Thomas Partey, el ‘Essien’ que pulió Simeone

A Thomas Partey (Ghana, 24 años) quienes le han visto jugar desde pequeño le comparan con su compatriota Michael Essien, seguramente el centrocampista más destacado que ha dado África en las últimas dos décadas. Su fortaleza física, especialmente desarrollada en un tren inferior notablemente musculado, se asemeja a la del ahora jugador del Persib Bandung indonesio. Sin embargo, entre Odumase Krobo, el pequeño municipio al sur del país en el que nacieron él y sus siete hermanos menores, y Acra, la capital de la que es oriundo el exjugador del Olympique de Lyon, Chelsea y Real Madrid, existen tantas diferencias como en el plano corto de un jugador que se ha convertido en fundamental para Simeone en el arranque de temporada. Este sábado frente al Sevilla (13.00, beIN LaLiga) podría completar su quinto partido consecutivo como titular, una secuencia que desde su incorporación a la primera plantilla del Atlético en 2015 nunca se había producido.

En cuatro partidos acumula 34 recuperaciones, 170 pases completados y solo cuatro faltas

Thomas, al que su padre, exjugador y entrenador del equipo del barrio apodó Senegal por recordarle a un antiguo compañero, aterrizó en Madrid con 17 años y le bastó un solo entrenamiento para ser inscrito en el Juvenil del Atlético, del que pronto saltó al filial, en Segunda B. Sus prestaciones atléticas le permitieron desarrollarse como un centrocampista sin límites, aunque en el momento en el que se encontró con Simeone esa ambivalencia menguó.

Antes de de debutar con la camiseta del Atlético en la 13ª jornada de Liga frente al Espanyol, en la temporada 2015-2016, Thomas encadenó dos cesiones —al Mallorca en la 2013-2014 y un año después al Almería—, que le permitieron foguearse y demostrar un potencial que nunca pasó desapercibido para el cuerpo técnico. Por paradójico que resulte, su capacidad para trasladar la pelota desde la línea defensiva al ataque gracias a su potencia física no convenció a Simeone, para el que prima la colocación y el engranaje por encima del dispendio puramente atlético.

Un icono en su país

“Ha madurado en su forma de jugar”, reconocen en el club. Y para prueba sus números en los cuatro partidos de Liga que ha disputado: 34 recuperaciones, 170 pases completados (solo ha errado 18), y cuatro faltas. Un balance al que se une el 96% de efectividad en el pase que acumuló frente a la Roma en el partido de Liga de Campeones. Esa seguridad y fluidez en el juego le han permitido asentarse junto a Saúl el centro del campo en detrimento de Gabi.

“Ahora solo le falta soltarse en ataque”, conceden desde el Atlético, donde solo ha anotado cuatro goles en 32 partidos. Con la selección de Ghana, donde se ha convertido en un referente, marcó un hat-trick ante Congo durante los partidos de clasificación para el Mundial y los elogios no tardaron en llegar. “Estoy impresionado con él. Está claro que para jugar en el Atlético tienes que tener algo único y creo que él lo tiene. Tiene un don y me alegro de que juegue con nosotros”, le felicitó Asamoah Gyan, capitán de las Estrellas Negras.

Profundamente religioso y poco dado a las fiestas, Thomas es uno de esos jugadores a los que la fama parece sobrarle. “Yo solo quiero ayudar al equipo”, asegura continuamente. Y por primera vez esa ayuda se está produciendo sobre el césped y resulta bien visible.