Un gris Barça se lleva un varapalo en Montenegro
El equipo de Pesic cae ante el Buducnost en un partido plagado de desaciertos
El Barcelona se llevó un tremendo batacazo en Montenegro, donde perdió por 67-64 ante el Buducnost, el penúltimo clasificado de la Euroliga. El juego fue de lo más espeso, los porcentajes de acierto muy bajos y la falta de ritmo se contagió a todos por igual. Aleksandar Dzikic, el entrenador del Buducnost, emocionado, dio por concluida la entrevista a pie de cancha tras proclamar: “Hemos ganado a un rival que es superior a nosotros”.
BUDUCNOST, 67; BARCELONA, 64
Buducnost: Gordic (12), Edwin Jackson (6), Sehovic (3), Earl Clark (12), Omic (6) –equipo inicial-; Barovic (0), Coty Clarke (9), Popovic (6) y Danilo Nikolic (11).
Barcelona Lassa: Pangos (7), Kuric (8), Hanga (12), Singleton (8), Tomic (10) –equipo inicial-; Séraphin (3), Blazic (0), Heurtel (9), Oriola (4) y Claver (3).
Parciales: 14-15, 17-18, 15-13 y 21-18.
Árbitros: Ryzhyk, Gkontas y Petek.
Moraca de Podgorica (Montenegro). 5.242 espectadores. 11ª jornada de la Euroliga.
Es una impresión compartida por la mayoría de analistas, pero en la espesura del encuentro, le valió al Buducnost la inercia de los últimos cinco minutos. Revirtió la situación cuando parecía que el Barcelona se escapaba y, con un parcial de 10-0, se puso de puntillas en el marcador: 64-59. Quedaba menos de un minuto y medio. En ese lapso, los nervios acentuaron el festival de errores, algunos gruesos. Uno de Gordic, el base serbio internacional por Bosnia que precisamente abanderó la reacción de los suyos, permitió a Singleton lanzar tres tiros libres y situar al Barcelona a un punto, 64-65. Pero anotó el exalero francés con pasado azulgrana, Edwin Jackson, y al final el Barça tuvo que buscar un último triple muy rápido de Hanga, que no entró.
El triunfo se había abierto para el primero que enlazara una manita de aciertos. Fue el Buducnost, merced a tres acciones individuales de Gordic que se tradujeron en ocho puntos consecutivos, un tapón a Pangos y varias acciones ofensivas de su pívot Earl Clark. El colmo de los colmos lo protagonizó Pangos. El base canadiense con pasaporte esloveno, a falta de 40 segundos, titubeó tanto al poner el balón en juego que los árbitros le señalaron la violación por rebasar los cinco segundos de los que disponía para ello. Además, anotó solo uno de los siete triples que lanzó.
El Barcelona concluyó con 6 de 26 desde la máxima distancia y un nefasto 6 de 11 en los tiros libres. Por supuesto, Pangos no fue el único que estuvo fuera de foco. Hanga y Chris Singleton, con su estirón en la segunda parte, fueron los únicos que se salvaron de la mediocridad general en la que se movió el equipo azulgrana.
El juego y el resultado dejaron muy malparada la imagen del Barcelona. Svetislav Pesic ya había recordado a sus jugadores cómo las gasta este Buducnost, un equipo con poco cartel, y sin embargo capaz de derrotar al Baskonia y al CSKA de Moscú. Esas dos únicas victorias del equipo montenegrino se forjaron con un récord de triples, 21 ante el equipo vasco, y con otra buena ración, 14, ante el moscovita. Ante el Barça, le bastaron siete. Una muestra más de lo malo que fue el partido.
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