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Cuando la Juve ‘pagó’ la Ciudad Deportiva del Madrid

El traspaso del madridista Luis del Sol al club turinés en 1962 por 35 millones de pesetas contribuyó a la edificación

Rafael Pineda
Luis del Sol, exjugador del Madrid, Juventus y Betis.
Luis del Sol, exjugador del Madrid, Juventus y Betis. PACO PUENTES (EL PAIS)

Luis del Sol (Arcos de Jalón, Soria; 1935) fue el primer jugador español en militar en la Juventus. El campeón italiano lo fichó del Real Madrid en 1962, donde había ganado dos Ligas, una Copa de Europa y una Copa. Del Sol disputó 238 partidos con la Juve desde 1962 a 1970, ganó una Liga (1967) y una Copa (1965).

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Señalado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol español, levantó la Eurocopa de 1964, disputó los Mundiales de Chile 1962 e Inglaterra 1966 y compartió vestuario con mitos como Di Stéfano, Puskas, Gento, Sívori, Amarildo, Peiró y Luis Suárez. A sus 82 años, Del Sol conserva frescos en su memoria futbolística sus traspasos, primero desde el Betis al Madrid, y luego, del club blanco a la Juve. “Un buen día, Benito Villamarín, que era el presidente del Betis, me dijo que me iba al Madrid. Yo sabía que era algo bueno para mí porque en la selección estaba con los jugadores del Madrid e iba a ganar más dinero”, aclara. “De repente, me vi en un vestuario con Di Stéfano, Rial, Puskas y Gento. Alfredo era muy grande. Nos hicimos grandes amigos. Esa entrega, su defensa de los compañeros, esa mentalidad ganadora. Iba a un lado, a otro, detrás, delante, derecha, izquierda… Yo iba a muerte con él”, afirma Del Sol.

Su millonaria venta a la Juventus en 1962 fue una bomba en el mercado de fichajes de la época. “El Madrid recibió 35 millones de pesetas que utilizó para hacer la Ciudad Deportiva. El club estaba algo tieso. Recuerdo que el traspaso se hizo en la SEAT. Me metieron en un despacho mientras Bernabéu negociaba con los italianos”, rememora.

“En Turín me trataron muy bien. Vivía en una zona residencial de los Agnelli [propietarios de la Juve y de la FIAT]. Siempre cumplieron su palabra. Igual de dinero no te pagaban una millonada, pero lo que te prometían te lo daban. El club lo llevaba una figura mítica, Boniperti, que había sido jugador. Creo que se decantaron por mi fichaje después de verme en una eliminatoria de la Copa de Europa con el Madrid. Los eliminamos después de un desempate en París, donde metí un gol. Esa Copa de Europa la perdimos luego en la final con el Benfica”, añade Del Sol, al que se le ilumina la cara cuando habla de su etapa en Turín: “La Juventus en una entidad muy especial. Nos quisimos los dos. Mi compromiso fue total con un club serio, que es poderoso pero que también es familiar, que cuida sus raíces, a su gente, a su cantera. Había directivos que tenían fábricas de ropa y cuando me venía para España llenaba el coche con ropa a mi medida: trajes, ropa interior, camisas… Fueron ocho años muy buenos”. En ese periodo en Turín, Del Sol también sacó a relucir el carácter que ya le había enfrentado antes a entrenadores de mano dura como Helenio Herrera, con el que se negó a jugar de extremo. En la Juve, fue con otro Herrera, Heriberto: “Di Stéfano me llamó para colocarlo [como técnico] en la Juve, donde yo era mucho. Ganamos la Liga y en la pretemporada me dice que yo era un marqués… Casi lo cojo por el cuello… Yo intentaba dar ejemplo a los jóvenes con mi esfuerzo y mi dedicación”.

La Juve es un club poderoso, pero también familiar. Cuida sus raíces

“Quizás nos faltó ganar más cosas. En Europa recuerdo que llegamos a semifinales de la Copa de Europa, donde nos ganó el Benfica de Eusebio, que se me cruzó varias veces. Nos pilló en Italia una época de grandes equipos, con el Inter de Sandro Mazzola, Corso y Luis Suárez. También estaba el Milan de Altafini y Rivera. Nosotros teníamos un equipazo, con el Cabezón Sívori, que le llamaban el sucesor de Di Stéfano, con Castano, Sarti, Gori… pero nos faltó un poco de mentalidad para ganar más cosas”, añade Del Sol, quien hace un nuevo salto de más de 50 años para analizar la final del próximo sábado.

“No me fío de la Juve. Si te meten un gol, no hay forma de entrar ahí. Conozco su competitividad. Pero, además, es que tiene jugadores que la tocan muy bien. Es un equipo completísimo. No tiene rival en Italia y Dybala la pone donde quiere. Te hacen un gol en un segundo, tienen la mentalidad italiana y mueven el balón. El portero y la defensa les dan consistencia”, concluye.

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