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Deulofeu firma con el Watford

El Barcelona traspasa al extremo por 13 millones fijos más cuatro en variables y un porcentaje de las próximas ventas

Jordi Quixano
Deulofeu festeja un tanto en el pasado Joan Gamper.
Deulofeu festeja un tanto en el pasado Joan Gamper. Getty Images

Gerard Deulofeu (Riudarenes, Girona; 25 años) siempre se vio de azulgrana porque no hubo categoría ni equipo que se le resistiera, incluso con la selección Sub-21 de España era la referencia y el desequilibrio, el futbolista que ponía el talento y marcaba las diferencias. En el club le exigieron –le ascendieron de equipo sin atender a su edad- y le mimaron como a pocos, convencidos también de que el extremo alimentaría al Camp Nou con sus quiebros y carreras, con sus jugadas individuales. Pero el paso del tiempo negó la mayor y Deulofeu ya se ha olvidado de su sueño, descartado por los sucesivos técnicos del Barça –Guardiola, Tito Vilanova, Martino y Luis Enrique-, que le hicieron ganarse un nombre entre Inglaterra (Everton), España (Sevilla) e Italia (Milan). Incluso tuvo una bola extra el año pasado, repescado por Robert Fernández, que apura sus últimos días en la secretaría técnica azulgrana, y el entrenador Valverde, que aceptó su llegada tan pronto como arregló su salida. Deulofeu se fue al Watford en diciembre y en el Watford se queda tras un pago de 13 millones de euros fijos más cuatro en variables, además de guardarse un porcentaje económico sobre operaciones futuras del traspaso del jugador a otros clubes.

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Pretendió Deulofeu tomar el billete de ida y vuelta de La Masia como hicieron en la última década jugadores como Piqué, Cesc, Alba y Aleix Vidal. Y se salió con la suya porque el Barça lo recompró por 12 millones al Everton, que le había cedido al Milan, donde tuvo sus mejores momentos. “Se sintió liberado, el jugador que quería ser”, le reconoce quien bien le conoce. Tan bien se sentía que regresó al Barça y pugnó por la banda derecha, donde Dembélé apenas figuraba por sus continuas visitas a la rebotica, donde Denis, Alcácer, Aleix y quien fuera oportuno le restaban minutos. Resulta que Deulofeu lo sacaba todo –regate, carrera, velocidad, centro…-, pero se estancaba en la toma de decisiones, casi siempre erróneas. “Debo mejorar mucho”, se decía a sí mismo al tiempo que también lo expresaba en público. Pero no lo hizo y en el mercado invernal se marchó al Watford, requerido por el mister Javi Gracia.

En la Premier empezó con buen pie hasta que se le estropeó porque tres jornadas después, tuvo una fractura por estrés, más o menos la misma lesión que tuvo Neymar. Decidió Deulofeu no operarse porque aspiraba ir al Mundial, sabedor de que siempre le gustó a Lopetegui, que lo tuvo en las inferiores. Pero estuvo demasiado tiempo parado y a su regreso participó en tres partidos y ninguno para enmarcar. Por lo que perdió el tren para Rusia y también la oportunidad de triunfar en su casa. Pero desde este lunes que el Watford es su nuevo hogar, el escaparate donde puede demostrar de una vez por todas que tenía fútbol para convencer al Camp Nou y al técnico de turno.

Riqui Puig, renovado hasta 2021

En el Barça parecía no convencer tampoco Riqui Puig (18 años), futbolista que derrocha talento y que valida la apuesta de La Masia porque es un medio con denominación de origen, de esos como Iniesta y Xavi porque es capaz de detener el tiempo o acelerarlo cuanto tiene la pelota entre los pies. Siempre con el siguiente pase en la cabeza, a Puig se le acababa el contrato en este verano y pareció despedirse antes de tiempo del club, últimamente más conforme con los músculos que con la técnica y el talento. Pero el entorno azulgrana –desde los aficionados a la prensa, desde una parte de la directiva a otra del área deportiva- se puso las manos a la cabeza y desde el club reconsideraron su postura.

Este lunes, con la fanfarria de hacerse la foto de la firma junto al presidente Bartomeu –algo muy atípico en los canteranos, que no disponen de tantos focos-, Puig renovó con el Barcelona hasta 2021. Tres temporadas que pueden ampliarse a dos más en caso de que así lo consideren oportuno. La cláusula de rescisión del futbolista asciende a 100 millones. Una treta para evitar la fuga de jugadores al extranjero, tentados ante las mareantes ofertas de los conjuntos ingleses e incluso alemanes. “Si eres del Barça desde pequeño, no quieres ir a otro sitio y no haces caso a otras ofertas porque siempre te quieres quedar en el mejor club del mundo”, resolvió Puig.

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