El Chelsea se resiste a indemnizar a Antonio Conte
El técnico italiano, sentenciado por Abramovich, dirige el día a día del conjunto inglés a la espera de que se formalice su despido
Hay tres nombres en la ecuación, de resolución cantada en apariencia, que, sin embargo, no acaban de desenredarse. Antonio Conte, Roman Abramovich y Maurizio Sarri conocen las intenciones del otro, pero estas no llegan a materializarse. Y mientras tanto el Chelsea, un equipo que acabó la última Premier League a 30 puntos del liderato (fue quinto y jugará la Liga Europa) ya ha comenzado a preparar la próxima temporada con los jugadores que no acudieron al Mundial, y con un técnico que no se sentará en el banquillo en el primer partido del año.
Un finiquito de nueve millones de libras (algo más de 10 millones de euros) explican la situación. Cuando en julio de 2016 Conte firmó como entrenador del Chelsea, lo hizo hasta junio de 2019, esto es, por tres temporadas. De ahí que su despido tras solo haber completado dos conlleve una indemnización que por el momento Abramovich no parece decidido a desembolsar. Esta parálisis mantiene en stand by la llegada de su sustituto, el también italiano Maurizio Sarri, quien se despidió del Nápoles a finales de mayo. “Agradezco a Maurizio su gran dedicación al club, que ha permitido dar a la ciudad y a los fans de todo el mundo prestigio y emociones, creando un modelo de juego admirado por todas partes y por cualquiera. Bravo Maurizio”, le deseó en Twitter Aurelio De Laurentiis, presidente napolitano.
Anómalo día a día
La transición en el club celeste fue inmediata con la llegada de Carlo Ancelotti a Nápoles, pero su predecesor en el cargo sigue sin rubricar su firma en el futuro contrato y por lo tanto, se mantiene al margen del trabajo que se realiza estos días en Cobham. “Gracias, entrenador, por otro título de la Premier League y una FA Cup. No fue fácil para mí convencerte al principio, pero espero que te sintieras orgulloso de mí al final. Mucha suerte para el futuro”, publicó en sus redes Cesc Fàbregas, sin que la marcha de Conte se haya oficializado formalmente por parte del equipo inglés.
Su tensa relación con el vestuario, especialmente en su segunda temporada, unida a la polémica marcha de Diego Costa (Abramovich no la compartió) y a los pobres resultados cosechados este último curso precipitaron la decisión de la dirección del club, que sentenció a un Conte que, contra todo pronóstico, sigue ocupando el cargo.
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