Batacazo de Jon Rahm, que sigue sin encontrarse en los grandes

Sergio García daba su último golpe en Carnoustie cuando justo al lado, en el tee del uno, el presentador daba la alternativa a Jon Rahm. Parecía un maquiavélico cruce de caminos. Precisamente en el momento en el que el castellonense se retiraba, el vasco se lanzaba a por la presa. Incluso el cielo había dividido los capítulos. El grifo de la mañana se había cerrado, y no había una pizca de viento. A Rahm le sonreían unas condiciones perfectas. Pero lo que parecían dos películas diferentes acabaron siendo la misma. Rahm, como García, y como Jorge Campillo, fuera de combate. Entre la armada solo sobrevive Rafa Cabrera Bello en un Open que comandan Zach Johnson y Kevin Kisner con -6.

Si para García el corte fallado fue una escena más o menos esperada, lo de Rahm fue una sorpresa en el guion. De codearse con los favoritos, a +7 en el día, +5 en total. Algo no encaja entre Rahm y los grandes. Son tres cortes fallados en ocho participaciones (un 37,5%), cuando en sus otros 45 torneos como profesional ha sumado cuatro (8,8%). Un misterio.

La pesadilla comenzó con una bola fuera de límites en el siete y otra luego al rough. Rahm había hecho gala del driver mientras muchos aseguraban con los hierros. La apuesta era arriesgada, lo sabía, pero el de Barrika es de los que asumen el peligro. Once veces usó el driver el jueves y 12 el viernes. No había cambio de estrategia. Esta vez a los tiros desviados se sumaron fallos con el putt y la cosa acabó en un triple bogey. La secuencia de terror no había hecho más que empezar. Otro bogey en el 8 y un doble bogey en el 9 (después de tirar furioso el palo al fallar desde la calle) completaron el caos. De repente, seis golpes de más en solo tres hoyos, cinco arriba en el día en los nueve primeros.

Rahm debía remontar en el último tramo. Pero ya todo había cambiado, todo estaba fuera de su esquema mental. Un doble bogey en el 16, a las puertas del tridente de los últimos hoyos, fue la puntilla. Fuera del corte como en el grande anterior, el US Open. “Es difícil de explicar, las cosas hoy no me han salido”, dijo Rahm, y explicó que en la ecuación había algo más que solo el juego: “Son cosas ajenas al golf. Me ha costado concentrarme y ha sido duro. No quiero hablar mucho de esto. No estoy de humor”.

El superviviente español es Rafa Cabrera (+2), un espartano. Necesitaba arañar algún golpe y cuando en el 14 bajó del par en el día defendió la renta contra viento y marea. Puede que al canario no le acompañe a veces el juego. La fe nunca le abandona.

La novatada la pagó Jorge Campillo (+5) en su primera excursión grande. El cacereño salvó el primer día con entereza, pero cuando llegó el agua a Carnoustie se ahogó en un mar de dudas. Despedida, eso sí, con el máster que supone bregarse en un Open con sol y con lluvia. Y un escaparate para encontrarle un patrocinador a esa gorra azul.

Fleetwood, McIlroy, Spieth y Fowler se han situado bien para la descarga final. ¿Y qué hay de Tiger? Quiere y no puede. Al menos no puede todo lo que quiere, que sería estar en el grupeto de los que mandan. Se perdió en algunas calles y falló algunos de esos putts que antes metía con los ojos cerrados. Cuestión de centímetros, sí, los que separan a los buenos de los mejores. Y él era el mejor. Par el jueves, par el viernes. Empate entre Tiger y Carnoustie.

Clasificación: 1. Z. Johnson (EEUU) y K. Kisner (EEUU), 136 golpes, -6. 3. T. Fleetwood (Ing), P. Pérez (EEUU), X. Schauffele (EEUU), -5. 6. R. McIlroy (N.Irl), E. Van Rooyen (Sud), M. Kuchar (EEUU), T. Finau (EEUU), Z. Lombard (Sud), -4. 11. K. Chappell (EEUU), J. Spieth (EEUU), R. Fowler (EEUU), -3. 29. T. Woods (EEUU), P. Mickelson (EEUU)..., par. 52. R. Cabrera Bello, +2. Fuera del corte: 80. Sergio García, Justin Thomas (EEUU), +4. 93. Jon Rahm, Jorge Campillo (+5). 104. Dustin Johnson (+6). 

Clasificación del Open Británico.

Horarios de salida del sábado, tercera jornada. Movistar Golf, de 10.00 a 21.00 en Movistar Golf.