Tan grandes fuera como en la pista

Eduquemos contra el racismo. Día a día convivimos o aceptamos cosas con las que no estamos de acuerdo. Aprendemos a discernir entre lo que es correcto y lo que no; nos educan para ello. Tolerar, respetar, aceptar...

Estamos en 2019, tenemos más información que nunca, sabemos más, viajamos más. Creemos vivir en un mundo y una sociedad cosmopolitas... pero entonces, ¿cómo puede ser que sigamos siendo racistas?

“La única forma de pararle es tirándole 10 bananas”. Esto es lo que dijo un periodista deportivo hablando sobre Lukaku. Evidentemente (o quizás no tan evidente para algunos) fue despedido.

Cánticos, insultos o comentarios racistas son habituales en los estadios de fútbol, en esos que tienen miles de asientos, esos en los que hay cámaras por todas partes, en los que juegan los mejores jugadores del mundo. No quiero ni pensar en qué pasará en el resto de campos municipales y locales.

Es grave, muy grave, y necesita una intervención urgente. De todos y en todas las direcciones. El fútbol tiene la oportunidad, una vez más, de educar. Hay que aprovecharlo y hay que hacerlo ya.

La gran familia del baloncesto. Campeones del mundo. Repito: ¡campeones del mundo! Quizás sea que cuando vives fuera tienes el olfato español (y el orgullo) más agudo, pero está victoria es emocionante. Sobre todo, por lo que transmite este grupo, “la familia” como ellos mismos se llaman, todo por lo que empiezas y te aficionas a hacer un deporte. Y es que además de que estos tíos sean grandes en la pista lo son también fuera de ella, y por eso sus éxitos son todavía más emocionantes. Tres días después de ganar un Mundial, Ricky Rubio, acompañado de Víctor Claver, inauguraba una sala para pacientes de cáncer. Eso es ser un verdadero MVP.

Zidane, con la Champions no se juega. El Barça sufrió en Dortmund, algo normal y esperado sabiendo que es la Champions y que se trata de Alemania. Ter Stegen fue el mejor y eso es un mal síntoma. Lo que sí es bueno para el fútbol es la vuelta de Messi.

Peor suerte tuvieron otros de los dos grandes favoritos, Real Madrid y Liverpool. Noqueados y borrados del campo los primeros y superados los segundos.

A Zidane y a su explicación de “falta de intensidad”, pronto le llegarán las prisas, porque si pierdes y te meten tres en LaLiga quizás la paciencia dure más pero en Champions... Con esa Copa no se juega.

Y esto no para, la Liga Europa nos regala otra semana de fútbol sin parar. La Liga Europa, esa competición que para algunos equipos sabe a poco, para otros es la oportunidad de ser grandes y para los terceros posiblemente le complique la temporada si llegan lejos y no se centran en sus ligas, pero... la alegría y el disfrute de la afición con viajes y encuentros europeos, eso lo compensa todo. Que se lo digan a los pericos que vuelven a volar en Europa.