El Real Madrid supera a Unicaja en el Carpena y sella su pase a la final

El Real Madrid se impuso a Unicaja en el tercer partido de la semifinal (73-76) y se clasificó para la final de la Liga Endesa por sexta temporada consecutiva. Randolph (con 13 puntos y cuatro tapones), Ayón y Llull, se sobrepusieron al desenfoque inicial de los blancos y acabaron con la resistencia del conjunto de Plaza. Los triples postreros de Nedovic retrasaron el desenlace pero, a pesar del 6 de 25 en triples y de su inferioridad en el rebote (45-38), el Madrid de Laso disputará su 18ª final sobre 25 posibles. No encadenan los blancos tres coronas ligueras desde 1986. No lo logra ningún equipo desde que el Barcelona de Aíto, Djordjevic, Karnisovas y Dueñas derrotara en el quinto partido de la final de 1997 al Madrid de Arlauckas, Herreros y Bodiroga. Veinte años después, los de Laso buscan otro triplete para prolongar una dinastía que les emparenta con lo más granado de su enciclopedia. En tiempos de Ferrándiz, el club blanco llegó a encadenar siete títulos entre 1960 y 1966, y hasta 10 entre 1968 y 1977.

Rivalizaron en desatino ambos equipos con un horripilante comienzo de partido que marcó tendencia. Transcurría el minuto 13 y el marcador reflejaba un enclenque 14-13 con un 2 de 14 en tiros de dos para Unicaja y un 0 de 9 para el Madrid desde el triple. El acierto no acompañaba a la intensidad hasta que los de Joan Plaza encontraron el interruptor para iluminar su ataque. Un triple de Fogg y tres consecutivos de Carlos Suárez desataron la pasión en el Carpena (28-20, m. 16). Apenas Felipe encontraba el camino al aro en los visitantes y ningún madridista atinaba desde el perímetro, pero a los visitantes les bastaron cinco asistencias de Llull y el primer bingo del menorquín desde el 6,75 para atajar el primer estirón de los verdes (33-33, m. 21).

Llegaba Unicaja a la cita sin Omic y con Nedovic tocado, pero la vigorosa dirección de Alberto Díaz, la solidez de Suárez, la intendencia de Fogg y el pasito delante de Musli fueron argumentos suficientes para desmentir el zarandeo sufrido el pasado viernes en el WiZink Center a base de aplicación. Pasaban los minutos y el Madrid, condicionado por la defensa zonal de los verdes, continuaba estrellándose desde la línea del 6,75. Al tiempo que los locales ensayaban otro demarraje, la estadística madridista desde el triple alcanzaba el 3 de 20 tras el séptimo fallo de Llull (50-41, m. 28). Solo Randolph mantenía el tipo intimidando atrás y anotando a buen ritmo.

Sin embargo, un parcial de 2-10 coronado por un triple de Taylor sobre la bocina del tercer cuarto reenganchó de nuevo al Madrid al partido (52-51, m. 30). El dominio en el rebote impulsaba las opciones de Unicaja, pero la aparición de Doncic y una técnica a Joan Plaza sirvieron a los blancos para lograr su primera ventaja (56-59, m. 34). Llull, que se había sentado en el banquillo a falta de 1m 44s para el final del tercer cuarto, no regresó a la pista hasta que quedaban 4m 35s. Lo hizo sustituyendo a Carroll, que acababa de anotar su primer triple. También regresó Ayón y entre ambos gestionaron la ventaja para rendir a Unicaja. El Madrid disputará la final de la Liga por sexta temporada consecutiva. Lo hará ante el vencedor de la eliminatoria entre Baskonia y Valencia (1-2).