El Madrid expedienta a Isco

El Real Madrid abrió expediente a Isco Alarcón por no acudir el pasado martes en Valdebebas a la charla previa al partido de Champions contra el Ajax y por no subirse posteriormente con sus compañeros al autobús que trasladó al equipo al Santiago Bernabéu a disputar el encuentro más importante de la temporada. Ambos hechos constituyen una vulneración grave del código disciplinario, a pesar de que Isco se había quedado fuera de la lista para ocupar el banquillo. La sanción no se determinará hasta que se concluya el procedimiento abierto ayer. Mientras tanto, Isco no fue convocado para viajar a Valladolid.

Lo advirtió el entrenador, Santiago Solari, en la conferencia de prensa que ofreció el sábado tras reunirse con el director general corporativo, José Ángel Sánchez. “En la adversidad es donde se ve quién está y quién no, quién desaparece y quién da la cara”, avisó Solari, empleando términos muy poco comunes en el mundo profesional puesto que sugerían una acusación. Solari, en cumplimiento del guión de la directiva, señala a los futbolistas como primeros responsables del fracaso que implica quedar fuera de todas las competiciones en marzo.

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Florentino Pérez acusó a los jugadores de ser poco profesionales tras el 1-4 que significó la descalificación de la Champions. En esta línea se expresó Solari, cuya relación con Isco ha sufrido un deterioro progresivo desde noviembre. Ahora el técnico argentino asegura a sus interlocutores en el club que, mientras sea responsable de la caseta, no piensa contar con el mediapunta malagueño. De momento, la directiva le avala.

Isco se quedó fuera de la lista de Pucela pese a que las bajas de Vinicius, Bale, Lucas y Mariano obligan a una reorganización profunda del ataque. En la convocatoria sí fueron incluidos Brahim, que tiene 18 años y sumaba 13 partidos sin entrar entre los elegidos, y los canteranos Seoane y Cristo González.

“Las cuestiones disciplinarias las manejamos de manera interna”, dijo Solari, preguntado el sábado por la situación de Isco. “Pero lo deportivo no cambia. Aquí y en todos los equipos, para jugar hay que ponerse primero en forma física y luego agarrar la forma competitiva. Eso es inexorable”.

La brecha entre el técnico y el jugador se agrandó rápido. Solari, que se hizo cargo del Madrid en noviembre, comprobó que las actuaciones de Isco no mejoraban al equipo. Contra el Valladolid, en el encuentro de ida, el malagueño entró por Casemiro en el minuto 56 y el Madrid quedó a merced del rival hasta el 1-0 de Oliva en propia meta; contra el Eibar entró por Modric con 3-0 en contra y la agonía no se alivió; ante el Huesca ingresó por Modric y el equipo acabó pidiendo la hora; en La Cerámica sustituyó a Bale en el descanso con el marcador favorable y el Villarreal empató; y contra la Real Sociedad volvió a sustituir a Casemiro en el minuto 56, con 0-1 en contra, y el Madrid acabó derrotado por 2-0 y con un jugador expulsado. Frente el CSKA, Isco disputó los 90 minutos por primera vez con el nuevo entrenador y el Madrid cayó 0-3. Semana a semana, Solari expuso un panorama que le daba la razón. En contraste con la atonía de Isco, el técnico promovió a los jóvenes hasta formar una nueva batería de alternativas. Hasta que la plaga de lesiones destrozó la posibilidad de alternancia. Ahora Solari ha recurrido nuevamente al Castilla.

De palique con Messi

En las últimas semanas, la desaparición del mediapunta de los planes de Solari ha sido casi total. Sorprendió que el técnico recurriera a él en los minutos finales del clásico liguero del sábado pasado. Cuando Isco saltó al campo en el tramo final, el público, que lo había pitado en sus apariciones anteriores, lo recibió con aplausos, aunque sus intervenciones no ayudaron a cambiar el sentido del partido. Isco se mostró más pendiente de darle conversación a Messi en los tiempos muertos que de lo que sucedía en el campo de juego. El Madrid volvió a perder contra el Barça cuatro días después de la eliminación copera. El martes Solari lo dejó fuera de la convocatoria ante el Ajax, lo que provocó el enojo del futbolista, que decidió no acudir a la charla ni trasladarse con sus compañeros al estadio.

Sergio Ramos amonestó verbalmente a Isco delante de la plantilla en la reunión que presidió el capitán en el vestuario, el jueves pasado. El malagueño pidió perdón a sus compañeros pero su acto de contrición no frenó el procedimiento disciplinario. En sintonía con el discurso presidencial señalando la culpabilidad de los jugadores ante el fracaso de la temporada, al club le conviene exhibir a los futbolistas díscolos.