Cristiano eclipsa a Salah y rescata a Portugal
Un doblete en el descuento del delantero del Madrid hace estéril el tanto inicial del atacante del Liverpool y evita el sonrojo a la campeona de Europa, impredecible de cara a Rusia
En Suiza, ante una selección menor, Egipto, pero que cuenta con uno de los jugadores más en forma del momento, Mohamed Salah, Portugal evidenció sus carencias y sus dudas de cara al Mundial del próximo verano. Pero también, aunque tarde, sobre la hora, enseñó sus virtudes. Más bien su única virtud, Cristiano Ronaldo, que apareció en el descuento para voltear el marcador con un doblete y eclipsar al atacante del Liverpool, protagonista de la noche hasta la irrupción del madridista. De momento solo CR parece otorgarle cierta estabilidad a la campeona de Europa, cuya respuesta en Rusia se antoja indescifrable. Mientras tanto, Fernando Santos hila para entremezclar con tino en el once a viejos veteranos de guerra, como Quaresma y Bruno Alves, y jóvenes promesas en crecimiento entre las que llaman la atención Bernardo y Andre Silva, Neves o el valencianista Guedes.
Sobre todos ellos, curtidos o jóvenes, manda Cristiano. El siete arrancó el amistoso en modo agitador, moviéndose por aquí y por allá, de una banda a otra. Más delantero que nunca en el Madrid, el de Funchal amplía sus funciones con Portugal, donde ejerce de todo en el ataque, de punta y también de extremo. De inicio se mostró por los costados, dando rienda suelta a su pasado de gambeteador y generando las primeras acciones ofensivas del encuentro. No incomodaba mucho Egipto, selección que regresa a un campeonato del mundo 28 años después de la mano de Héctor Cúper. Y de Salah, como no, el único de los africanos con caché internacional junto al medio del Arsenal Elneny. Beto les evitó la primera alegría de la noche con una gran intervención justo antes de que un pie sobre la línea les librase de un disgusto en una desafortunada e infantil cesión que buscó castigar CR.
Tras una primera parte de idas y venidas, en la que reinó el desorden por encima del fútbol, Salah se encargó de pegar el primer golpe en su duelo particular con el jugador del Madrid. Al borde de la hora de partido, la estrella egipcia recibió en la frontal y se sacó un preciso golpeo de rosca con la zurda que se coló rozando el poste. El gol sonrojó a una Portugal que era incapaz de imponerse a un combinado de segunda o tercera fila. Plana y previsible, nada invitaba a pensar que hubiese podido lograrlo de no ser por Cristiano. Su gen competitivo, inalterable ya sea la cita una final o un amistoso, salió a relucir en el descuento y con dos goles de cabeza in extremis rescató a los suyos.
Primero picó un centro lateral de Quaresma desde el costado izquierdo y dos minutos después, en el 94, en un libre directo botado también por el veterano extremo, se impuso con potencia para firmar el tanto decisivo, que requirió la intervención del VAR. Acción legal y remontada de un CR que se muestra imparable, ya visto la roja de Portugal o la blanca del Madrid.
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