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Nueva Zelanda recupera la paz y la sonrisa

Las ‘kiwis’ dejan atrás la convulsa etapa del austriaco Andreas Heraf, bajo cuyo mandato renunciaron una docena de jugadoras

La selección neocelandesa de fútbol femenino, antes de iniciar un partido.
La selección neocelandesa de fútbol femenino, antes de iniciar un partido. GETTY

Parece una invocación de lo viejo y lo antiguo en el caso de la selección de Nueva Zelanda, que se recupera de varios "nuevos amaneceres" truncados y vuelve a la escena en el Mundial de Francia. Dicho claramente, la celebración de la emancipación del fútbol femenino en Nueva Zelanda el 10 de junio de 2018 acabó siendo un fiasco total.

Nueva Zelanda dio un paso sin precedentes hacia la igualdad al conceder a las internacionales los mismos derechos que los futbolistas de la selección masculina (el mismo salario, más vuelos en clase preferente para los partidos internacionales). Ese fue el primer nuevo amanecer.

Un amistoso contra una de las potencias del fútbol femenino, Japón, se vendió como un ejemplo de cómo el primer país en aceptar el sufragio femenino volvía a liderar el mundo a la hora de romper otro techo de cristal. Se esperaba algo grande de jugadoras que ya no tenían que sufrir vuelos de 12 a 24 horas en clase turista cuando volvían a casa de jugar con sus clubes en Estados Unidos o en Europa. El Estadio de Wellington registró la mayor asistencia en la historia del fútbol femenino de Nueva Zelanda. Lo que se vio ahí fue un auténtico despropósito.

Siguiendo instrucciones del seleccionador, el austríaco Andreas Heraf, las helechos aparcaron delante de la portería algo más parecido a un avión jumbo que a un autobús. Nueva Zelanda no es precisamente un país comprometido con el juego bonito, pero el antifútbol propuesto por las neozelandesas fue lo suficientemente feo para dejar horrorizada a la nación. Fue una vuelta a los tiempos más tenebrosos.

Heraf se mantuvo en sus trece. "Nunca tendremos calidad suficiente para competir con Japón", declaró después del partido, insinuando que un equipo cuyos resultados anteriores contra las niponas incluían un empate (2-2) en los Juegos de 2008 y una derrota por 2-1 en el Mundial de 2011, habría perdido 8-0 de haber intentado pasar el esférico.

La actitud negativa de Heraf cayó muy mal en un país que se enorgullece de hacer poco caso a la realidad de su escasa población y su aislamiento geográfico. "Entenderán que ya no quisiese portar más ese helecho en el pecho cuando nos pedía que nos cubriésemos en los saques de esquina y procurásemos que no nos ganaran por mucha diferencia", dijo la excapitana Abbey Erceg, que se había retirado de la selección antes del partido contra Japón. Otra docena de jugadoras renunció a volver a jugar bajo el mando de Heraf, a lo que siguió la destitución del técnico.

Tom Sermanni, escocés de 64 años que ha sido seleccionador de Estados Unidos y Australia, recibió el encargo de asegurar que un segundo amanecer no acabase de nuevo en tinieblas. Hasta ahora todo ha ido bien. Erceg y la ex segunda capitana, Katie Duncan, han vuelto al redil, con toda la veteranía que aportan más de 250 partidos internacionales. El equipo se paseó ante rivales débiles en la fase de clasificación de Oceanía, ganando después a Noruega en un amistoso, pero también perdiendo en partidos preparatorios contra Australia y Corea del Sur.

Las helechos, según parece, llegarán a Francia con buen ánimo, y lo más importante, contentas otra vez. Serán pegajosas en defensa y cuando tengan el balón lo sacarán jugado, con mucho peligro en ataque. No conviene quitarles el ojo de encima.

El seleccionador

Parece un zorro plateado italiano, acorde con el apellido, pero una vez que abre la boca queda claro que del Mediterráneo precisamente no ha salido. Sermanni se curtió de niño en la duras calles del barrio de Milton, en Glasgow. Tras 151 partidos con los Albion Rovers, pasó a jugar para el Blackpool, en Canberra (Australia), y más tarde se fue a Christchurch, en Nueva Zelanda. Como seleccionador especializado en el fútbol femenino, ha alcanzado la cima al frente de Estados Unidos, que no conoció la derrota en un histórico 2013, siendo destituido en 2014 cuando fracasaron en la Copa de Algarve, al perder ante Suecia y Dinamarca en su grupo. Anteriormente había sido seleccionador de las Matildas australianas durante siete años.

