La reinvención del CN Sabadell

Sabadell tiene cerca de 200.000 habitantes y dos clubes por excelencia: el CE Sabadell y el CN Sabadell. En el primero manda el fútbol; en el segundo, la natación. Sin embargo, nadie duda de que en la ciudad reina el agua. Mientras que uno cuenta con cerca de 2.500 socios, en el otro hay más de 27.000. “Tenemos una dimensión integral en nuestro territorio. Cumplimos con una función social, la gente viene a nuestras instalaciones para aprender a nadar ya que no hay una infraestructura pública que lo permita, pero también tenemos otras funciones muy importantes como son las secciones deportivas y, por supuesto, el aspecto meramente de club”, explica Claudi Martí, presidente del CN Sabadell.

Martí alcanzó la presidencia en enero. Tenía una misión en la cabeza. “Necesitamos tener un equilibrio económico entre las secciones deportivas y las funciones de club”, cuenta el presidente. En la entidad hay, básicamente, tres tipos de socios. Los hay de esos a los que les gusta presumir de las secciones y se enorgullecen cada vez que, desde sus piscinas, emerge algún título: Mireia Belmonte representó al club en Londres 2012 (dos medallas de plata) y el Waterpolo femenino conquistó cuatro de los últimos siete Europeos (2011, 2013, 2014 y 2016). Pero también están esos a los que les gusta ver a sus hijos hacer deporte y los que solamente quieren disfrutar de las instalaciones, ya sea para tirarse al agua (cuentan con ocho piscinas en sus dos sedes), jugar al pádel, al squash, a la petanca o simplemente ir al gimnasio.

“Hoy hay mucha competencia y queremos tener al socio contento y que las instalaciones estén en condiciones. Si eso no pasa se van a otro sitio”, subraya Martí. Los abonados son el principal motor económico del club, que tiene un presupuesto de 12 millones de euros. Un 90% de estos ingresos surgen a partir de las cuotas sociales, mientras que el 10% restante se genera a través del marketing.El club gasta cerca de 9,5 millones en gastos de estructura y en las 20 secciones deportivas se invierten 2,5 millones: la joya de la corona, el waterpolo, se lleva alrededor de 500.000 euros. Además, el club necesita restructurar la deuda y aumentar el valor patrimonial que se ha reducido en un 33% en los últimos años.

Mirar a la cantera

“El deporte tiene que ir de abajo hacia arriba”, advierte el Martí. El club quiere reestructurar el dinero que se gasta en las secciones. “De 2003 a 2011, ganamos el 45% de las competiciones de España en las categorías de formación. De 2011 a 2017, ganamos uno o dos torneos. Esto no puede ser”, afirma el presidente. Por este motivo, el club lanzó el “Pla Pedrera”; para que a medio plazo el 75% de los integrantes de sus equipos absolutos de waterpolo, natación y natación sincronizada sean formados en la casa. Hoy, están en un 40%. “Es algo positivo que el club quiera apostar por la cantera”, explican desde el grupo del waterpolo femenino.

Fue, justamente, el waterpolo femenino, quien perdió a uno de sus referentes en la restructuración. Nani Guiu fue despedido después de 10 años. “No sé porque han tomado esa decisión. No fue por motivos económicos”, dice el técnico que conquistó cuatro Champions. Martí, por su parte, explica sus razones: “Hacer las cosas de manera diferente conlleva cambios”. El vestuario se sorprendió con la decisión, pero la entiende. “Llevaba muchos años. En la restauración a nosotras no nos han tocado los sueldos”, insisten desde el grupo. Y la joven Paula Leitón remata: “Solo se cambió el entrenador. El equipo es el mismo, seguiremos ganando”.

El CN Sabadell se reinventa, quiere apostar por sus categorías inferiores, pero, sobre todo, busca seguir siendo la referencia deportiva de la ciudad. Un club que no quiere dejar de ser un club.