Bruguera abre una era ilusionante en la Copa Davis
España recibe este fin de semana a Gran Bretaña en Marbella en el que será el estreno del nuevo capitán, al frente de un ambicioso proyecto. Las ausencias de Nadal y Murray marcan la primera serie del año
El proyecto liderado por Sergi Bruguera echa a andar este fin de semana. Después de dos años de la mano de Conchita Martínez, no renovada, el equipo español de la Copa Davis abre este viernes una nueva etapa, –“ambiciosa etapa”, matizan desde la Federación– con el estreno del nuevo capitán en el banquillo. El marco de la première será el Club de Tenis Puente Romano, en Marbella, y la primera serie de este 2018 enfrentará a España con la devaluada Gran Bretaña, que comparece sin sus principales figuras y afronta además una dura estadística: España encadena 24 victorias consecutivas como anfitriona; no cae en casa desde 1999, entonces ante Brasil.
Para esta citación de octavos, el nuevo seleccionador no ha podido contar con Rafael Nadal, tótem y piedra angular de un equipo que aspira a su sexta Ensaladera. Pese a la predisposición del número uno –“ahora no puedo jugar porque el cambio de una superficie a otra es demasiado agresivo y debo cuidarme, pero más adelante quiero ayudar”, trasladó en Australia, antes de lesionarse–, el preparador cuenta con un mensaje reconfortante: el compromiso del gran símbolo y la vieja guardia.
Esta vez no ha podido acudir Nadal, todo un aval (10 asistencias, 10 victorias), pero sí lo han hecho otros dos pesos pesados, David Ferrer y Feliciano López, y a la nómina se suman, además, las mejores raquetas españolas del momento: Pablo Carreño (10 del mundo), Albert Ramos (21) y Roberto Bautista (23). Será el segundo quien abra la eliminatoria el viernes (11.00, Teledeporte) y recogerá el testigo el tercero para intentar sumar los dos primeros puntos individuales en la jornada inicial.
El sábado (14.00), Bruguera ha decidido fiar el dobles a la pareja formada por Feliciano y Carreño, y el domingo, en un principio, volverán a ser Ramos y Bautista quienes intervengan. Todos ellos afrontan a un huésped seriamente perjudicado, puesto que el técnico Leon Smith no puede contar con la gran figura británica, Andy Murray, ni con el joven Kyle Edmund, que recientemente firmó las semifinales de Melbourne, pero terminó afectado de la cadera y finalmente no jugará en Marbella. Un pulso que no se editaba desde hacía 32 años, en 1986, cuando el cuadro british se impuso por 4-1.
Gran Bretaña, una citación de circunstancias
Aunque el histórico marca una superioridad foránea (8-5 en los precedentes), a priori España es favorita. Además del hándicap de la superficie, la tierra batida, Gran Bretaña ha tenido que confeccionar una convocatoria de circunstancias, con Cameron Norrie (114) y Liam Broady (165) para los individuales y Jamie Murray y Dominic Inglot como especialistas para el dobles, siendo este segundo formato en el que tiene más esperanzas. No obstante, Bruguera transmite un mensaje de precaución que ha calado en el equipo. “Hay que recordar que esto es la Copa Davis y que muchas veces el favorito al final acaba sufriendo”, advierte Carreño, que de un año aquí ha ganado peso específico en el equipo.
El histórico marca una superioridad británica en los precedentes (8-5) y ambos equipos no se medían desde 1986
Después de ocho series y cinco años jugando en el extranjero, España volverá a competir en el territorio nacional. No lo hacía desde septiembre de 2013, cuando logró la salvación en el Grupo Mundial frente a Ucrania, y la atmósfera es optimista porque los jugadores dicen tener ilusión por volver a conseguir algo importante. “Tenemos la oportunidad de poder jugar aquí y si avanzamos los cuartos [contra Australia o Alemania] también serían en casa”, precisa el veterano Ferrer. “Pero esto es la Davis y hay que ir poco a poco. Creo que puede ser un buen año, porque hay jugadores muy buenos y ganas no nos faltan”, agrega el alicantino, que reaparecerá en la competición después de dos años de ausencia.
Y entrará en escena por primera vez Bruguera, que cumple el perfil que demandaban los tenistas para ocupar el banquillo –su exitoso pasado como jugador y el haber estado inmerso recientemente en el circuito, como preparador del francés Richard Gasquet– y abandera un proyecto ilusionante, en el que España y los dirigentes federativos apuntan muy alto.
EL PROGRAMA DEL FIN DE SEMANA
VIERNES 2 DE FEBRERO:
11.00: Albert Ramos - Liam Broady.
A continuación: Roberto Baustista - Cameron Norrie.
SÁBADO 3 DE FEBRERO:
14.00: Pablo Carreño / Feliciano López - Jamie Murray Dominic Inglot.
DOMINGO 4 DE FEBRERO:
11.00: Albert Ramos - Cameron Norrie.
A continuación: Roberto Bautista - Liam Broady.
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