Messi vuelve al territorio de su frustración
El capitán, con molestias, reaparece para el Argentina-Venezuela sonriente y más sociable que nunca con los jóvenes
Ni siquiera en su círculo más cercano conocían la respuesta. Desde que dejó en silencio el Kazán Arena tras caer eliminado en los octavos de final de la Copa del Mundo ante Francia, Lionel Messi habló poco y nada sobre su vuelta a la selección argentina. Sabían, en cualquier caso, que el adiós no era definitivo. Se le tenía que pasar la rabia después de una nueva frustración con la Albiceleste. La de Rusia, seguramente, la más dura; sin dudas la que lo mantuvo más tiempo alejado de la Celeste y Blanca (260 días). “Tenía unas ganas tremendas de volver”, aseguran en el seno de la concentración de Argentina en Madrid, que se enfrentará este viernes a Venezuela en el Wanda Metropolitano (21.00 horas).
Tenía tantas ganas de volver que hasta evitó descansar en la víspera del apretado calendario del Barcelona (le esperan nueve partidos en abril, incluido el enfrentamiento de los cuartos de final de la Champions, su obsesión). Y eso que el cuerpo le pedía un respiro. Desde enero, cuando el Barça barrió al Sevilla de la Copa del Rey (6-1), Messi arrastra problemas en el pubis derecho. “Me da miedo que Leo juegue estos amistosos con la selección, porque lo veo con una fatiga emocional importante entre la Champions y la Argentina”, había alertado César Luis Menotti, director general de las selecciones nacionales. En el segundo día de entrenamiento con Argentina, Messi no pudo completar la sesión. “Se me cargó un poco más de lo normal y preferí salir para no arriesgar”, aseguró el 10. No tuvo más problemas.
#SelecciónMayor Tras el entrenamiento, los jugadores de @Argentina, firmaron autógrafos en la puerta del hotel. #VamosArgentina 🇦🇷💪🏻 pic.twitter.com/JaRskndYtK
— Selección Argentina 🇦🇷 (@Argentina) March 21, 2019
“Si Leo juega mañana [por hoy] es porque está bien. Nosotros entendemos que los jugadores están en un momento de la temporada importante y no vamos a arriesgar a ninguno”, aseguró Lionel Scaloni, que no quiso confirmar si el 10 participará o no en el partido ante Marruecos del próximo martes. “Ya veremos lo que pasa en el futuro”.
Aparecieron las camisetas de Venezuela
Cuando en 2018 expiró el contrato entre Adidas y la federación venezolana, a la vinotinto no le aparecieron demasiadas ofertas. “Con la actual situación del país se puede dar que a la federación le cueste conseguir un nuevo patrocinador”, dijo en su momento el presidente Laureano González. Entonces, la empresa italiana Givova se hizo cargo. No tenía buenos antecedentes. Antes del Mundial, la selección de Irán, rechazada por Nike y Adidas, tuvo que descartarlas por su mala calidad. No han mejorado. “Te pones la ropa y te pica todo el cuerpo”, se quejaban en la delegación, preocupados porque todavía no llegaban a la concentración las camisetas para el partido contra Argentina. “No sabemos qué nos vamos a poner. Mira que si suspenden el encuentro”. Ayer por la tarde, aparecieron las elásticas.
Recuperado Leo, Lionel Scaloni se quedó sin Di María. El jugador del PSG sufre un problema muscular en el recto anterior de la pierna izquierda y este jueves regresó a París. No era una convocatoria cualquier para Messi, tampoco para El Fideo. A tres meses de la Copa América 2019, era el regreso de los históricos a la selección. Mascherano y Biglia ya anunciaron su adiós. Sin embargo, Agüero, Banega e Higuaín todavía esperan el llamado de la selección, sobre todo ante la posibilidad de volver a luchar por un título, cuenta pendiente de una generación que cayó en tres finales consecutivas: Brasil 2014, Chile 2015 y Estados Unidos 2016. Pero la mesa chica, como se conoce al grupo que lideraban Messi y Mascherano (siempre se sentaban juntos en las comidas), está señalado. Scaloni busca rejuvenecer el grupo y no hay goles de Agüero (25) ni asistencias de Banega (9) que purguen sus penas.
El momento de Di María en el PSG obligó a Scaloni a redefinir su estrategia. La situación de Messi era diferente. La pelota estaba en el tejado del 10. El rosarino entendió que era el momento de la vuelta. Apareció en Madrid un Messi distinto del que dejó Rusia. El silencio se convirtió en risas, el encierro en reuniones sociales. Ceba mates, participa en las bromas, ya no hay ni rastro del 10 que se quedaba solo en la habitación en la concentración de Argentina en Moscú. Ahora comparte tiempo con los jóvenes, conoció hasta 12 caras nuevas. “Leo es un chico muy noble. Él dio un paso para acercarse a sus compañeros y sus compañeros entendieron que tenían que tratarlo como a una persona común y corriente”, subrayó Scaloni. Ya no hace falta que los técnicos le impongan distintos compañeros de rondos (Jorge Sampaoli lo cambiaba de grupo para que pueda generar otras sociedades). Messi se da una nueva oportunidad con Argentina, una más rumbo a un título que cure sus heridas.
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