Neymar: “¡Más ansioso por jugar contra el Madrid no puedo estar!”

La cubierta del Parque de los Príncipes exhibe en letras monumentales la leyenda que los propietarios cataríes se esfuerzan por materializar: Paris est magique. El peso de la inversión más intrépida de la década en la industria del fútbol, sin embargo, no acaba de cuajar en la maravilla soñada. Se suceden los partidos irregulares sin que el PSG acabe de encontrar un funcionamiento armónico más o menos constante alrededor de Neymar. La visita al Lille, un club fundido por los cuatro costados, se concretó en otra victoria sin magia a la espera del viaje a Madrid del próximo 14 de febrero para disputar la ida de los octavos de final de la Champions.

El 0-3 no entusiasmó a la hinchada ni mucho menos al protagonista inexorable, el propio Neymar, autor de un gol de falta y de poco más. El brasileño abandonó el estadio Pierre-Mauroy dando sutiles muestras de aburrimiento por jugar en la quinta Liga de Europa y medirse a futbolistas sin pedigrí que le pegan demasiadas patadas para su gusto. “¡Más ansioso imposible!”, confesó, cuando le preguntaron por sus sensaciones ante la visita al Bernabéu de la semana próxima.

“A los jugadores como yo nos gusta prepararnos para este tipo de partidos como el de Madrid”, explicó; “aquí en el vestuario estamos todos muy ansiosos. Quiero que llegue ya ese día porque nos vamos a enfrentar a jugadores de mucha calidad. A nosotros nos gusta prepararnos para eso”.

Ney, como le llaman en la comitiva, presume de tener una sensibilidad refinada. Añora los grandes escenarios y lo hace ver cada vez que puede al tiempo que manifiesta un creciente fastidio por la rudeza del torneo francés. En Lille teatralizó las faltas que le hizo el inagotable Bissouma —para jolgorio de la grada local— en un intento por denunciar que le pegan indiscriminadamente. Neymar considera que es el pilar del espectáculo y que no merece ese tratamiento por parte de los rivales ni esa incomprensión por parte de los árbitros y del público, incluso de su propio público, que a veces también le pita. En Lille, cuando el juez señaló el final, la estrella de la Ligue 1 se metió al vestuario mientras sus compañeros —con Cavani al frente— agradecían el apoyo a los seguidores desplazados.

Otra fiesta

Harto de sufrir, se fue a la ducha, se puso el chándal, se adornó los dedos con anillos y las orejas con cuatro aros de oro blanco y diamantes, y se ajustó una gorra verde con el logo de un oso de peluche estampado en la frente. El show de Neymar cada vez se prolonga más fuera de la cancha que dentro. Las cuestiones más variadas, las efemérides, los aniversarios y las estadísticas, son motivo de exaltación.

Así lo estableció el capitán del equipo, Thiago Silva: “Este domingo tenemos muchas cosas que celebrar; especialmente el cumpleaños de Neymar, que cumple 26; pero también que en Lille ha metido el gol número 350 de su carrera como profesional. Siempre es bueno hacer goles, y más en su caso, por la calidad que él tiene. Ney se merece todo lo bueno. Espero que nos siga dando alegría”.

“Vivo un presente encantado”, dijo Neymar sin dejar de sonreír. “Estoy feliz de llegar a la marca de 350 goles con 25 años. ¡Bueno, ya son casi 26!”.

Evocará su nacimiento esta noche en una fiesta multitudinaria a la que invita a más de 50 personas de Brasil. Según el portal de UOL, impone etiqueta: esmoking para ellos y vestido largo para ellas. Imprescindible ir de negro.

Se aproxima lo que Thiago Silva denomina “nuestro gran partido de la temporada”. Espera el Bernabéu y el PSG quema los días con veladas grises como la de Lille. De momento, la magia la pone Neymar, prestidigitador en una revista más social que deportiva.