Kawhi Leonard, el triunfo que consagra a un MVP enigmático
El alero recupera el cetro de 2014 tras un año en blanco por una misteriosa lesión en los Spurs y sin aclarar si seguirá en Toronto | Es el primero que logra coronarse como mejor jugador de las finales en las dos Conferencias
Kawhi Leonard es un jugador prodigioso y una persona enigmática. Rompe los estereotipos de las grandes figuras de la NBA, un club selecto al que, a punto de cumplir 28 años, se une definitivamente. Le avala ya su segundo título de campeón de la NBA y su segunda designación como mejor jugador de la temporada, MVP, de las finales. La primera fue en 2014, con los Spurs. Solo tenía 22 años y se convirtió en el MVP más joven desde Magic Johnson, que tenía 20 cuando lo obtuvo con los Lakers en 1980. Entonces, como ahora, impidió que sus rivales obtuvieran su tercer título consecutivo. Frustró el objetivo de Miami Heat y LeBron James entonces y frustra el de Stephen Curry y los Warriors ahora. Y se convierte en el primero que logra coronarse como el mejor jugador de las finales en las dos Conferencias.
“Quería hacer historia aquí y eso fue lo que hice. Este equipo ya era talentoso sin mí. Entré con la mentalidad correcta. Le envié un mensaje de texto a Kyle [Lowry] después del primer día que me intercambiaron y le dije: 'salgamos y hagamos algo especial'. Sé que tu mejor amigo se fue, sé que estás loco, pero vamos a hacer que esto funcione. Y aquí estamos hoy”, explicó tras ganar el anillo con los Raptors.
Leonard, al que apodan The Claw (La Garra) por el enorme tamaño de sus manos, parecía llamado a ser la piedra angular sobre la que Gregg Popovich iba a prolongar las 20 temporadas de su equipo en las posiciones de privilegio en la NBA. Pero todo empezó a torcerse cuando, hace dos, en el primer partido de la final del Oeste precisamente contra los Warriors, se lesionó a consecuencia de una fea acción de Pachulia. No pudo jugar más en aquella final y los Spurs fueron barridos por 4-0. No parecía que la lesión en el cuádriceps derecho fuera tan grave como para que pasara lo que pasó la siguiente temporada. Volvió a las canchas el 12 de diciembre de 2017, jugó poco, solo nueve partidos y de manera intermitente, y desde el 13 de enero de 2018 no volvió a saberse más de él aquella temporada. Literalmente, porque no se comunicó con su equipo.
Ni Popovich ni sus compañeros se explicaban qué extraño mal sufría para que estuviera ausente tanto tiempo. Aquella lesión, y su tratamiento, propiciaron que sus relaciones con los componentes del equipo y de la franquicia se tensaran. El entrenador llegó a contestar a los periodistas: “Si quieren respuestas, interroguen a su entorno”. Directivos de los Spurs viajaron a Nueva York, donde Leonard se trató de su lesión. Ni siquiera pudieron verlo. Kawhi pidió el traspaso. Tras conquistar el título con los Raptors, se referió a ese episodio: “El verano pasado fue duro. Todavía estaba rehabilitándome y confiaba en el proceso. Me dije que volvería, pero no hasta que pudiera ser el jugador que soy hoy. Quería volver en la misma forma, no para jugar cinco partidos y luego volver a lesionarme. Quería poder jugar la temporada, o lo que he hecho este año. No he podido jugar 82 partidos, pero estoy feliz de haber llegado a los 60. El solo hecho de poder ganar este campeonato es algo especial para mí, porque sé cómo me miraron todos el año pasado. Me mantuve fiel a mí mismo, y tuve un gran grupo que me apoyó. Y, una vez que llegué a Toronto, lo entendieron todo”.
🖐️ @kawhileonard's 22 PTS guide the @Raptors to their first ever NBA Championship! #WeTheNorth #NBAFinals pic.twitter.com/VDjG0sSsaB
— NBA (@NBA) June 14, 2019
La marcha de Kawhi de San Antonio supuso una decepción para Popovich, que había descubierto el potencial que no supieron ver los Pacers cuando, después de haberlo elegido en el puesto 15º del draft de 2011, lo reclutó para pulirlo, incluso asignándolo durante un tiempo a los Austin Toros de la Liga de Desarrollo. La vida de Leonard quedó marcada por el asesinato de su padre, Mark, propietario de un negocio de lavado de coches en Compton (California). Kawhi tenía 16 años. Y desde entonces dedica todos sus éxitos al hombre que eligió para él ese nombre porque deseaba algo que sonara a hawaiano.
El enigma de Kawhi prosigue. Este verano queda en situación de agente libre y desde hace ya muchas semanas se han disparado las especulaciones sobre dónde jugará la próxima temporada. Su vida privada es todavía más misteriosa. Se especula que hace unos meses tuvo su segundo hijo con su compañera Kishele Shipley, a la que conoció cuando estudiaban en la Universidad de San Diego y con la que no se sabe con certeza si está casado. Casi todo es un misterio en la vida de Kawhi Leonard.
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