Alto riesgo en Sevilla ante los ultras de la Lazio
Los incidentes de la ida alertan a la policía, que despliega unos 1.000 agentes para evitar enfrentamientos entre las aficiones
“El fútbol es una fiesta. Los incidentes no son fútbol y no benefician a nadie. Espero que la policía y las autoridades estén muy alerta para que no ocurra nada”. Las palabras de Roque Mesa, centrocampista del Sevilla, recogen el sentimiento que se vive en la capital de Andalucía ante la vuelta este miércoles (18.00, Movistar Liga de Campeones; se juega miércoles para no coincidir con el Betis-Rennes) de los dieciseisavos de la Liga Europa contra la Lazio (0-1 en la ida para el conjunto andaluz). La ciudad aguarda un partido vital en lo deportivo para un Sevilla atascado en las últimas semanas, y rodeado de un temor que se extiende a la presencia de 1.000 aficionados de la Lazio que viajarán a Sevilla. La mayoría de estos hinchas son considerados tranquilos, pero la preocupación de las autoridades se centra en los ultras del conjunto italiano, que fueron los que cazaron a un grupo de biris en Roma en la previa del partido la semana pasada. Cuatro aficionados sevillistas fueron heridos por arma blanca en la capital italiana. Se trataba de un grupo de biris que partió con antelación a Roma y estaban alojados cerca de un punto de encuentro de los radicales de la Lazio. “Los nazis nos están reventando”, se oyó decir a los hinchas sevillistas agredidos, que no presentaron denuncia por los hechos a la policía italiana. Ahora se teme una venganza de los radicales del conjunto andaluz.
“Soy muy tifoso de la Lazio, pero no tanto como para negar que es mucho más importante pasar unos días agradables en una ciudad increíble que pasar o no la eliminatoria. Nos alojaremos en casa de unos familiares, así que no tenemos ninguna intención de ir por las zonas que frecuentan los ultras. Es la peor parte del fútbol”, afirma Ricardo Girelli, quien a sus 60 años viaja a Sevilla para disfrutar de la ciudad y del partido. Se mezclará con aficionados y familiares del conjunto andaluz, con los que irá al Sánchez Pizjuán. En principio, no se reunirá con el grueso de hinchas italianos, congregados en los Jardines de Murillo, un espacio lúdico a los pies de las murallas que rodea el monumento y los jardines de El Alcázar, muy cerca de la Catedral de Sevilla. El partido, declarado de Alto Riesgo por la Comisión Nacional de Antiviolencia, supondrá la movilización de cerca de 1.000 efectivos de seguridad. Los hinchas de la Lazio serán escoltados desde el centro de la ciudad hasta el Sánchez Pizjuán desde las 15.00 horas, tres horas antes del inicio del choque.
“Desde hace veinte años, es imposible en Italia ver a tu equipo fuera de casa. Lo que entonces eran cuatro bromas y, en el peor de los casos, un empujón o un insulto, ahora se ha convertido en una pelea a navajazos. Es increíble que los clubes permitan a esta gentuza secuestrar el fútbol. Esta vez hemos viajado porque vamos al estadio con sevillistas, con entradas de público normal, y no a las zonas que acotan para la afición visitante, en las que te obligan a mezclarte con estos delincuentes”, afirma Andrea Tucci, otro de los aficionados de la Lazio que ya se encuentra en Sevilla para asistir al partido y que se muestra muy crítico con los ultras de su propio equipo.
Muy pocos aficionados viajan dentro de Italia para ver los partidos de la Serie A. Antes, eran muy habituales esos desplazamientos semanales, denominados “in transferta”. “No tengo ningún miedo a salir por Sevilla. Te puede pasar algo como en cualquier ciudad del mundo pero estos idiotas se suelen pelear entre ellos”, añade Tucci, de 48 años.
La policía tiene previsto desplegarse por el centro de Sevilla para que no se produzcan incidentes, y se ha producido una reunión entre mandos policiales españoles e italianos. La directiva de la Lazio ha recomendado a todos sus aficionados que extremen las precauciones durante su estancia en Sevilla.
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