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Emery, del récord a la amenaza de despido en el PSG

El técnico del equipo más goleador de la historia en fase de grupos de la Champions vive bajo la lupa de Al-Khelaifi, su presidente, que baraja sustitutos tras la derrota en Múnich (3-1)

Diego Torres
Unai Emery en el banquillo de Múnich.
Unai Emery en el banquillo de Múnich.MICHAELA REHLE (REUTERS)

Nunca un éxito estadístico se sustanció en tan poca felicidad. Nunca un equipo metió tantos goles (25) en la fase de grupos de la Champions como el Paris Saint-Germain. Nunca esa avalancha de juego ofensivo y esas victorias (cuatro en cinco partidos) proporcionaron menos armazón argumental en defensa del cargo de un entrenador. Unai Emery, el técnico que ha situado al PSG como líder del grupo B, es responsable del dudoso logro. Su jefe, el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, no está contento con su labor y hay una corriente dentro del club que le anima a echarle lo antes posible.

La derrota del equipo en Múnich (3-1), el martes, disparó a los críticos dentro y fuera de la institución. El diario L'Equipe reveló este jueves el heterogéneo abanico de sustitutos que tantea la directiva, prácticamente convencida de que el próximo verano impondrá un cambio en el banquillo, sean cuales sean los resultados. Destacan un ramillete de estrategas sin más coincidencia que la fama: Allegri, Conte, Simeone y Mourinho. Contratar al portugués es una de las primitivas aspiraciones de Al-Khelaifi.

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La temporada se presentó como un dilema para Emery: consagrarse a Neymar o intentar tratar a la nueva estrella como a una figura más. Sabedor de que tras perder la Ligue 1 y caer por goleada (6-1) en la Champions ante el Barça, sus jefes recelaban de su aptitud, el técnico se encontró en agosto conque el club le sugería un plan sin vía de escape: poner al equipo a disposición del diez. Eso hizo Emery.

En lugar de buscar un punto de equidistancia con el resto de una plantilla plagada de jugadores consagrados, el vasco dotó Neymar de un carácter especial de privilegio. Con esto, contentó a Al-Khelaifi y a su figura pero inmediatamente puso a prueba la comprensión de gente como Cavani, Motta, Marquinhos, o Silva, líderes espirituales del vestuario.

Emery se empeñó en considerar a Neymar, de 25 años, como a un futbolista fiable. Trasladó la idea de que se trataba de un joven incomprendido que él sí sabría conducir, convencido como estaba de que se trataba de un gran profesional, dedicado con esmero al fútbol e incapaz de demandar un trato de favor. En los meses que siguieron Neymar le contradijo. El jugador ha brillado en la misma proporción en que se difuminaba. Suma 15 goles y 11 asistencias en 18 partidos pero ha mostrado una inestabilidad emocional directamente proporcional a los problemas que planteaban los rivales. Se ha perdido dos partidos por sufrir molestias físicas sin demasiada precisión y se ha hecho expulsar dos veces en Ligue 1. Neymar no jugará este sábado contra el Lille por sanción. Desde el principio Mbappé le hizo sombra. Con 18 años, el joven astro francés se mostró más consistente. En los dos duelos con el Bayern dio una asistencia e hizo un gol. Las mismas cifras que Neymar.

Fue la remontada en el Camp Nou (6-1) lo que determinó a Al-Khelaifi a realizar una inversión económica cuyo carácter arrasador esperó transferir a la competición. El fichaje de Neymar, autor imprescindible del 6-1, y la contratación de Kylian Mbappé, el mejor juvenil europeo del siglo, supusieron unos 400 millones de euros. Una garantía, en la visión de Al-Khelaifi, de acceso inmediato al círculo restringido de clubes constantemente aspirantes al título: Madrid, Barça y Bayern. La derrota en Múnich opera como desengaño. Emery figura como primer responsable.

Las derrotas sucesivas en Estrasburgo (2-1) y en Múnich (3-1) inducen al pesimismo. Desde 2014 el PSG no perdía dos encuentros seguidos. Justo ahora que dispone de la plantilla más potente del mundo, lo que parecían ventajas se vuelven contra Emery.

Neymar, Cavani y Mbappé firman una hazaña estadística

El PSG consiguió 25 goles a favor y cuatro en contra en las cinco jornadas de la fase de grupos de la Champions ante el Bayern el celtic y el Anderletch. Se trata de la mejor diferencia de goles (+21) desde que se instauró el actual formato de liguilla en 1988. Una hazaña convalidada por los hitos que supera. Ni el mejor Barcelona (+20 en la temporada 2011/12), ni el Bayern de Guardiola (+16 en 2015/16) hicieron tanto.

El ataque de Neymar, Cavani y Mbappé supera los registros más prolíficos. El Borussia de 2016/17 con 21 goles en la fase de grupos, el Barça de 2011/12 con 20, el Madrid de 2014/15 con 20, el United de 1998/99 con 20, y el Bayern de 2015/16 también con 19.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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