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El Baskonia sigue en la ola

El conjunto vitoriano derriba al Zalguiris en otra exhibición coral

Pedro Martínez, en un tiempo muerto.
Pedro Martínez, en un tiempo muerto.David Aguilar (EFE)

Cuando coges la ola, la ola te lleva. Cierto que hay que hacer por no caerse y dibujar figuras que adornen el paseo. El Baskonia esta en la ola buena y lo demostró en Kaunas, donde el baloncesto rompe el frío como lo había demostrado el martes ante el Madrid. Dos victorias consecutivas, con sus dosis de escándalo anotador: 105 puntos le había hecho al Madrid y 97 le hizo al Zaguiris para volver al mapa de la Euroliga de donde parecía desahuciado. Ahora el Baskonia parece una coral en la que ayer sobresalió Beaubois, el que resuelve los problemas, o Malmanis, el chico listo, o Voigtmann, el pívot silencioso, y otra vez es Poirier. De pronto el Baskonia es un equipo aunque se le acumulen las bajas (ayer sufrió la lesión de Macrae). Siekpre surte alguien para frenar el ímpetu del lituano Jankunas , solemne como acostumbra, o las habilidades del serbio Micic.

Llegaba el Zalguiris con la fama acreditada de equipo triplista y el Baskonia le cosió a triples. Fue la primera batalla que ganó el equipo de Pedro Martínez, al tiempo que cerraba la defensa, hora con rebotes, ahora con robos. El Zalgiris se descentró. La prueba más evidente es que el base canadiense Pangos acabó el partido con cero puntos, un borrón en su carrera, mientras el Baskonia laboraba como una hormiga hiperactiva. Su momento flaco fue cuando el equipo de Jasikevicius decidió presionar en la salida de la jugada en dos contra uno, arriesgando su defensa. El Baskonia se ofuscó, desconcertado, y perdió su ventaja. Fue un fogonazo hasta recuperar el dominio de la situación. Y ahí siempre aparece Beaubois, con su gesto impávido para coser las costuras de su equipo y del marcador. Siempre aparece cuando se le llama, nunca reniega de su espíritu justiciero. Salvo al Baskonia en los momentos difíciles y lo puso de nuevo en la ola, la que le mueve, la que le inspira, aunque acumule lesiones.

El Baskonia rompió el partido cuando debía, en el segundo cuarto, que cerró con 20 puntos de diferencia, la renta clásica ara gestionar los momentos de debilidad que tenían que llegar. Y llegaron cuando en el tercero cuando el Zalguiris se colocó a siete en el marcador. Un robo mágico de Beaubois saldó la deuda y el Baskonia volvió a crecer hasta firmar un 77-97 que eleva su lugar en la tabla y su autoestima. Ahora, con el hierático Pedro Martínez parece y es un equipo que jamás depende de un solo jugador, sino que turna su protagonismo. Y le da rédito. Dos victorias en una semana le avalan como lo que fue más que como lo que parecía.

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