Jorge Lorenzo se aleja de Ducati
El español espera todavía una oferta de renovación de la fábrica italiana, que muestra públicamente su inclinación por Petrucci
Jorge Lorenzo no tiene ofertas. El piloto español, tres veces campeón de MotoGP, no ha recibido (aunque la espera) ninguna oferta de renovación de Ducati, que el viernes anunció la actualización del contrato del subcampeón del mundo, Dovizioso, y que parece interesada en incorporar a alguno de sus pilotos satélite, como Petrucci o Miller. Tampoco tiene Lorenzo, aunque hubo conversaciones informales hace semanas, oferta alguna de Suzuki, que ve con buenos ojos la continuidad de Iannone aunque también le abriría las puertas de su casa a un joven talento como Mir si este no acaba en Honda. Así las cosas, la gente de Lorenzo trabaja en un plan B, una alternativa que le permitiera ser competitivo. Pues si algo desea el mallorquín es intentar vencer a Márquez, como hizo en el 2015.
La sexta posición de Lorenzo en Francia no deja de ser la mejor del piloto mallorquín en lo que llevamos de temporada. Tras los ceros en Qatar y Jerez, la 15ª posición en Argentina y la 11ª en Austin. Pero, aun así, es mucho menos de lo que Ducati espera de él. Un sexto en Le Mans, es, además, mucho peor resultado de lo que él se creía capaz de hacer tras las buenas sensaciones en el fin de semana del gran premio de España. Un sexto en Le Mans, donde ganó hace dos años, y hace tres, y así hasta en cinco ocasiones, es una decepción. Y un dolor de cabeza cuando otro piloto con una Ducati del año pasado acaba en el podio, a dos segundos de Márquez. Fue el caso de Petrucci, que puja por su plaza.
Y así han pasado ya muchos fines de semana y muchos grandes premios. 23, para ser exactos. Con tres podios y ninguna victoria en el casillero de Lorenzo, que sigue teniendo problemas con una moto que, aunque gira más, es demasiado física para los hábitos del de Palma, cuyo rendimiento cae al cabo de unas pocas vueltas, como se vio este domingo. Y ahora que llega el momento de buscar acomodo para las próximas dos temporadas, ahora que se renuevan y se firman los contratos, la distancia entre el piloto y la fábrica de Bolonia parece cada vez mayor.
Lorenzo y Gigi Dall’Igna, el director general de Ducati Corse, se emplazaron para hablar sobre el futuro en Mugello, esto es, en poco más de una semana, durante el GP de Italia. Se dieron un tiempo de margen para así, uno y otro, entender si el matrimonio está o no bien avenido. De eso hace ya tiempo y el plan no ha cambiado. Sin embargo, han sucedido y se han dicho muchas cosas en estas semanas. Ha sucedido, por ejemplo, que Lorenzo no ha podido todavía deslumbrar con la GP18 o que Ducati ha renovado a Dovizioso y ha mejorado sustancialmente su base salarial; y que, en el anuncio de esa renovación el propio piloto señaló a quienes tenían más puntos para ser sus compañeros: Petrucci y Miller, las dos Ducati satélites del equipo Pramac.
“Conozco esta moto desde hace tres años. Creo que la elección de Ducati está entre Jack [Miller] y yo, pero sobre todo porque nuestro salario es mucho más bajo que el de Lorenzo”, decía Petrucci el domingo. Y la sala de prensa estallaba en una risotada. “Lo del salario lo digo en serio, ¿eh?”, apuntaba. Obviamente, ambos tienen un sueldo menor al del español y unas menores pretensiones económicas, y eso anima a Ducati, que ya hizo entender a Lorenzo que la oferta de renovación sería muy a la baja.
“Petrucci ha dado un paso adelante. Ha hecho una carrera extraordinaria; ya esperábamos que en un momento crucial para decidir sobre su futuro nos pudiera demostrar que es un piloto a tener en cuenta. Hablaremos de ello en los próximos días. Es cierto que también está Jorge por medio, pero en este momento Danilo ha demostrado que se merece una moto oficial”. Así se manifestó este domingo Paolo Ciabatti, director deportivo del equipo Ducati, en la misma línea que lo había hecho Dall’Igna minutos antes: “Si Petrucci continúa así, se merece una moto oficial”. Declaraciones al margen, lo cierto es que el entorno del piloto español siente que la relación con la fábrica italiana no es tan buena como sería deseable.
Lorenzo, que hace unos meses ponía en la balanza los números y la moto, pues cree que un sacrificio a uno debe compensarle también desde el punto de vista económico, estaría dispuesto a aceptar una oferta más que discreta de Ducati, comparable a la que firmó Dovizioso hace dos años. El mallorquín pasaría de los 12 millones anuales de estas dos temporadas a uno o dos como sueldo base, con sustanciosos bonos por victorias. Eso, claro, si la oferta llega. Porque él quiere intentar ganar con la Desmosedici GP18. “Para mí sería decepcionante cerrar algo que no se ha terminado”, decía el jueves.
Si tiene que hacerlo, su entorno trabaja en un plan alternativo. Su prioridad es ser competitivo.
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