El Atlético sigue bien engrasado

Partido a partido, la pretemporada describe a un Atlético engrasado. Ante el combinado de estrellas de la Major League Soccer, al que batió desde la contundencia (0-3), volvió a asomar un equipo al que parece haberle sentado bien airear las ventanas del pasado. Apenas ha habido rastros de ese equipo anodino y anquilosado que languideció en las dos últimas temporadas. Renovado en todas las líneas, el aire fresco de las contrataciones y hasta de los canteranos de relleno, más el revanchismo de los que se han quedado dibujan un horizonte excitante. Un conjunto que ha recuperado brío y alegría en los laterales, que intenta combinar la presión adelantada con el repliegue y que aparenta ser menos temeroso y torpe para desplegarse en ataque. La reconstrucción de Simeone ha sentado una base sólida a solo un par de semanas del inicio del campeonato liguero.

Entre los nuevos, ninguno representa ese cambio de cara como Joao Félix. En media hora larga que jugó, convirtió en oro tres balones que terminaron por derrumbar a las figuras del campeonato estadounidense. El primero fue un aviso. Un control, un giro y un disparo. El segundo ya fue un latigazo seco y lejano que dobló las manos de Rimando. Un tanto que ponía distancia la distancia definitiva en el marcador, iniciada con el tanto de Marcos Llorente al borde del descanso. Un gol que llegó por elaboración. Una larga jugada con la pelota moviéndose de lado a lado hasta que el imberbe Riquelme le dio un sentido definitivo a tanto toque con un taconazo que dejó al exmadridista en posición de engatillar un remate duro de llegador. Le vendrá bien el gol tras su pifia ante el Chivas y ante la pujanza de Saúl y Koke como mediocentros tras su exhibición en el 7-3 a los blancos.

Si Joao Félix abandera la ventilación renovadora que necesitaba el equipo, Vitolo y Diego Costa lideran el revanchismo de los que han permanecido. Del primero no se sabe si continuará, pero sí que en esta pretemporada ha dejado una estela continua del jugador por el que Simeone insistió hasta la saciedad en sacarle del Sevilla. Vertical, con despliego en las dos direcciones, combinativo por fuera y por dentro, a ese nivel, una posible marcha sería compleja de entender. Complejo también es Costa, pero menos cuando está fino de silueta y de remate como ahora y emerge ese delantero devastador a la carrera y en los cuerpeos con los centrales. Joao Felix le puso un preciso balón de 40 metros para que expresara en el 0-3 todo eso que es en su mejores días.