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Un negocio redondo para la reventa

Las entradas en el estadio Santiago Bernabéu quintuplican el precio

F. Javier Barroso
Interior del estadio Santiago Bernabéu, antes del inicio de la Final de la Champions League.
Interior del estadio Santiago Bernabéu, antes del inicio de la Final de la Champions League.GABRIEL BOUYS (AFP)

Los alrededores del estadio Santiago Bernabéu han vivido esta tarde un ambiente de fiesta como si acogiera en su interior el partido de la Final de la Champions League. Miles de aficionados se han congregado desde primera hora de la tarde antes de entrar al campo y ver a través de ocho grandes pantallas la transmisión del encuentro contra el Liverpool desde Kiev. Mientras unos han estado bebiendo y coreando cánticos de apoyo al Real Madrid, otros pocos no han parado de hacer negocio con la reventa.

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El Real Madrid vendió las entradas en pocas horas. Los abonados tenían el acceso gratuito, siempre que las reservaran. El resto se pusieron a la venta y en poco tiempo se agotaron, por lo que se puso el cartel de no hay billetes. Los diez euros de cada tique se destinarán íntegros a la Fundación del equipo y a sus proyectos sociales.

Sin embargo, esa falta de entradas suficientes para los aficionados se ha convertido esta tarde en un negocio redondo para los reventas. Muchos ofrecían los tiques en los alrededores del estadio, con cierto disimulo para no ser detectados por policías de paisano. "Cincuenta euros. ¿Cuántas quieres?", ha preguntado el vendedor de mediana edad y con chaqueta beige. De poco sirve el regatear en estos casos. Algunas personas estaban esperando justo detrás para hacerse con ellas en caso de que no las comprara el interesado.

Los reventas se han repartido por el campo, como si se distribuyeran los espacios de venta. "Cuarenta euros, que solo me queda una". Esa ha sido la entrada más barata en los alrededores del estadio. En algún lugar puntual ha llegado a los 60 euros, pero no ha sido lo habitual.

El Santiago Bernabéu se ha llenado, salvo algunos pequeños huecos muy aislados en los laterales y en las zonas más próximas al césped. Desde el primer momento se ha notado que había nervios y emoción por la importancia del partido. Los aficionados no han parado de animar cómo si su equipo estuviera a escasos metros y no a unos 3.700 kilómetros. Al tradicional pitada al nombrar la alineación del equipo contrario, le han seguido las ovaciones a cada uno de los jugadores del Real Madrid. Los seguidores han terminado los nombres. El más coreado, como era de esperar, ha sido Cristiano Ronaldo.

Lesión de Carvajal

Un domingo de celebración

El Real Madrid celebrará este domingo la victoria en la Champions League. Está previsto que sea recibido en las sedes de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid por la tarde. Justo en Cibeles colocarán como es ya una tradición la bufanda a la diosa. Después se dirigirán en un autobús al estadio Santiago Bernabéu, donde habrá una celebración a partir de las ocho de la tarde.

Durante el encuentro, se han mezclado los momentos de preocupación y de silencio, ante el inicio del Liverpool con más presión sobre el Real Madrid. También se han visto gestos de susto con la lesión de Dani Carvajal en el minuto 35 de la primera parte. Cuando casi se ha caído el estadio abajo ha sido con el tanto anulado por fuera de juego a Benzema. Los aficionados se han levantado de sus asientos gritando "gol", pero enseguida se han dado cuenta de la decisión arbitral de pitar fuera de juego.

Cuando en realidad se ha mostrado el Bernabéu como es ha sido en la segunda parte. "A la afición la tiene que animar el equipo" ha afirmado un aficionado jubilado con más de 50 años de socio. Y el Real Madrid lo ha hecho. Primero con el gol de Benzema, cuando el estadio se ha unido en una grito cerrado. Esta emoción se ha transformado en silencio con el gol del Liverpool cuatro minutos después. Hasta el comentarista del partido ha reaccionado de forma sorpresiva: "Sí, ha marcado un gol el Liverpool".

Claro que enseguida el estadio no ha parado de vitorear con los dos goles de Bale (minutos 63 y 82). Faltaban minutos para que acabara el partido y el Bernabéu ya cantaba "campeones, campeones". Con el pitido final, el cántico ha sido unánime y cerrado, mientras los focos se apagaban y tomaban protagonismo las luces de los teléfonos móviles

El comentarista casi se queda afónico de tanta euforia: "Lo ha vuelto a conseguir. La 13 ya está aquí". El conocido cántico se ha transformado en esta edición: "Como no te voy a querer, como no te voy a querer si eres campeón de Europa una y otra vez".

Los aficionados han permanecido en sus asientos hasta que el capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, ha levantado la flamante Champions League. Entonces ha sonado el conocido We are the champions. En las pantallas se leía "Campeones" y el estadio se ha puesto en pie mientras coreaba la canción de Queen y miles de papeles salían del escenario colocado en el centro del césped.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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