afrontará otra prueba para tipos muy duros: aguantar con negras la presión de Radyábov, cuyo nivel dependerá mucho de que el juvenil estadounidense salga o no de la apertura con una posición sólida. Huelga decir que el azerbaiyano también es durísimo en los desempates rápidos, como demostró este domingo cuando eliminó a su compatriota Shajriyar Mamediárov, 7º del mundo. Ahora bien, si Xiong eliminó en dieciseisavos al 4º del escalafón, el holandés Anish Giri, y en octavos al polaco Jan Duda, 19º, ¿por qué no puede soñar con noquear también a Radyábov y jugarse en las semifinales de la Copa del Mundo, y a los 18 años, una plaza en el Torneo de Candidatos de 2020?
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