Jugadora estrella

Nueva Zelanda no destaca por su producción de grandes delanteros (las excepciones, en el fútbol masculino, son Wynton Rufer, que brilló en el Werder Bremen en los noventa, y Chris Wood del Burnley). Pero es un país que sobresale si se trata de sacar defensas (Ryan Nelson, Winston Reid y otros). Con las mujeres ocurre lo mismo, destacando la veterana Erceg en una defensa muy sólida. La capitana del North Carolina Courage ha renunciado dos veces al equipo nacional por su frustración por las condiciones y por discrepancias con el entrenador, pero superadas esas cuestiones, la excapitana ha vuelto al redil con 132 partidos internacionales a sus espaldas.

¿Sabía que...?

La jefa del fútbol femenino mundial es neozelandesa y es una apasionada de un deporte tan brutal como las artes marciales mixtas (MMA). Sarai Bareman, directora de fútbol femenino de la FIFA, se crio al oeste de Auckland, y su afición por las artes marciales le vino de animar a su hermano, Eugene, en el kickboxing. Eugene Bareman hoy entrena a unas cuantas estrellas de la UFC que incluyen al campeón del mundo de peso medio, Israel Adesanya. Sarai Bareman, que trabaja en las oficinas de la FIFA en Ginebra, no se pierde ningún combate de los pupilos de su hermano Eugene.

Breve historia del fútbol femenino en Nueva Zelanda

Nueva Zelanda es un raro caso de nación capaz de conseguir simultáneamente menos y más de lo que se espera de ellos. La selección masculina está colocada entre Guinea-Bissau y Tayikistán en el puesto 119º del ránking FIFA, mientras que las mujeres avanzan hasta el 19º del mundo. Nunca han superado la fase de grupos en un torneo importante, y eso que acumulan buenos resultados contra equipos punteros. Para ser sinceros, es lo que les ocurre a todas las selecciones de los kiwiscuando juegan en los principales torneos. Incluso los invencibles All Whites, la selección que viajó al Mundial de Sudáfrica 2010, se fueron del campeonato sin alcanzar los octavos, a pesar de no haber perdido un solo partido.

Eso por fin cambió en 2018, en el Mundial Femenino Sub-17 de Uruguay, donde las kiwis llegaron hasta unas emocionantes semifinales, acabando terceras al ganar a Canadá. Ese logro servirá de inspiración a las mayores, que saben lo duro que se lo pueden poner a cualquiera en las eliminatorias si llegan a ser capaces de superar la fase de grupos. Desde luego que la historia les llama a hacer algo grande en Francia.

¿Qué jugadora sorprenderá a todos en el Mundial?

Si de este Mundial sale una heroína, la que tiene más papeletas es la guardameta Erin Nayler. Los aficionados de su país conocen su calidad, y de hecho, también muchos en Francia, pues milita en el Burdeos.

¿Cuál es el objetivo realista de Nueva Zelanda en Francia y por qué?

Podrían ganar el título. No, en serio. Puede parecer muy fantasioso para un equipo que nunca ha pasado de la fase de grupos y que por lo general sale derrotado ante las grandes selecciones, pero las kiwis llegan al Mundial dispuestas a todo. Tienen una gran portera, una defensa sólida y son capaces de marcar goles. Esas cualidades las convierten en un peligro para las rivales en cualquier eliminatoria, si consiguen llegar. Para ganarse un puesto en octavos, probablemente tengan que empatar contra Holanda (octavas del ranking FIFA) o Canadá (quintas) y machacar a Camerún (en el puesto 47º).

Presupuesto anual de la selección femenina (comparado con el de la selección masculina)

El presupuesto total de New Zealand Football (NZF) para sus nueve selecciones nacionales en 2019 es de 3,6 millones de dólares neozelandeses. Por ser año de Mundial femenino, la selección femenina absoluta se llevará más dinero que sus homólogos masculinos.

Número de jugadoras registradas

NZF dice que tiene casi 30.000 jugadoras registradas en clubes y otras 36.000 en el deporte recreativo (fútbol en las escuelas, festivales, programas de vacaciones, etcétera.). Estas cifras han aumentado un 35% en los últimos años.

Steve Deane es editor y redactor de Newsroom. Síguele aquí en Twitter.

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