Unzué liderará al equipo de Luis Enrique al frente del Celta
El equipo gallego recurre a los antecesores de Berizzo como sus sucesores
El Celta encontró el sucesor de Eduardo Berizzo en sus antecesores, el equipo técnico que comandó Luis Enrique primero en Vigo durante una campaña y después durante sus tres temporadas en el Barcelona regresa a Balaídos para hacerse cargo de un equipo muy mejorado respecto a aquel que conocieron y al que estabilizaron en Primera División. Lo liderará ahora Juan Carlos Unzué (Pamplona, 1967), que retoma su experiencia como primer entrenador tras su experiencia en el Numancia hace seis años. Robert Moreno, como segundo entrenador, el auxiliar técnico Rafel Pol y el psicólogo Joaquín Valdés le acompañarán de vuelta en el club gallego, con el que han firmado un contrato de dos años de duración.
Unzué es el cuarto entrenador con pasado azulgrana que ficha el Celta desde que Carlos Mouriño es su presidente. Hristo Stoichkov, Eusebio Sacristán y Luis Enrique también tenían ese sello. La estancia del búlgaro fue efímera y con el último descenso a Segunda por medio, pero a Eusebio se le identifica como el arquitecto del estilo que ha abrazado el Celta y que le ha llevado a competir de nuevo al máximo nivel y con Luis Enrique se dio un paso adelante en esa línea. Durante aquel trayecto con el técnico asturiano, Unzué y su equipo le ayudaron a promover un fútbol identificable con la escuela barcelonista, construido desde la zaga y con extremos abiertos, pero también de veloces transiciones en ataque. Su marcha al Barcelona dejó un hondo calado en los despachos de la entidad celeste. Y así Mouriño no ha dudado en retomar a Fray Luis de León y entonar el “decíamos ayer…”.
La trayectoria de Unzué en los banquillos es atípica. En 2003 colgó las botas en Osasuna, de regreso al club que le vio nacer profesionalmente como guardameta, y de inmediato se integró en el equipo de Frank Rijkaard como entrenador de porteros en el Barcelona. Siguió con esa responsabilidad durante los dos primeros ejercicios con Pep Guardiola y tras ganarlo todo se vio preparado para volar en solitario y hacerse cargo del Numancia en Segunda División. Acabó en mitad de la tabla y al acabar la temporada retomó su anterior ocupación en el Barcelona. Tras anunciar Guardiola su salida del club aceptó una oferta para entrenar al Racing de Santander, pero a seis días de inicar la competición llegó a un acuerdo para rescindir su vínculo en un club en llamas que acababa de descender desde Primera y que finalmente se fue a Segunda B. Justo esa temporada fue la que Luis Enrique se tomó como sabática tras decirle adiós a la Roma. Para la siguiente, la 2013-14 ya estaban juntos en Vigo.
En Unzué identican en Vigo a un técnico dialogante, cercano e innovador. “Tiene la gran ventaja de que conoce la casa”, describe Mouriño, que siempre tuvo claro que con Berizzo lejos de Vigo el paso adelante debería consistir en volver hacia atrás. Mientras se sustanciaba su llegada, el club cerró el fichaje del delantero uruguayo Maxi Gómez y está a punto de cerrar el del extremo mexicano Hirving Lozano.
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