El Athletic ahonda en la herida del Atlético
Los tantos de Williams y Kodro tumban al conjunto colchonero, muy plano en la primera parte y cabizbajo tras la caída europea
San Mamés no fue el refugio seguro en el que se pudo esconder el Atlético de Madrid para aliviar sus males, esa isla desierta en la que pararse a reflexionar y curar las heridas al abrigo de la tormenta. Siempre lo había sido. El nuevo coliseo rojiblanco no había presenciado ninguna derrota del grupo de Simeone, pero alguna vez tenía que ser. La victoria del Athletic frente a los colchoneros agrava más esos males que se evidenciaron en la Champions y deja LaLiga al albur de la visita del Barcelona al Betis.
El Atlético llegaba a San Mamés tumbado en el diván después del repaso que recibió en Turín. Tenía la necesidad de regenerarse después de un varapalo, posiblemente inesperado, que no le dejó otro objetivo que tratar de apretar las tuercas al Barça y dejar detrás al Real Madrid, más por orgullo que por otra cosa. Simeone apenas hizo cambios con respecto al partido del martes pasado. La principal novedad fue Diego Costa, haciendo pareja con Morata.
ATHLETIC, 2 - ATLÉTICO, 0
Athletic: Herrerín; De Marcos, Núñez, Yeray, Yuri; Dani García, San José; Ibai (Lekue, m. 89), Raúl García (Kodro, m. 84), Muniain (Córdoba, m. 71); Williams. No utilizados: Unai Simón, Beñat, Balenziaga y Nolaskoain.
Atlético: Oblak; Juanfran (Correa, m. 80), Godín, Giménez, Saúl; Thomas, Rodrigo, Koke, Griezmann; Diego Costa y Morata. No utilizados: Adán, Kalinic, Lemar, Solano, Montero y Mollejo.
Goles: 1-0. M. 72. Williams. 2-0. M. 85. Kodro.
Árbitro: Jaime Latre. Tarjetas a Raúl García, Rodrigo, San José, Yeray. VAR: Hernández Hernández.
San Mamés. 39.659 espectadores.
Sin embargo, no se vio ningún propósito de enmienda colchonero en una primera mitad en la que apenas se acercó a la portería de Herrerín. Ni Diego Costa, demasiado verde todavía en su reaparición, ni Morata, entraron en el área, como si la consideraran zona reservada. Sólo Griezmann, al final, en una acción aislada, tuvo una opción de asustar al Athletic, que tuvo el mando y empujó lo que pudo. Ordenados en medio campo, los hombres de Garitano sobaron más la pelota y crearon más peligro, siempre con el miedo en el cuerpo a cualquier contra letal del Atlético, pero sobre todo Ibai se animó a rematar. Nada más comenzar, el futbolista bilbaíno ensayó con un tiro cruzado. En el minuto 24 tropezó cuando pretendía rematar un magnífico pase de Yuri, y en el 34 hizo trabajar a Oblak, que voló para evitar el gol, en un remate que buscaba la escuadra.
Revisión del VAR
El lánguido Atlético que compareció en la primera parte de la Catedral, con la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue, se marchó vivo al descanso, y salió con otra actitud en la segunda mitad. Fue otro Atlético. Obligó al Athletic a replegarse y a sacrificarse en defensa. Griezmann cogió el bastón de mando y provocó estragos en la zaga rojiblanca, pero al equipo de Simeone le faltaba algo; esa chispa de los buenos días. Asuntos que le funcionan habitualmente, fallaron en esta ocasión. En el minuto 56, una contra llevada por Griezmann, Morata y Diego Costa, un tridente letal en velocidad, la desbarató Yeray, un coloso en defensa. Era un síntoma de lo que vendría.
El Atlético pidió penalti con insistencia en una caída de Morata, pero el VAR determinó que no lo era. La presión a los árbitros acabó en frustración de los madrileños y la expulsión del Profe Ortega, el preparador físico, por decirle alguna cosa al linier.
Las protestas no le sirvieron de nada, tal vez sólo para que el Athletic se tomara un respiro. Actuó entonces el banquillo local. Garitano estuvo más que acertado en los cambios. Estuvo mágico. El primero en salir fue Córdoba, que sustituyó a Muniain. En su primera acción, presionó a Giménez, que perdió la pelota. Hizo la pared con Ibai y su centro al área pequeña lo remató Williams a placer.
La segunda sustitución rojiblanca tuvo también su efecto inmediato en el marcador. Raúl García tardó un mundo en salir del césped y dejar su plaza a Kenan Kodro. Sin embargo, el donostiarra fue una bala para marcar el segundo, apenas un minuto después de saltar al campo. Comenzó la jugada que acabó en la red. Combinó con Ibai y recibió de nuevo para disparar. Su golpeo tropezó en Giménez para despistar definitivamente a Oblak y alargar la crisis colchonera y la fiesta en San Mamés, que hace un par de meses veía un equipo con muy mala pinta y ahora piensa incluso en Europa.
Simeone: “Se nos aleja pelear este año por cosas importantes”
Diego Simeone aseguró, entre líneas, que su equipo ya no tiene la Liga como objetivo después de la derrota en Bilbao: “Es un momento de mirar, observar y crecer. Estamos en un lugar privilegiado y esperamos poder sostenerlo hasta el final”. Por supuesto, pelearán hasta el último partido, pero la distancia es muy grande: “Estos años estábamos acostumbrados a pelear por cosas importantes. Este año, por ahora se nos aleja esa posibilidad”, aseguró.
Sobre la derrota frente al Athletic, el entrenador del Atlético no puso excusas: “Después del mal partido de Turín nos costó arrancar en el primer tiempo. No generábamos peligro. El segundo tiempo fue diferente, el equipo demostró que quería ir a por el partido y tuvimos algunas situaciones para definir, pero ellos fueron contundentes en sus ocasiones”. Simeone habló también del tridente Griezmann, Morata y Diego Costa: “Habrá que trabajarlo más”.
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