Carroll, la fe del misionero
“Llamé a mi padre, no sabía qué me pasaba y por qué no entraban los tiros”, confiesa el escolta, autor del triple milagrero que rescató al Madrid y volvió a poner en valor el repertorio infinito de los blancos
La resolución del segundo partido de la final de Liga fue una liberación para el Real Madrid y para el protagonista del tiro milagrero que coronó una remontada increíble: Jaycee Carroll. El escolta estadounidense penaba por su porcentaje de acierto este año, presentaba una media de 10 puntos por encuentro, solo había rebasado los 16 puntos en una ocasión esta temporada (32 ante el Andorra en la primera derrota madridista del curso) y cargaba desde hace tiempo con un tormento. “Llevaba semanas pensando: ‘no sé qué pasa, no sé qué pasa’. Yo creo que van a entrar. Voy a seguir haciendo los tiros que siempre hago. Llevo semanas entrenando bien, tirando con los entrenadores… Y llamé a mi padre diciéndole lo mismo: ‘no sé qué pasa. Estoy tirando bien, pero no sé qué pasa’. Y por fin ha entrado”, confesó tras el triple con el que rindió al Barça a falta de dos segundos. “Llámale ahora”, le interrumpió Laso en el relato de un desenlace para la historia de los clásicos. Su triple recordó, por providencial, al de Marcelinho Huertas en la final de 2012 en un duelo que, curiosamente, acabó con el mismo marcador (81-80).
Con cara de niño, manos de pianista y alma de artificiero, Carroll fue misionero antes que triplista, llegó a España en 2009 y, tras dos temporadas en el Gran Canaria como máximo anotador de la Liga, se incorporó al Madrid de Laso “para hacer historia”. De pequeño, apuntaba maneras en la natación y se manejaba con destreza en las pruebas atléticas de vallas, pero la influencia paterna le hizo decantarse por el baloncesto. En sus inicios en Evanston High School, llegó a promediar 39 puntos y nueve rebotes por partido, pero cuando la Universidad esperaba a una promesa en ciernes, Carroll decidió dar un giro biográfico. Con 19 años formó parte de una misión de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, una institución mormónica por la que se marchó a Santiago de Chile como misionero durante dos años, en los que abandonó los estudios y el baloncesto. "Mi fe y mis creencias me llevaron allí. Fue una experiencia única”, confiesa siempre. Esta vez también le rescató su fe. “Es una de las mejores canastas de mi vida”, contó. A sus 36 años, la puntería volvió a encumbrar al extranjero con más partidos en la historia del Madrid (582).
“La última jugada fue increíble. El rebote de Rudy estuvo muy bien luchado. Luego pensé que Sergi [Llull] iba a tirar de dos para empatar el partido, pero levanté las manos y en el último segundo me pasó el balón. Pensé: ‘tengo el tiro para ganar’. Y entró. Pura alegría”. Prosiguió Carroll, autor de 25 puntos con un 5 de 7 en triples frente al Barça. “Cuando entró en lo único que pensé fue en que no entrara el triple de Hanga desde el medio del campo. Pero después cogí el balón, me puse a correr como un loco, me caí, mis compañeros se me echaron encima y el mensaje entre todos fue: ‘nos queda uno más, una victoria más”, señaló el escolta. Su actuación rescató a un Madrid atenazado por la defensa azulgrana, inferior de nuevo en el rebote (31-40) e incapaz de encontrar su identidad en mitad de un duelo tenso y áspero. Su aparición volvió a poner en valor el infinito y resolutivo repertorio del conjunto de Laso.
Hasta 14 jugadores de los 17 de la plantilla han sido máximos anotadores en algún partido de Liga de la presente temporada (ocho veces Llull, siete Campazzo, cinco Carroll, cuatro Randolph y Rudy…). Solo Kuzmic y los canteranos Pantzar y Garuba escapan del protagonismo gremial de la rotación blanca. En los 16 títulos del Madrid de Laso ocho jugadores distintos han logrado la distinción de MVP. “¿Rotaciones? Es una palabra muy moderna que no sé qué significa. Esto es baloncesto, no fútbol”, espetó Pesic después del primer partido de la eliminatoria. “Yo puedo hablar del Madrid, no en términos generales del baloncesto europeo. Cada uno que lleve su equipo como quiera, o como pueda. Yo tengo la suerte de tener grandes jugadores, de Felipe a Yusta. Somos muy exigentes con nuestros jugadores, en cuanto a trabajo, ritmo de partidos y competitividad. Soy de los que pienso que todos tienen que estar preparados siempre y sé que siempre que salten al campo van a dar lo máximo. Para nosotros eso es innegociable”, respondió Laso al debate. Ningún madridista ha superado los 24 minutos en pista en los dos choques disputados. En el Barça, Claver superó los 33 en el segundo asalto y Blazic, Pustovyi se quedaron fuera de la rueda.
Heurtel, la mejor anotación en 21 años
El sobresaliente partido de Thomas Heurtel se quedó sin premio tras el triple de Carroll. El base francés anotó 30 puntos en el segundo partido frente al Real Madrid —con 7 de 8 en tiros libres, 10 de 13 en tiros de 2 y 1 de 5 en triples—. Además, sumó dos rebotes, dos asistencias, una recuperación, seis faltas recibidas y 28 de valoración. Fue la mejor anotación en un playoff final en 21 años. En 1998, Bryan Sallier (TDK Manresa) abrió la final contra el Baskonia con 31 puntos. Es la segunda gran exhibición de Heurtel en el playoff, tras sus 32 puntos y 44 de valoración frente al Joventut en cuartos.
En el segundo asalto de la final, apareció el mejor Carroll, con 10 puntos en el último cuarto, con su alma de artificiero. A falta de 2m 15s para la conclusión, Campazzo cometió su quinta falta y Carroll saltó a la pista para suplirle. El Madrid perdía por nueve puntos (65-74). “El triple de Carroll no es suerte”, apuntó Laso tras la remontada. "Hay mecanismos que tiene el equipo conseguidos a base de mucho trabajo y de muchos días juntos y no tenía ninguna duda de que tomaríamos la mejor opción. La pudo tirar Rudy nada más coger el rebote, la pudo tirar Sergi [Llull], pero fue capaz de buscar un pase más y eso habla bien de ellos como jugadores y como grupo", explicó el entrenador madridista. “El equipo tiene la confianza de que Jaycee la va a meter. Jaycee es un goleador y ha podido tener días de mayor o menor acierto pero nuestra confianza en él es total”, cerró.
.@JayceeCarroll no atravesaba una buena racha. Llamó a su padre.
— Liga Endesa (@ACBCOM) June 17, 2019
"Llamé a mi padre diciéndole: 'No sé qué pasa'
Y por fin hoy ha entrado"#PlayoffLigaEndesa pic.twitter.com/ETTIisrpse
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