Solari: “La idea es ir a Melilla y jugar con dos cojones”

“La idea es ir a Melilla mañana y jugar con dos cojones”, dijo Santiago Solari, el entrenador que releva a Julen Lopetegui, cuando durante su presentación en Valdebebas le preguntaron por su filosofía futbolística y su plan para afrontar el debut del Real Madrid en Copa del Rey y su primera misión en la caseta.

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Solari (Rosario, Argentina, 1976) tomó posesión de la caseta del primer equipo del Real Madrid esta mañana, horas después de que el club le rotulara como entrenador “provisional” en el comunicado mediante el cual anunció el despido de su predecesor, el malogrado Lopetegui. Sus rasgos, persistentemente angelicales, no le ayudan en estos tiempos convulsos. La directiva, con Florentino Pérez al frente, alimenta la convicción de que lo que la plantilla necesita es un líder autoritario.

Hablan de “mano dura” siguiendo el razonamiento más sencillo en estos tiempos de crisis y apuntan a los futbolistas como máximos responsables de la crisis de resultados. Se alienta el argumento de que la plantilla está viciada por la indolencia y el desánimo mientras los ejecutivos llaman a entrenadores de acreditada fama de castigadores, como Mourinho y Conte.

Los “dos cojones” de Solari encajan en el discurso imperante en los despachos, pero chirrían en los oídos de una plantilla cuyos veteranos piden soluciones futbolísticas. Solari, que demostró su inteligencia y su sutileza como entrenador de las categorías inferiores y como volante en su época de jugador en activo, dispone de una formación completa. Ha llegado la hora de que la ponga en práctica para dirigir al Madrid en su trance más complicado de la última década.

“El grupo está dolido, obviamente”, dijo, cuando le preguntaron por el ambiente que encontró en esta mañana lluviosa del norte de Madrid. “Pero con muchas ganas de arrancar y revertir la situación. Este es un grupo de campeones, de guerreros que han ganado muchísimas cosas para este club. La situación no es la más fácil pero los vi con muchas ganas de revertirla”.

Interrogado sobre su carácter oficialmente “provisional”, se mostró ingenioso y hasta profundo. “Todos estamos de paso en la vida y en esta profesión con más razón”, dijo. “Va todo bastante más rápido. Lo importante es el día a día y la ilusión que ponemos. Para el entrenador y para el futbolista esto es igual. Lo que haces en cada partido, en cada jugada, lo que das en cada minuto dentro de cada partido, determina el futuro”.

“A Zizou dejémoslo en paz”, dijo, ante la sugerencia de que acudía a cubrir una vacante de emergencia, como hizo Zinedine Zidane en 2016. “Zizou es una de las figuras más grandes que hemos tenido en el Madrid. No lo podemos adjetivar. Mejor dejémoslo ahí tranquilo en su grandeza y no lo comparemos con nadie porque no se puede”.